Wednesday, June 20, 2012

cambio infinito generacional

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"tenemos que organizarnos" dijo marimar en frente de un grupo de jovencitos impresionables. "sí" pensó arnoldo, con un folleto explicándolo todo arrugado en sus sudadas manos, con su corazón post adolescente excitado, con su aletargado cerebro volviendo a funcionar, "es hora del cambio". sudor corría por las frentes de todos los presentes en aquel pequeño auditorio. hacía calor y el olor a humano joven y lleno de hormonas explotaba como una broma pesada de algún ojete con acceso a esa basura para niños con necesidad especial de atención. contando al ya contando arnoldo, había otros 29 con toda su vida por delante, unos sentados, unos parados, arnoldo perdido entre la muchedumbre. frente a ellos marimar, una joven güera medio gorda con pasado oscuro que sólo ella, su padre y la sirvienta conocían. "bien!" gritó, con los ojos característicos a quien la cordura ha abandonado, volteando hacia la unica fuente de luz del cuarto y una mano estirada teatricamente. "hay que actuar ahora!" todos los presentes aplaudieron y se felicitaron a ellos mismos por ser ejemplo de una persona preocupada y activa, por no permanecer apáticos y, sobre todo, secretamente, porque por fin pertenecían a algo. del lado derecho del escenario, entonces, se abrió una puerta. todos callaron y dejaron caer sus miradas impacientes, hambrientos de más. entró un joven atractivo, las mujeres suspiraron, los hombres se enderezaron y arnoldo pensó en que aquel sujeto era el más buena onda de la historia. mientras se colocaba en el centro, pasó su mirada por las niñas reprimidas de no más de 20 años sentadas en la fila de hasta delante, pasó su mirada como quien se pasea frente a un bufete, "sí, ahuevo" pensaba "uf esa se ve deliciosa, sí" decía en su fuero interno, pasando su lengua mental por sus labios imaginarios. llegó por fin a su marca, amigablemente tocó a marimar en el hombro, los calzones de ésta se humedecieron aún más, y el nada capacitado para ser escuchado empezó "amigos... amiga" y sobre la más linda de las jovencitas un rayo de sexualidad fue disparado. "no podemos permanecer pasivos! no podemos... no queremos! ser sólo espectadores de la actividad en nuestro país! tenemos que participar, tenemos que hacernos escuchar... nosotros... los jóvenes!" todos los presentes, menos martin, el único señor de la reunion, aplaudieron y gritaron emocionados. "es hora" levantó el dedo y abrió mucho los ojos "de la acción" su dedo se volvió un puño y éste, junto con su cara, fue levantado hacia el techo. arnoldo no podía creerlo. por fin, toda esa mierda que había leído en la pagina de algún afectado por el delirio y adicto a la nostalgia iba a volverse realidad. la acción social era lo de hoy, rebelarse por rebelarse era el baile de moda, había regresado, por fin, 50 años y lo tenía frente a él, en el lugar propicio para la queja justa, pero lleno de quejumbrosos caprichosos que quemaban la oportunidad de denuncia de esos con algo que denunciar. arnoldo ahora era parte del prometido cambio, era un engrane de la maquinaría que empujaría a su sociedad putrefacta hacia la renovación y la marcha hacía un futuro brillante, donde la justicia y la igualdad reinarían y, tal vez, sólo tal vez, su infinito aburrimiento y tedio llegarían a su fin. una vez más, otra vez, el ciudadano arnoldo iba a enfrentarse a su enemigo de siempre; el poderoso. "david vs goliat" hubiera dicho si recordara sus clases de catecismo, pero se quedó callado, contagiándose del inocente entusiasmo de esos que lo rodeaban, dejando entrar la emoción de los gritos y los abrazos y las sonrisas y no tuvo de otra que adoptar esa expresión de optimismo irracional de quienes lo rodeaban, no tuvo de otra que también levantar los brazos y brincar y esperar que esto durara para siempre. todos en esa auditorio se abrazaron y se prometieron "hasta el final... cueste lo que cueste". 

por entender al entretenimiento, los de grupo de arnoldo llegaron a las masas y, sin imaginar las consecuencias, abrieron la caja séptica de pandora. toda la inconformidad del inconforme encontró un cause y salió disparada hacía las calles. la bestia ignorante y violenta que es la muchedumbre escapó fuera de control y fue a estrellarse contra las murallas humanas del ejercito personal de los ricos. la inestabilidad social había empezado y sólo muerte y destrucción podían pararla. los ricos y poderosos no iban a dejar que los mugrosos y jodidos les arrebataran eso que tanto les costó robar. esos con noción de la historia se alejaron lo más posible y dejaron a los habitantes de lo inmediato y del instante consumirse en su guerra sin sentido. la muerte trajo más muerte y el oprimido y marginado sólo fue enterrado más bajo un sistema diseñado para mantenerlo esclavizado y dejar que los dueños del mundo siguieran hasta el fin del tiempo sentados cómodos sobre sus pilas de dinero. corrieron los días de anarquía y destrucción y al final, cuando no se había logrado nada, cansados de no poder perderse en su lujosa inconsciencia, el poderoso estiró su mano, le dio unas palmaditas en la cabeza a los lideres, totalmente diferentes a los del principio, ahora corrompidos y con puestos en el sistema que un día olvidado se habían decidido por cambiar y las cosas regresaron a la normalidad. la gente volvió al fut bol y la iglesia. los jóvenes se volvieron adultos y ahora era de intensos hablar sobre política, la descalificación inmediata era lo que uno recibía si regresaba a la ya aburrida y vieja problemática social. algo más ocupó el lugar de la inconformidad y bueno, ya que estamos aquí, aquí nos quedamos. 

arnoldo, meses después de la reunion, cuando ya todo había sido olvidado, comía un domingo con su familia en su casa de clase media alta. la luz de la tarde entraba por la enorme ventana que daba al bello jardin, iluminando el comedor. el padre de arnoldo, sentado a la cabeza de la mesa, producto de otro tiempo, cinico y capitalista, pero poseedor por su inteligencia, curiosidad y acceso al internet de verdadera información, le preguntó burlón a arnoldo sobre el "movimiento". arnoldo, humillado por desperdiciar el único tiempo en su vida con la oportunidad de entregarse a la diversión y despreocupación, miró cabizbajo a su padre sonriente y regresó a su pure de papa. no tenía nada que decir. sólo quedaban esos recuerdos que ahora quemaban en su memoria y eran clasificados como ridiculez vergonzosa. suspiró y sintió una oleada de desesperación correr por todo su cuerpo. se preguntó sobre la vida y la sociedad y si nada iba a cambiar nunca. "el cambio" dijo su mamá con una pieza de pollo en la boca, sin ver a nadie en particular, "es gradual y es producto del esfuerzo educado de gente paciente". arnoldo no entendió las palabras de su madre y siguió como estaba. el resto de la comida la familia guardó silencio.

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