Sunday, May 17, 2009

O (no) Fortuna

ignacio estaba sentado, inmovil, en un sillon de su sala, con una expresion de preocupacion y dolor, con una mezcla de sentimientos explotando en su cuerpo y miles de recuerdos repitiendose en su pantalla mental, recuerdos amargos sobre cosas irrelevantes, pero en extremo molestas. la fortuna, verdadera hija de perra, guardiana de la salida de la mediocridad y el olvido, responsable por la suerte de uno, caprichosa y voluble, le ponia constantemente el pie y lo jodida poquito, pero seguido. ignacio, quien se daba cuenta de los juegos que la fortuna jugaba con el, trataba, obviamente sin exito, de tomarlo con sentido del humor y cada vez que algo muy deseado salia no muy mal, pero si lo suficiente para retrasar eso tan querido, miraba al cielo y decia con el puño apretado "cochina fortuna, que le estas haciendo a mi alma?!" y arreglaba ese molesto retraso.

esto de vez en cuando le pasa a todo el mundo y no es cosa digna de ser contada, pero ese no era el caso de ignacio. constantemente, en las cosas mas raras, impredicible y sorpresiva, la fortuna le jugaba bromas tan pesadas. en una ocasión, ignacio habia ahorrado, pasando por inimiginables sacrificios, para comprarse el video juego de moda. logró juntar suficiente dinero y fue a comprarlo. llegó a la tienda, emocionado como virgen ante vagina, y compro, con lagrimas casi saliendo, su tan añorado video juego. corrió a su casa, lo conecto a su tele y la mierda no funcionaba. nadie murio, eso dificilmente cambiaria la historia de la humanidad, si alguien se hubiera enterado lo mas posible es que no le importara un carajo, pero para ignacio, quien habia pasado semanas sin comer carne y sin tomar su refresco favorito, era un golpe muy bien colocado que lo llevo a una ira incontrolable. "mierda!" grito al ver que no funcionaba y fue a cambiarlo. cosas como esas le pasaban todo el tiempo. las cosas chiquitas que hacen a la vida perfecta le salian mal una y otra vez.

ignacio conocio a una muchacha de la cual quedo perdidamente enamorado. se dijo que haría todo por conseguirla y lo hizo. encontró mejor trabajo con mejor paga y se ejercitó todos los dias como un demente. el tiempo de revelarle su amor a la muchacha llegó y para desgracia de ignacio la mujer terminó siendo una loca enferma de su cerebro. se obsesionó con el y cuando ignacio trató de mandarla a la fregada, esta rompió todas sus cosas. "que suerte" se decia una y otra vez, sentado en su sillón pensando en lo malvada que es la fortuna. un miedo enorme lo jodia, no queria hacer ni intentar nada nunca mas con la fortuna acechandolo, prometiendo mierda, totalmente irrelevante, oh tan olvidable, oh tan remediable, pero que lo jode a uno como si tuviera tanta practica para ser llamada maestro.

ignacio, cada vez que le pasaban uno de esos pequeños accidentes, perdia mas la razon, pero como no podía darse por vencido así de facíl, trató de sobreponerse a su pequeña mala suerte, ser un valiente y luchar sin tregua contra su miedo. llamó a sus amigos y fueron a tomar. todo iba de maravilla, la conversación era entretenida, la cerveza tan refrescante como siempre, la musica buena y el ambiente agradable. hasta consiguió el numero de telefono de una chiquita muy bella que parecía cuerda y buena onda. ignacio no podia creer que la fortuna no le haya echo una de sus insignificantes mamadas. se sentia mas feliz que en mucho tiempo. "puede ser que me de una chance" decia sonriendo. el y sus amigos tomaron y se divirtieron mucho. se hizo tarde y la hora de irse llego de repente. los amigos se despidieron, quedaron de verse otro dia y se fueron. ignacio estaba un poco borracho, pero no demasiado asi que decidió manejar. se subió a su maquina, prendió la radio y pusó el auto en movimiento. la felicidad seguia ardiendo y no se veia su final. oh pero la fortuna tenia un sangriento as bajo la manga. ignacio cantaba exitos del momento cuando atropeyó a una pequeña niña de solo 6 años y, ya muy tarde, tratando de esquivarla, se estrelló a toda velocidad contra una pared, haciendose mierda. pedazos de ignacio, su coche y la niña salieron volando por todos lados. "wowrale" dijo un vago cubierto de tripas y entrañas que estaba parado a pocos metros del accidente. ignacio, la victima numero uno de la fortuna, sintiendo su verdadero y cruel poder, no vio ese ni tan pequeño reves venir.

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