Sunday, June 01, 2008

los violentos recuerdos de la juventud

me limpiaba el culo oyendo musica de brazil. "bark! bark!" era mi telefono en forma de perro que compre en uno de mis tantos viajes por el espacio. tome el telefono con los pantalones abajo y papel saliendo de mi. vi por la ventana mientras hablaba, el interminable cielo, la luz que se filtraba, ese sentimiento en el corazon que solo algo tan esteticamente placentero puede producir en uno. era cristobal, me amigo de toda la vida, me invitaba a la playa. en media hora pasaria por mi, "ok, bueno" y regrese al baño a terminar lo que estaba haciendo.

"diiing doooong" sono el timbre de mi mansion sobre un monte. era cristobal en su convertible rojo. tome mi bolsa del super con mi traje de baño y una tualla y sali a su encuentro, "que onda" dije al subirme y fuimos a la playa. me sente en la arena con el sol dandome en la cara, pocas veces en mi vida me habia sentido tan bien. llego un moreno tocando su guitarra y toco y canto en frente de nosotros. que suerte tenia, vivir de tocar y cantar en la playa para desconocidos, no se quien quiera ser rock star cuando es mucho mejor ser como aquel moreno, yo con eso me conformaria. cantaba con tanto sentimiento, cantaba en portugues, entendi poquito. le di unas monedas y tome un refresco viendo a las bellas adolescentes correr por la playa. el mundo atravez de unos lentes oscuros, empezaba a a acostumbrarme. pense que el dia no se podia poner mejor, estaba felizmente equivocado. contra el sol camino hacia mi la silueta mas hermosa que haya visto, mas curvas que cualquier carretera del mundo. estuvo lo suficiente cerca para verla bien, esos ojos, esos senos, los cachetes y unos labios que sabotearon mi corazon casi matandome. ella no me miro y me paso. llego a una palapa con una amiga casi igual de sensual que ella. no podia dejar de mirarla. el tiempo se detuvo, pero en realidad aceleraba positivamente hacia la noche. ella se paro y se fue, desperte del trance patrocinado por la belleza solo posible en una mujer, los mosquitos habian hecho de mi un buffet y era hora de regresar a la ciudad. retome el paso regular del tiempo. suspire, me limpie la arena, me subi al carro de cristobal y todo el camino de regreso pense en ella.

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