un cohete llamado deficit de atencion

ejem. ejem. miraba el cielo por la ventana, sentando semi-muerto en una clase llamada "la historia de los asuntos sin importancia" es dificil no creer en nada, es dificil andar como un papalote sin hilo, volando errante por los cielos. es dificil no estar afiliado a nada y es mas dificil vivir asi todo lo que uno tiene que vivir, soportar la marea de la vida sin poder poner los pies en la arena. asi, me decia a mi mismo que nada importaba y que nada de nervios.

sali de la escuela como aturdido por toda esa informacion siendo olvidada. en la calle me dieron un flyer sobre el viaje interestelar; "es ser marinero en el nuevo milenio" decia la hojita color amarillo fosforecente; "marinero" susurre, volteando al cielo, tratando de ver mas alla de la luz revotando en el aire, buscando el espacio, el cosmos, el infinito, como un detective al encontrar esa pista que pone en movimiento las ruedas de la investigaciòn. doblé y guardé el papel en mi bolsillo.

"a la mierda, me voy al espacio" le dije a mi madre. tome mis cuentitos, calzoncillos y cigarillos, los puse en una bolsa de mandado, le mande un beso a la casa de mi niñez, a mi pasado, di media vuelta y deje todo atras, listo para salir, salir y encontrarme a mi mismo. llegue a houston, texas. me converti en astronauta y antes de que me diera cuenta ya estaba amarrado a un cohete... un cohete llamado deficit de atencion. ejem.

EL CIELO ES UN LUGAR EN LA TIERRA

Sentia que hacía implosión. En mi pecho una sensación horrible. Como si mi corazón explotara y la onda fuera interminable. Este mal, supuse, no es fisico, mas bien mental, por lo que me abstuve de ir al doctor. "Que hacer?" me pregunté, tirado en mi cama, viendo el techo. Le platique a un brode mi problema. El me dio una droga que hizo al cielo un lugar en la tierra.

"Bendito Dios" dije viendo la eternidad, experimentando un placer nuevo y poderoso, como una ola que me empapa, que me cubre, una ola refrescante y agradable. Desperté parado en medio de mi cuarto con los brazos a mis lados, los ojos cerrados y un poco de baba cayendo de mi boca abierta. me sentia renovado, listo para todo.

Paso el tiempo y el dolor regresó. Se escubulló por quien sabe donde y un dia, al despertar, en mi pecho, quemandome, esa horrible sensacion. corri con mi brode y le pedí mas droga. "$50" me dijo, estirando su mano, viendome serio. Me soprendio la demanda de quien yo creia mi amigo. "ok" le dije con trabajo, buscando en mis bolsillos. encontre un billete y se lo di, no aguantaba mas el dolor, se prolongaba dentro de mi y al cochar contra mis paredes internas, como tsunami contra indonesia, me jodia todito. "mierda, soy un junkie" dije antes de tomar la pildora. El dolor fue sustituido por placer. "el cielo es...!"

Flaco, sucio y miserable, vendía mi culo por unas monedas. "sucio junkie", "basura, despojo de la sociedad" me decia la gente al verme parado en medio de la calle, con cara de idiota, experimentando el mas rico placer, "me he mudado al cielo" oi mi voz en la profundidad del inconciente.

CUANDO SEA GRANDE QUIERO FABRICAR COCA COLA LIGHT

Mi madre me veia jugar, con cara de resignacion y un cigarrillo en la mano. se decia a ella misma que tendria que pasar su vejez cuidandome y que nunca se libraria de mi. a mis 36 años no habia logrado absolutamente nada. los hermanos de mi mama, quienes eran unos verdaderos hijos de la verga, creyendose mucho porque sus hijos sí hicieron algo de su vida, les gustaba joder conmigo. me pidieron que fuera a la mesa, que me sentara y me preguntaron "alphonsito, corazon, que quieres hacer cuando seas grandre?" yo los mire serio, sabiendo a lo que jugaban, pero los sueños son los sueños asi que respondi "Cuando sea grande quiero fabricar coca cola light" todos se empezaron a burlar de mi y me llamaron un pendejo. mi mama, colorada, llena de verguenza, pensaba en la muerte, y yo, la verdad, no la culpo.

PANTIMEDIAS

Lupita entro a la gigantesca, descomunal, tienda departamental. se perdio en el laberinto de ropa, a la deriva en ese mar capitalista, poseida por el demonio conocido como consumismo, fascinada y embobada, hipnotizada por los colores, los olores y las texturas. Victima de la mercadotecnia y la publicidad. llena de la idea de que uno encuentra la felicidad al final de una compra.

Despues de unos minutos de ver ropa y precios, un articulo a los lejos capturó su antención. Se acercó como una enamorada se acerca al objeto de su afecto. Tomó el paquete fuertemente, lo acerco a su cara, con la boca entreabierta y los ojos a todo lo que dan, cubierta la cara de sudor, respirando lentamente. "ohh" hizo como quien encuentra el disco que ha buscado toda la vida. Miró a la derecha y a la izquierda, estaba completamente sola, fantasmal aquella monstruosa tienda departamental. Como un animal que busca su comida en la copa de los arboles, busco, ansiosa, desesperada, los probadores, los encontró, corrió por primera vez en mucho mucho tiempo. Se metió al probador, cerro la puerta, le echó el seguro y en parpadeo ya estaba desnuda de la cintura para abajo. El paquete ahora arrugado en su mano se desintegró y en sus manos la prenda que acelera el corazón. Se la puso ceremonialmente, sintiendola, soboreandola con los dedos y los ojos. sintio como si hubieran estado expuestos sus musculos y regresara la piel a su lugar, aliviando el terrible dolor que provoca el ser despellejado. se levanto de la silla color rosa, se paro frente al espejo y, fascinada, contemplo las pantimedias. "ahh" "ohh" salia de ella meintras las modelaba con una sonrisita inmovil. "muy bien" se dijo satisfecha. salio, encontro a una señorita que trabajaba en la tienda llamada Lucrecia y salio a enfrentar el mundo con una nueva arma en su bolsa.