Thursday, April 19, 2012

los hijos de la verga

caminaba por la calle en un bonito y soleado día de otoño, hacía frio, pero poquito, me ocupaba de mis asuntos. una muchacha pelirroja, con el cabello alborotado y lentes, flaca y fea apareció de quien sabe de donde, se me acercó y me gritó "pompita! cuentame el cuento de los hijos de la verga". cerré mis ojos, inhale ruidosamente y le dije aún con los parpados abajo "llename de cerveza". "hmm!" hizo firmando un contrato imaginario "sobres, pichón" dijo mientras me sobaba un cachete. a la mujer no le costó aceptar porque era de buena familia y tenía maldito dinero. me tomó de la mano y entramos a la taberna frente a la que estabamos convenientemente parados. como era un miércoles por la mañana el pequeño y acogerdor lugar estaba completamente vacio. la luz apenas entraba y atrás de la barra un joven agradable resolvía un crucigrama sobre los jugadores de la selección del mundial del '94. en el fondo una rocola con una colección de rock n roll de la que uno podría sentirse orgulloso. la flaca fea fue y puso buena música, nos sentamos en un taburete y el espumoso liquido llegó como si en un mar de cerveza hubiera temblado 10 grados en la escala de richter y hubiera provocado un tsunami capaz de borrar continentes. y luego, bueno, luego empecé el cuento...

era un martes en la noche y yo iba solo por ahi en busqueda de acción. me metí en bar como cualquiera. adentro sólo borrachines siempre atentos por descuentos, ese día el alcohol era 2 x 1. cuando entré, en el esenario, una banda de dos jovencitas tocando rock salvaje. solos de guitarra y bateria fuera de control. lo anterior hizo que me quedara y me enamorara, pero por supuesto sin hacer nada, a nadie le gusta el rechazo. terminaron de tocar y desaparecieron. pasaron unos minutos y al escenario subieron tres tipos que se vestían como yo y me recordaban a mí mismo, esto me sacó de onda un segundo, pero se me olvidó luego luego. agarron los instrumentos y, sin tocar una nota, los destruyeron. los borrachines voltearon alarmados, pero fuera de eso fue bastante intrascendente su acto punk. yo aplaudí encantado, haciendo "ohh". detruir los instrumentos, que la bateria, que las guitarras, que el bajo, les tomó unos 15 minutos. acabaron, cubiertos de sudor, dos ellos tomaron estuches con sintetizadores adentro, los sacaron, los conectaron, el tercero tomó un microfono y empezaron a tocar un synth punk pegadizo y melódico. la música era lo de menos, las letras fue lo que me cautivó. cantaban sin el menor rastro de pena sobre como no habían conseguido una mujer en años, sobre como eran todos odiosos y que morirían solos y que eran unos perdedores sin talento, unos buenos para nada y que más daba. cantaban inteligentemente sobre su soledad y sobre lo nefastos que eran. sus canciones que no eran sobre amor ni desamor porque no sabía el signifcado de esas palabras. la canción que más me gustó fue una que se llamaba "la madre de todos los circulos viciosos". parecía habían sacado sus letras de mi vida. terminaron de tocar y me acerqué. "como se llama su banda?!" pregunté, tenía que saberlo y me pareció chistoso como no se habían presentando ni nada. "somos... los hijos de la verga" dijo uno de ellos. en ese punto en mi vida escribía para un blog de música y, que se joda mi egoísmo, quería compartir esta joya con el mundo. "donde consigó su música?" investigué mientras cargaban sus intrumentos rotos y estuches en su camioneta, "en el internet duh" dijo uno sin detenerse y subiendose al asiento de copiloto mientras los otros dos se reían de mí. así fue como me enteré de los hijos de la verga.

la muchacha fea me miraba encantanda y me daba cerveza tras cerveza. "mantenlas viniendo" le dije tambaleandome, contento, con las chapitas tan coloradas que emitían tantita luz roja.

escribí lo mejor que pude sobre los hijos de la verga, me salió una obra de arte. "hijo de puta" me dijo mi patrón, quien era un tipo ordinario, incapaz de relacionarse con el mensaje, "que chingados es esta basura?! pendejooooo". yo lo miré con odio y lo publiqué de todas maneras, que se vaya al diablo. la gente, al principio, no opinaba nada sobre esta banda tan maravillosa, pero poco a poco, los inutiles y los no amados fueron apareciendo y reconociendo la genialidad. ahora todo quien era un perdedor sin futuro, esos en la lista de irrepoducibles, podían unirse bajo algo, podían empezar a olvidar su pena y tristeza y sentir orgullo de que nadie los quiere y que ellos no quieren a nadie. los hijos de la verga empezaron a ser populares y ganar dinero. con ese dinero organizaron un concierto en las afueras de la ciudad, perdido en el bosque. no podía perderme semejante evento, mandé todo a la fregada y fui. nunca en mi vida había visto a tanto hombre reunido, ni una sola mujer, puro raro y nefasto idiota que odiaba todo, incapaces de importales alguien más que ellos. con la peor actitud del mundo. tipos que nunca conseguía a la chica, llaves sin cerraduras, asexualidad pura. víctimas de ellos mismo. flojos, tontos y ojetes. los hijos de la verga tomaron el escenario varias horas tarde y se hubieran tardado más si no hubiera sido por las quejas en coro en extremo molestas de todos los presentes. cantaron y tocaron mejor que nunca y, al final, la muchedumbre, sin que nadie organizara nada, empezó a gritar "gracias, muchas gracias!". no había un ojo seco en todo el lugar. yo lloraba como una mujer, fue una de las experiencias más increíbles de mi vida. el concierto se repitió cada año y se le empezó a llamar el "stoner jam" por la brutal cantidad de drogas que corrían por todos lados.

terminé mi última cerveza, me paré y me fui a seguir con lo que sea que estaba haciendo. la muchacha se quedó pensativa en el taburete. leyó en el internet cosas vagas sobre los hijos de la verga y ahora sabía que era verdad. había encontrado su hogar, el lugar al que pertenecía. a pesar de que tenía vagina, por su mala actitud alejaba a todo quien intentaba poseerla. ella era una hija de la verga.

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