Los piratas del espacio.

"mierda, creo que es hora, es tiempo de que siga mi destino y me despida de todo" dijo el escritor de este cuento cuando vio a un sujeto vestido de amarillo caminando hacia el con un papel color rosa en su mano.
toda su vida habia estado esperando ese momento. desde que tiene memoria ha deseado no acordarse de nada, pero no podia dejar de reirse de la ironia y lo comica que era la situacion. siempre habia deseado dejar de ese mundo hasta pocos dias antes mientras estaba parado contemplando el cielo se dio cuenta que su vida era una completa basura. pensaras que esa es mas razon para esperar al sujeto vestido de amarillo con el papel rosa en la mano, pero nuestro querido escritor no es como tu ni como yo. ese sentimiento desgarrador de profunda desesperacion le parecio unico y seguro y sabia que si habia vida despues de la muerte o si lo perdiera lo extrañaria hasta la locura, ese sentimiento de fastidio y desagrado, claro que esto solo era una teoria y sabia que cuando lo perdiera lo no lo extrañaria un segundo o por lo menos eso esperaba.
un jueves nuestro querido escritor y protagonista se ponia un calcentin color negro y otro blanco. no habia pretencion alguna en su acto. su cerebro estaba demasiado ocupado volando por el cielo de sus pensamientos para notar su pequeña e irrelevante falta de estilo. esa mañana se dio cuenta que nunca iba a pasar por el mismo segundo otra vez. "que desgraciada es mi suerte, como quisiera ser un animal, como quisiera pasar por esta vida sin notar que estoy pasando por ella" se repetia mientras con una sonrisa en sus labios alcanzaba su recien encontrado zapato. "a la escuela" se dijo tratando de convencerce que valia la pena salir de su casa.
el sujeto vestido de amarillo estaba lo suficientemente cerca como para poner incomodo a cualquiera. se veian a los ojos esperando que el papel pasara de una mano a la otra. "el futuro en rosa" pasaba por la mente de ambos mientras olian sus alientos y sentian sus respiraciones chocar contra sus rostros. suficiente de suspenso me imagino habran pensado y con la mano derecha llena de sudor tomo, el escritor de este cuento, el papel y lo leyo con una sensacion que nunca habia sentido en la pansa. acabo de leerlo y volteo hacia el sujeto de amarillo que luego descubririamos que no era ni nada mas ni nada mas el portador de excelentes noticias.
fastiado por el mundo camino con la frente en alto y con el corazon palpitandole duro hacia la nave espacial que lo esperaba a la vuelta de la esquina. en su mente, ademas de todas las cosas obvias que un hombre tendria en la cabeza a estar a unos pocos segundos de abandonar todo lo que habia conocido y emprender el viaje de su vida, recordaba un el episodio del chavo del 8 cuando era el dia del maestro y el chavo le dio al profesor girafales una caja que no tenia nada y solo decia en la tapa de la misma "lo quiero".
llego a la nave color morado que tenia 3 ventanas enormes. subio apretando mas de lo recomendado su papel y le dijo al planeta que le habia dado asilo hasta entonces "hasta nunca, basura". entro en la nave y camino hasta donde habia un señor de unos 50 años aproximadamente. este señor jugaba fut bol los domingos en el mismo parque donde mis papas hicieron el amor hace 18 años y me concibieron un 29 de enero. el señor, que era un gran amante de las peliculas con finales tristes, le dijo al escritor de este cuento que tomara sus co... se interrumpio al ver que no tenia nada mas que un papel rosa, una camisa de su banda favorita, unos pantalones con manchas de mostaza, unos calzones un poco rotos, unos calcetines marca propia y unos zapatos que desde hace mucho deberian de estar en la basura. despues de interrumpirse continuo diciendo que lo siguiera. "era una nave muy bonita" pensaba nuestro protagonista mientras seguia al señor que parecia saber el camino. "no me llames carmelita" gritaba una muchacha que no voltearias a ver en la calle ni por fea ni por guapa. estaba hablando por telefono con su ahora ex novio que tenia una condicion llamada "la condicion carmelita", esta condicion era muy curiosa, basicamente era un tipo diciendole a todo el mundo carmelita. el señor y el escritor pasaron por el cuarto de esta muchacha que estoy casi seguro que no se llamaba carmelita y seguieron un poco mas rapido porque no querian la ira de esta muchacha fuera transferia hacia ellos.
pasaron unos buenos 10 minutos de la mas pura y excelentemente ejecutada caminata cuando llegaron al nuevo cuarto del escritor, se despidieron y el escritor decidio hacerle una prueba a su nueva cama y tomo una siestesita.
mas tarde esa tarde desperto y fue a explorar. camino y camino por ahi viendo y explorando su nuevo hogar. vio por una de las enormes ventanas que ya no estaban en su planeta, siempre se imagino que se habria de sentir algo cuando se sale de un planeta, pero al parecer estaba realmente equivocado. se sento en una banca que daba hacia una de las ventanas y recordo cuanto odiaba a sus amigos y los tramites de todos los dias y las presiones que llevaba estar vivo y querer ser alguien en la vida, odiaba mas que nada tener que respondarle a alguien o sentir cualquier tipo de compromiso que no mas porque era tradicion o idea de algun imbecil que fue oido mas de lo que debia y que su estupida idea termino formando parte de la sociedad y ahora tenia que adoptar como suyo, pero ya no mas, era libre, libre de todo y de todos, podia hacer lo que el quisiera, ya no habia presiones ni nada, solo tenia que relajarse y dejar que el tiempo se encargara de lo suyo, lo habia logrado, lo que siempre quizo. no podia creer su suerte, habia escapado por fin de aquel mundo que nunca habia llegado a comprender y la verdad para esas alturas del juego ya no queria. miro el techo, como era su costumbre, exalo y de su ojo derecho salio una lagrima de felicidad.
oia gloomy sunday de billie holiday cuando por su puerta entraba la muchacha que dias antes estaba gritando por un mobile. "hola, me llamo conchita" le dijo al escritor mientras este paraba la musica y tomaba una posicion mas adecuada, antes estaba tirado sobre su cama con su panza descubierta y el cierre del pantalon abierto gracias al mal habito que tenia de andarse agarrando las bolas. "hola, yo me llamo..." estaba apunto de decir como se llamaba cuando ella groceramente lo interrumpio diciendole que ella sabia como se llamaba, que todo el mundo sabia. esto lo lleno de curiosidad e inflo un poco el ego de nuestro guapo protagonista e impulsado por su curiosidad pregunto "como sabes como me llamo?", ella se volteo jugando, tratando de ser simpatica e ignorante de lo molesto que le resultaban sus juegos al emisor de la pregunta, y dijo "no importa, me voy". cuando la musica volvio a sonar olvido todo y se dejo poseer por arte y la genialidad. dias despues se topo a la muchacha en la cafeteria y se sentaron juntos a comer. platicaron sobre sus razones por las que quisieron dejar su anterior lugar de residencia y se dieron cuenta de que tenian muchas cosas en comun. acabaron de comer y fueron a dar un paseo por ahi para que se les bajara la comida.
paso el tiempo y cada vez se iban haciendo mas amigos. "no tiene sentido" le decia conchita cuando el escritor le trataba de explicar su mas reciente idea para un cuento donde el protagonista el era el mismo pero era como en tercera persona.

FIN