Thursday, May 07, 2009

i pagliacci

los payasos caminaban de un lado a otro con sus caras largas. portafolio en mano, vestidos con trajes, jugaban su aburrido y tedioso juego. niegan la posibilidad de otros mundos, aferrados a este, exprimiendo la mierda de sus reglas. predicando un orden facilmente corrompible, jodiendo al pobre, al tonto y al ignorante.

pompitas alonzo no tenia un peso. era tan pobre como costa de marfil o burkina faso. sus constantes abusos y despilfarros lo habian llevado a la bancarrota total y ahora se veia en una situacion muy desagradable. el tio alberto de pompitas era un super marica que practicaba la profesion de abogado. un verdadero hijo de puta. el tio alberto no hacia otra cosa que pensar en el dinero, lo juntaba como hormiga esperando eternamente un invierno que nunca llegaba. juntando y juntado. la mayoria de la gente lo odiaba, incluido pompitas. tenia una esposa alta, güera y flaca que tambien lo odiaba y solo estaba ahi porque era una floja y porque todas sus amiguitas del colegio se casaron con los amiguitos del colegio del tio alberto, parecia solo natural. la inevitabilidad de las cosas los habia llevado uno al lado del otro. el tio alberto la necesitaba para esconder su homosexualidad. en las comidas familiares, el tio alberto, borracho como pompitas, llegaba a ofrecerle trabajo a todo el que se dejara. "yo se que ustedes los escritores no tienen dinero... yo tengo mucho... no quieres trabajo?" le decia una y otra vez al pobre pompitas quien era un anarquista empedernido y creia la profesion de su tio la mas baja y denigrante. "no, puta madre, no!" gritaba pompitas con un trago en su mano. el tio alberto se iba con el resto de los abogados a burlarse, como un prisionero se burla de un hombre libre, de nuestro mas querido escritor. una tarde, despues de años de ignorar a pompitas y tomarlo como un idiota loco, el tio alberto, de la nada, hizo su cruzada personal tirar a pompitas de su nube de sueños y alegria y arrastrarlo a la mundana practica del derecho. no soportaba sus chapitas siempre coloradas ni el brillo proveniente de sus ojos. a el le importaba un carajo si pompi comia o no, su ofrecimiento de trabajo era unicamente una forma de enseñarle a la gente que no era un culero como todos pensaban, a nadie engañaba, pero tambien su envidia escondida en altaneria no le permitia estar aturdidamente feliz con pompitas bricando de un lado a otro con flores en las manos y el sol en la cara, tenia que terminar de una vez por todas, tenia que terminar con pompitas en una oficina llorando todos los dias y nada, absolutamente nada, podia impedir que esto sucediera. por las noches, el tio alberto se quedaba acostado, muy quietesito, en la oscuridad, junto a su drogada esposa, pensando, maquinando maneras para hacer de pompitas un payaso mas, porque aunque muchos diran que pompitas era un payaso, los payasos son todos esos tristes estupidos que buscan pasar comodamente la existencia sentandos en mierda inutil sin una sola verdadera emocion o sentimiento y aferrados a su comodidad y seguridad que con cualquier cosa es perturbada, obsesionados con lo material y alienados de su lado humano, del arte, de la ciencia, intercambiados por algo tan banal como es todo lo anterior. obstinados con sus payasadas a esperar ansiosos el momento de la muerte, niegan la vida y cobardes se esconden de la reflexion temiendo separse del resto de los payasos, temiendo que vean a sus payasas con la luz de la verdad y se den cuenta que toda su vida, el poco tiempo que tuvieron en este planeta, se la pasaron haciendo pendejadas.

como se habia dicho, pompitas no tenia un solo centavo y el cuerpo le demandaba alimento y cariño. "ay ya yay, cochina vida, cochina hambre!... y cochinas putas que cobran re caro" decia pompitas con un lapiz en la mano tratando de escribir su obra maestra. no podia esperar por el primer millon, pero sobre esas cosas nadie sabe nada, solo el destino es capaz de mas o menos decirle a uno que onda, pero bah pompitas no le tenia mucha confianza y preferia escribir como demente hasta sacar algo que guste a los tontuelos. asi era la vida de nuestro heroe, escribiendo y quejandose todo el maldito dia. siguieron las cosas como eran de esperarse hasta que un sabado por la mañana la abuela de pompitas dio un desayuno familiar. "comida" penso pompitas cuando colgó el telefono. se puso ropa semi limpia, se subio a su maquina de rock y se lanzo furioso hacia la casa de su abuela. "abuelita, 'on' 'tan los chilaquiles?" pregunto pompitas al poner un pie dentro, con sus manitas afeminadas en la panza. la abuela de pompitas era buena onda y entendia que el pobrecito tenia hambre, "ahi estan, mijito" le dijo contenta de ver al irremediable soñador. pompitas como cual bestia se lanzo sobre los chilaquiles y comio como naufrago que pasó 50 años comiendo coco y arena. los demas familiares fueron llegando y con ellos el pinche tio alberto. "alphonsito, como estas?" pregunto el tio alberto al ver a pompitas llenando su plato por decima vez. "que te importa, basura!" grito pompitas haciendo un gesto obseno. "payaso asqueroso, viene a arruinarme mi desayuno, como se atreve" decia pompitas alejandose de su tio. se sento bajo un arbol y sintio con placer la panza llena, recordo su adolescencia y niñez cuando la comida era una cosa que daba por seguro, ese placer se convirtio en amargura cuando se acordó que tendria que esperar otra comida familiar para volver a comer y no queria regresar a su sucia casa llena de hojas con cuentos y una computadora descompuesta. "ay que vida la mia" dijo cuando llego el tio alberto a proponerle trabajo. "alphonsito, como te va? todavia escribiendo? excelente, oyeme, si quieres trabajo llamame, no te de pena, ok? genial, aqui esta mi tarjeta, siempre un placer verte, adios", "que te den por el culo, mierda!" grito pompitas lleno de pena por si mismo sabiendo que lo habian agarrado con los pantalones abajo e inclinado. "oh mi dios" dijo pompitas tragando saliva cuando se guardo la tarjeta en la chamarra.

"pinches payasos hijos de puta" decia pompitas lamentandose su existencia. no le quedo de otra que ir a la oficina de su tio alberto. la mama de pompitas era una señora super terca y no habia dejado de joder cuando se entero de que el tio alberto le habia dado su tarjeta a pompi, aparentemente un gran favor. el joven escritor no tuvo de otra que acudir a la cita y tragarse el orgullo y hasta los principios. "no puede ser tan malo" se decia manejando hacia alla. cuando llego supo inmediatamente que acababa de entrar al maldito infierno, a la prision de almas, a matadero de espiritus. pompitas, colorado como tomate, oyo a su tio alberto hablar y hablar, sonriente y triunfante, sobre el derecho y la ley y esa mierda. pompitas tenia mucho que argumentar en contra, pero no se sentia con ganas, el coraje que lo caracterizaba estaba en el bote de basura mas cercano y se sentia como si lo hubieran agarrado a batazos. "ok" decia pompitas tratando de imaginar a su tio en llamas. al final de la horrible entrevista, pompitas tenia trabajo y le iban a pagar mucho dinero. "se fuerte, oyes? se fuerte" se decia planeado su escape. y el tiempo empezo a pasar. pompitas odiaba cada vez mas su trabajo. desde su cubiculo veia por la ventana a toda esa gente desocupada ir y venir con sonrisas en la cara, con el sol en sus rostros, libres como animales, amos de sus destinos. "me llevaba la fregada" decia una y otra vez con ganas de llorar. ahora ya no escribia, solo se quejaba y como se quejaba el cabron. desde la primera hora del dia hasta la ultima uno podia ir a pompitas quejandose y cuando no se quejaba suspiraba como loco.

si alguien le hubiera preguntado que odiaba mas que todo, pompitas, serio como maton en mision, diria "esos putos payasos me llenan el corazon de odio!" los colaboradores de pompitas eran los cabrones mas molestos de la creacion. descerebrados bultos hijos de papi. sus trabajos eran el producto de favores que sus papas, quienes se chingaron para salir de pobres, habian pedido a los papas de otros inutiles. "oh como te odio" le decia pompitas al reflejo del espejo. ya no podia mas, era hora de escapar. tomo sus cuentos, un cuaderno forma francesa, un lapiz y se unio a la tripulacion de un barco. en el mar penso sobre su pasado y se dio cuenta que la vida era una mal escrita e inimaginativa tragedia. "el camino que uno usa para evitar su destino solo lo acerca mas el" tenia pompitas tatuado en la espalda. oh la tragedia de la vida, "he escapado de ella?" se preguntaba oyendo las canciones de los marineros y viendo la coreografia de los maricas. al verse rodeado de toda esa gente con espiritu hirviendo se acordaba de los payasos y sonriente, viendo el sol y el horizote lejano, se daba cuenta que nada podia ser peor que quedarse a pudrirse junto a los payasos.

una mañana le llego un telegrama de su madre:
querido alphonso. me apena decirte que tu tio alberto se ha quitado la vida. hace unos dias lo encontraron colgado en su cuarto de juegos. la nota que dejo decia un monton de incoherencias sobre ti y sobre los hombres que amo en su vida y algo sobre flores. esto nos tiene muy tristes, pero estamos bien, chingados como siempre, manteniendo la cabeza sobre el agua, tu sabes. te deseamos lo mejor. un beso y abrazo. tu mama

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1 Comments:

Blogger Pablo Cendejas said...

mejor escribe un diario, no?

6:21 PM  

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