Thursday, March 19, 2009

a juanita ya no le crece el pelo

juanita era mi amiga y vivia en la casa frente a la mia. su familia se mudo ahi cuando yo tenia 7 años y ella 6, yo vivo en mi casa desde que tengo memoria, mi mama me conto una vez que mi papa mato a un hombre por ella. compartiamos un amor por la peliculas gore y las grocerias, amor que nos hizo los mejores amigos de inmediato. todas las tardes, despues de la escuela, llegaba con su lonchera llena de las mas violentas y asquerosas peliculas, nunca supe de donde las sacaba, hasta muchos años despues me pregunte sobre la procedencia de esas peliculas tan raras y divertidas. reiamos y gritabamos, revolcandonos en el suelo y el sillon, viendo a un tipo con un machete cortandole la cabeza a una multitud y unos samurais comiendo los interiores de una abuelitas con alzheimer, hasta que era hora de comer. juanita se iba a su casa, yo la veia cruzar la calle desde la ventana de mi sala, acariciando el vidrio pretendiendo que era su morena piel. desde que la conoci la comida se me hacia la hora mas triste del dia. con la cabeza recargada en mi mano jugaba con mi comida pensando en juanita y oyendo sus risas y viendo sus ojitos brillar como los hongos radiactivos de bombas atomicas al ver a uno ser decapitado, al ver a uno jugar con las entrañas de otro. suspiraba lleno de tristeza, mi madre no lo notaba, estaba concentrada en hacer a mi hermana anorexica comer y mi padre, quien era un marihuano, no notaba nada en lo absoluto y solo soltaba una risita de vez en cuando. juanita no podia regresar despues de la comida porque su padre era muy extricto y la queria estudiando hasta la hora de dormir, maldito sea.

el tiempo paso y crecimos. en mi cumpleaños numero 15, juanita llego con un cassette de una banda llamada los hijos de la verga, la mejor banda de pank de toda la historia. lo puso en el stereo de mi sala y bailamos hasta que vomitamos. despues de limpiar, me conto sobre el pank y lo que significaba. yo estaba tan encantado que no importase cuantas veces me tocaran no mas no podia moverme (jeje). juanita y yo, esa tarde, nos volvimos unos panks o por lo menos nos empezamos a llamar asi, cualquier niño que ve peliculas gore todos los dias y se escribe grocerias en el cuerpo es un pank en mi libro. asi llegamos a la preparatoria. juanita y yo inhalabamos pegamento en los recreos y maldeciamos cada vez que podiamos. la escuela no nos importaba un carajo y viviamos en el reventon. conseguimos identificaciones falsas e ibamos a jugar nuestro dinero en los casinos afuera de la ciudad, bebiamos cerveza barata y bailamos al ritmo de los hijos de la verga todas noches. cuando ibamos a la escuela llegabamos crudos como humor de este blog y queriamos tener un hijo solo para abortarlo. esa era nuestra adolescencia, maldecir y vivir a miles de kilometros por hora, no nos importaba nada y ni siquiera lo notabamos. una tarde, en el casino, nos ganamos un convertible verde, de esos que los chicanos hacen low riders, y nuestra jurisdiccion de locura crecio como escandinavo. fuimos a otros estados a comprar drogas raras y nuevas. en una ocacion, ibamos por el desierto al amanecer cuando encontramos un puestesito en medio de la nada. en el puesto vendian plantas raras que encontraban los indios en el desierto. unas plantas llamaron la atencion de juanita, eran moradas con manchas negras, tenian pelitos rosas y olian a axila. nos dijieron los indios del puesto que esas plantas nos hacian ver el futuro y nos daba super poderes. "ohh" hicimos sonriendo, viendonos entre nosotros. "cuanto valen?" pregunte, "50 pesos" dijo una india bizca gorda con tatuajes de galanes de telenovelas en los brazos. "ya dijo" dije y le di el billete. un indio alto y flaco puso las plantas en un bolsita, juanita las agarro y regresamos al carro. nos las comimos y manejamos de regreso a nuestras casas. pasaron las horas y no nos hacian nada las plantas "puedes ver el futuro?" me pregunto juanita decepcionada, "nah" le dije fumando un cigarrillo con lentes oscuros. olvidamos todo sobre las plantas cuando llegamos. ya habia salido el sol por completo cuando me meti a mi cama a soñar con juanita y sus hermosos ojos cafes y risa estruendosa.

era el verano y no tenimos porque volar la escuela. juanita toco el timbre de mi casa cuando cayo la noche. "hola" me dijo, juanita estaba totalmente rapada. no me soprendio en la absoluto, esa era la clase de cosas que juanita hacia. nos sentamos en la banqueta en frente de mi casa a comer helado. ese verano no fue para nada especial, hicimos lo que siempre haciamos y todas esas cosas. llego el otoño y juanita queria dejar atras la vida de pank, yo estaba de acuerdo, mi aun joven cuerpo se sentia de 40 años. no mas drogas, no mas rock n roll desde entonces, lo juramos por nuestra amisted y como no habia cosa mas sagrada para ninguno de los dos, asi fue. nos despedimos para irnos a dormir temprano, al dia siguiente empezaban las clases. desde la ventana de mi casa volvi a ver a juanita como la veia cuando eramos niños, mientras acariciaba el vidrio y veia su rapada cabeza, note algo curioso en ella. "mch!" hice "a juanita ya no le crece el pelo" me dije antes de subir a mi cuarto a dormir.

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