Tuesday, October 04, 2011

diversión natural

marimar, con las chapitas coloradas y cubierta de sudor, escribía una carta a su novio, en su pequeña celda amueblada con una litera, un escusado, una mesa y una silla. en las paredes habían incontables dibujos de diferentes cosas; un elefante, un arcoíris, un unicornio y del mar con una simpática isla justo en medio de la hoja. también había, junto al escusado, una casetera que, según marimar, sólo tocaba buena música. de vez en cuando se detenía y veía el calendario hecho por ella misma y, con los ojos tan abiertos que un dolor punzante caía sobre la unión de los parpados, se fijaba en las X's rojas acercarse cada día más a su libertad. le escribía al novio cosas como "te quiero" y "te extraño" y "no aguanto más a tu ausencia". faltaban solo 3 cajitas para esa tan añorada. justo lamía el sobre cuando llego su compañera de celda, verónica. las dos eran muy buenas amigas y desde el primer día se llevaron muy bien. "que hace cuando salga de la cárcel?" preguntó verónica con su característico mal español, sentándose en la cama de abajo, con un cigarrillo en la boca y una trenza en su negro y brillante cabello. tenía una cicatriz en el cachete izquierdo y un lunar cerca del labio inferior, los dos aportaban mucho a su belleza. marimar volteó sonriendo "voy a divertirme" emocionada contestó con un brillo deslumbrante en los ojos. verónica hizo una mueca "y que considerar diversión tú?", marimar se levantó de un salto, alzó los hombros y gritó "diversión, diversión natural!" y salió corriendo hacia el pasillo.

esa noche tuvo el sueño recurrente que había tenido todas las noches que llevaba en la prisión...

ella y su novio eran una pareja como cualquier otra; iban al cine, escuchaban música y se iban a bailar. todo era tan padre que parecía que soñaban aún sin estar dormidos, el tiempo no existía en su dimensión y marimar, cuando estaba con él, se alegraba de no ser un hombre. los días eran iguales hasta ese raro donde cocaína llegaba a sus manos. se volvían locos. una de esas veces, bailando james brown, con la cara toda blanca y gritando, algo se apoderó de marimar y, mientras su novio no veía, salió a las calles vacías, era de madrugada. estuvo vagando fuera de sí un tiempo hasta que se encontró un edificio tan lindo que no tuvo de otra que prenderle fuego. corrió a la gasolinera más cercana, compró muchísima gasolina, al parecer nadie hace preguntas cuando una muchacha guapa a las 4 de la mañana compra muchos litros de combustible, regresó al edificio, bañó un trapo en el inflamable liquido, lo metió al garrafón, sacó un encendedor con un dibujo de un niño down, un segundo de completa quietud y silencio, el viento movió su vestido y cabello, parada en frente del edificio, la tierra se detuvo un instante, y el fuego tocó el trapo. Marimar, en una milésima de segundo, tomó el garrafón, lo aventó a una ventana, la atravesó, y explotó adentro. las flamas se elevaron y marimar se quedó ahí parada, admirándolas. al final de juicio, cuando se la llevaban, esposada y humillada, no le importo las lágrimas de su madre o el ceño fruncido de su padre, lo único que quedó grabado fueron los ojos de su novio y lo que le decían "diversión natural, diversión natural".

INSPIRADO POR "GENIUS OF LOVE" DE TOM TOM CLUB

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