Friday, June 19, 2009

$23

mauricio estaba tirado en el suelo, con la mano sobre su corazon, boca abajo, llorando amargamente. sufria uno de sus constantes ataques de depresion. "un poco mas" se decia, sintiendose no mejor que un perro con sarna bueno pa nada. sono su telefono. "bueno?" constesto, regresando los mocos a donde pertenecian. "soy yo, lupe" se oyo del otro lado. "lupe?" penso mauricio, sujetando el telefono fuertemente, pegando, hasta hacerse daño, el audicular a su cabeza. lupe fue su novia de secundaria, la jovencita mas guapa de todo el colegio. con sus enormes y brillantes ojos cafes, su cabello oscuro siempre volando por doquier, su tersa y juvenil piel morena, su hermosa e impactante sonrisa y esa sensualidad temprana que vuelve loco a cualquier heterosexual. a todos sus compañeritos los hacia suspirar y les presentaba a esa, en ese entonces, nueva sensacion en los genitales que no volvia a abandonarlos hasta que estuvieran viejos, miserables y marchitos. mauricio, nadie sabia como ni porque, le fue agradable y esos tres años de secundaria fueron novios. 10 años despues, lupe le hablaba por telefono. "oh hola, como estas?" solo se le ocurrio decir, seguia sorprendido, embobado y resentido por su reciente ataque. "mal, necesito que me prestes un poco de dinero" dijo lupe, apurada. "dinero?" el corazon de mauricio se hizo pedazos, "cuanto necesitas?" pregunto por preguntar, mauricio no estaba en condicion alguna de andar prestando dinero, apenas le alcanzaba para la renta y comida de pobre calidad con sabor a ceniza. trabajaba en un oficina chiquitita, en un edificio horrible. todo el dia se la pasaba poniendo al corriente y organizando archivos en una computadora extramadamente vieja. a él le gustaba su trabajo, le daba chance de recordar donde habia dejado todas esas cosas que habia perdido en toda su vida, se sentaba y rastreaba sus pasos "ah con que en la cocina de mi tio alberto" le decia, ya sin poder hacer algo, a nadie en absoluto. era un tipo solitario, sin familia ni amigos. en su tiempo libre, se quedaba en su diminuto departamento, con solo una cama, una mesa, una silla, una computadora, un ropero, un baño, un refrigerador y un microondas. en la soledad de su hogar, se dedicaba a ponerse triste y llorar por horas o dirigir magistralmente su equipo de fut bol fantasia, no habia quien no lo conociera en el ambito y era considerado invencible. todos los dias le llegaban mails con propuestas de trabajo, el solo se le quedaba viendo al monitor, fumando cigarrillos, con la cara mojada, sintiendo como se apoderaba de el la horrible depresion que lo detenia a la hora de hacer cualquier cosa. lupe necesitaba dinero porque era una drogadicta y le debia mas de un millon de pesos a su proveedor, un tipo con el cual no se jodia. "como mil?" respondio, pensando que talvez podia sacar mas. por alguna razon, estaba bajo la impresion de que mauricio tenia dinero, estaba pateticamente equivocada. "m-m-iil?" repitio, tartamudeando, mauricio. saco todo el dinero que tenia; en monedas de un peso y dos y cincuenta centavos, tenia... $23. "solo tengo $23" dijo sintiendo lastima por el mismo. "$23?" pregunto lupe, empezando a desesperarse, "si, esta bien" dijo, "todo es mejor que nada" pensó. "me los puedes traer?" pregunto despues de unos segundos de silencio. "amm ok" dijo mauricio, sintiendose una marioneta, vulnerable por la devastadora y constante soledad, harto de ser el unico personaje en la historia de su vida, libre del deseo sexual, pero todavia antojale un poco de compañia, sobre todo de lupe, la muchacha mas bella de su sencundaria. "donde estas?" pregunto, mordiendose la uña. "en el hotel "Pandæmonium" en el centro, lo conoces?" "no, pero tengo un entendimiento superior de internet, estare ahi como en una hora, de acuerdo?" explico, "si, aqui te espero" dijo lupe, con prisa y harta de hablar con ese olvidado personaje de su pasado.

mauricio no recordaba la ultima vez que salio a otro lugar que no fuera su trabajo o el super en la esquina de su cuadra. llevaba asi mas de 6 años. rapidamente encontro todo sobre el hotel "Pandæmonium" era un conocido nido de junkies. imprimio la direccion y como llegar, corrio a la calle y paro un taxi. "al centro" dijo mauricio, con un sentimiento de autodesprecio creciendo en su pecho. el taxista era un gordo bigoton todo sudado. oia atentamente a su radio de taxista. en el, uno llamado poncho francisco le confesaba su amor a la señorita del sitio, rosa conchita, ella le decia que en realidad ella queria a gonzalo ramiro, pero que el estaba enamordo de poncho francisco, todo un trio amoroso de lo mas peculiar. mauricio se empezo a interesar cuando llegaron. "$45" dijo el taxista, mauricio se acordo que solo tenia $23 y se pateo a si mismo por olvidar el pequeño detalle de que el taxi costaba dinero. "amm si, un momento" dijo y salio corriendo. el taxista apenas lo noto, rosa conchita habia empezado a gritar y poncho francisco lloraba ruidosamente. mauricio corrio unas cuadras como loco, mientras corria se sorprendio agradablemente al reconocer el buen estado fisico en el que estaba. corrio unos 10 minutos, se metio a un restaurante de carnitas, se sento en una mesa, dandole la espalda a la ventana y estudio sus hojas. "muy bien" dijo, limpiandose el sudor "aqui estoy yo y aqui esta ella" al parecer tambien tenia un entendimiento superior respecto a los mapas. se paro, se termino su coca light que le habian traido y salio, confiado y seguro de si mismo, por primera vez en mucho mucho tiempo.

camino unas cuadras, asombrado de lo mucho que habia camibiado, para mal, el centro. todo lleno de chavos con ropa de moda, oyendo musica pretenciosa y olvidable. "que tristeza" se dijo, recordando los dias de su juventud cuando su enfermedad todavia le permitia socializar. encontro el hotel "Pandæmonium" un edificio viejo y descuidado, rodeado de muertos en vida. busco con la mirada a lupe. unos junkies empezaban a acercarse a el, cuando lupe lo tomo del hombro. "mauricio" dijo una horrible flaca con manchas en la cara, hoyos en los brazos, casi calva y tan sucia que uno preferiria lamer el suelo del metro que tocarla. no quedaba nada de la lupe de antaño. "lupe?" preguntó mauricio, asqueado. "si, hola, mucho tiempo, no?" dijo lupe, nerviosa, sin dejarse de mover, pasando su mano varias veces por su cabeza y sobandose su brazo. mauricio se quedo con la boca abierta, no creyendo lo que veia, "pero que te paso?" se le salio de repente, "tu sabes, la vida y sus vueltas" dijo lupe, no siendo la primera vez que lo decia, "tienes el dinero?" preguntó, "si, aqui" dijo mauricio pensando que era una limosna mas que otra cosa. sacó los $23, se los dio, una vez en la mano de lupe, esta salio corriendo. "ok, adios" dijo mauricio, solo, parado, rodeado de junkies, en medio de la la sucia y descuidada calle. volteo al cielo, vio que oscurecia. "ahora como voy a regresar a mi casa?" pregunto, dandose cuenta que estaba lejisimos y no tenia ni un peso. empezo a caminar y mientras caminaba penso en aquel dia. el corazon le dolia, pero, con el coraje que habia juntado para semejante caminata, contuvo el veneno que suele correr por su cerebro. "no hay tiempo para lagrimas" se dijo, amargado, harto de estar vivo.

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