Tuesday, July 05, 2016

Buenos Días, Licenciado

62

El licenciado me mandó llamar. "Archundia" me dijo sin aprenderse todavía mi nombre, "buenos días, licenciado" yo le dije nervioso. la oficina del licenciado era siempre escenario de regaño y humillación, nunca, pero nunca de los nuncas de halago o felicitación, ahí no existían las buenas noticias. "Archundia" volvió a decir con las manos juntas sobre el escritorio, elevando la vista para dejarla caer sobre mí y sentí esas pupilas súper negras, como potentes dedos alrededor de mi frágil cuello. Me vio fijamente, en silencio, lo que pareció un millón de años hasta que de repente se separaron esos marchitos labios color gris y dijo "ha llegado a mi atención..." hizo una cara de absoluto asco y apretó la mirada "que no se cambia usted de ropa". yo esperaba a que llegara este momento desde hace meses que fui a la tienda departamental a comprar ropa nueva para el trabajo. odio ir de compras y, queriendo acabar la antes posible, con el primer pantalón, camisa y saco que me quedaban particularmente coquetos, se me ocurrió la idea de comprar cinco iguales de todos. "genial" dije riendo como idiota mientras pagaba, me parecía muy chistoso que la gente de la oficina pensara que me visto igual todos los días, no podía esperar a que alguien dijera algo. ahora, de regreso frente al licenciado, "pero..." fue todo lo que pude decir, decepcionado de que la culminación de mi chiste no era para nada como me la imaginé y antes de que pudiera explicar, el patrón, con la cara tan roja que jodía con la teoría del color que me enseñaron en el kinder y tan llena de venas que por lo menos me llevé de todo ese funesto asunto una lección en anatomía, señaló la puerta con su decrépito dedo maloliente y gritó "está despido... lo quiero fuera... ahora ¡ahora! ¡ahora! ¡ahora!" y así continuó mientras yo, con cara de sorpresa, retrocedí lentamente, saliendo de la oficina. "buenos días, licenciado" dije al cerrar la puerta.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home