Thursday, June 25, 2009

di no

era una tarde nublada de domingo. las calles vacias, cansadas, torturadas por la actividad caracteristica del fin de semana, recien lavadas del vomito y la cerveza y las colillas de cigarro. todo el mundo en cu casa descansando para el comienzo de una nueva semana, preparandose para aprovechar esas nuevas oportunidades de hacer el mundo suyo. en una pequeña calle, frente a una iglesia, rompiendo el silencio, se oia el canto melancolico y los tristes acordes de juanelo, el vago musico interestelar fabuloso, tocando su guitarra conocida en el underground como lorena. junto a el, serio y pensativo, con un cigarrillo viajando constantemente de su boca a su mano y viceversa, estaba nuestro heroe, pompitas alonzo. pompi introducia el canto de juanelo a lo mas profundo de su corazon, absorvia cada nota, sentia cada palabra y era recargado de ese coraje infinito que tanto necesita un artista subversivo y poco inteligente a la hora de venderse y relacionarse.

juanelo, desde muy pequeño, tocaba la guitarra y era todo lo que hacia. como nadie queria oir el canto tragico de otro cabron, no conseguio trabajo y termino siendo un vago. su unica posesion en este mundo era su vieja y maltratada guitarra, lorena. en un tiempo, viajando por el mundo, juanelo conocio el exito, pero no soportó estar fuera de su amada colonia, lo dejo todo y regreso a ese vecindario intolerante que lo vio convertirse en un subhumano. en la misma colonia vivia nuestro muy querido pompitas alonzo. se conocieron afuera de un mercado, una vez que pompi fue a comprar un poquito de marihuana. se hicieron amigos casi de inmediato, compartian el sentido del humor y esa extraña actitud contra las reglas impuestas por ojetes. ellos decian no, le decian no al trabajo horrible de oficinista, le decian no al adquirimiento vulgar de conocimientos con el unico fin de conseguir dinero, le decian no a casi todo el capitalismo o sistema economico, no al gobierno, no a la gente convertida en ganado, no al arte pretencioso y ocioso, no a las clases, no a la busqueda bruta de sexo, no a la familia, no a la religion, no a la acomulacion estupida de bienes, no a un sin fin de cosas. y ahi estaban, sin dinero, sin amigos y sin nada que perder. viviendo de su arte ignorado y rompiendose la cara por el dinero suficiente para mantener sus habitos. era el chiste de decir no. pero si el hambre es algo, ese canijo. y nuestros protagonistas, ese atardecer de domingo, frente a la iglesia, lo sentian y lo sentian peor que nunca. a pompi, quien una vez en su vida, hace mucho tiempo, no le falto el pan, la cancion de juanelo le daba fuerzas y le ponia tonidita a su "se fuerte, pompi, se fuerte" que se repetia, cada vez mas bajo, en su cabeza.

tenian que hacer algo. la teoria era construida todos los dias, teoria sobre como actuar y que deberian hacer. como todo quien construye teoria sabe, no es un trabajo facil. todo debe encajar perfectamente o de lo contrario hay contradicciones y eso no es filosofia valida ni motor de accion, a eso se le llama religion. juanelo movia sus dedos como un maestro y de él, como si fuera una fuente de crudo sentimiento, salia la mas melancolica cancion. pompitas pensaba duro sobre su siguiente movimiento. aun era joven y le faltaba mucha vida, no queria pasarla sentando afuera de una iglesia, esperando a que el mundo camibiara y se acoplara a el, tenia que atraer mas gente a su filosofia "di no" pero nadie hacia caso. como competir contra la comodidad y la seguridad? nadie puede. se quedo, triste y casi resignado, fumando, viendo el suelo, oyendo a juanelo, diciendose a el mismo que no fue cortado para esto y que dios, si realmente existia, deberia de mandar muerte. "di no" le dijo juanelo como confirmando lo que ya sabe, haciendole saber que no esta solo, poniendo la mano en su hombro y caminando hacia la licoreria mas cercana. pompitas vio a su amigo de años alejarse, adentrarse en los callejones y desaparecer tras los hermosos edificios que ocupan esa parte de la ciudad. alonzo trago saliva, se acomodo el cabello, entro en la iglesia y al refugio para vagos.

"tu sabes que con una llamada puedes detenerlo todo" le decia su madre, en un cafe. el sol brillaba mas que nunca, el viento soplaba dulcemente, lo hacian a uno pensar, aunque sea solo por un segundo, que la vida no es violencia ni sufrimiento. pompitas le dio una fumada a su cigarro e exhalo el humo en la cara de quien lo expulso a este injusto y horrible mundo dominado por hijos de puta. "no" dijo, se levanto y, digno y solemne, vestido con su maloliente ropa sucia, se alejo. caminando de regreso a la iglesia dudo un segundo sobre sus motivos, pero de inmediato se reconocio y olvido su dilema. llego a la iglesia, se tiro en su camastro, saco un cigarrillo, lo prendio y, viendo el techo, fumo hasta que se acabo el cigarro y se quedo dormido. "no" dijo entre sueños soñando con cosas hermosas.

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