convivio de mutantes

estaba en una sala rodeado de mutantes, de mujeres que parecian las habian parido por el culo y haber pasado por años de servicio como piñatas, con una canasta llena de grasosos tacos, el olor que reinaba indescriptible, la luz de supermercado dejando ver toda la fealdad de los presentes, el silencio envidiado por funerales, incomodo, sudado, en el convivio de mutantes. la verdad era que habia conseguido trabajo en el gobierno y mi trabajo me obligaba a convivir con mutantes con mas dientes que tiburones y tan gordas como hipopotamos. habia mutantes buenos y malos, si me preguntan a mi... todos se me hacian iguales, si fuera por mi acabaria con todos ellos, les arrancaria el derecho a estar vivos, si fueran por mi no serian considerados humanos, con sus voces molestas y su vulgar manera de conducirse. con sus risas rezonando por todos el lugar, usando grocerias como no conocia, usandolas indiscriminadamente, "guey, pendejo, puto, no mames" nunca las grocerias me habian puesto incomodo hasta que las oi salir de la boca de esos mutantes. una mañana estaba viendo el techo preguntando sobre cosas divertidas cuando entro un tipo todo sudado con ojeras enormes, me decia que empezaba a mutar, me decia que tarde o temprano uno se volvia un mutante y la vida se jodia. los mutantes lo convertian a uno, organizan convivios, te dan comida de mutante y te dicen "come, come, come, one of us, one of us" y uno se queda parado con un vaso de coca light en la mano, sudando frio, tratando sonreir. ahora tenia a este tipo suplicandome que lo matara y que escapara, todavia no era tarde para mi, podia lograrlo, ves? lo mire con cara inexpresiva, luego me molesto la debilidad del pobre hombre, me pare de mi asiento viendolo con desprecio y sali al baño, el se quedo de rodillas con un cuchillo en las manos y el cuello estirado, debo hacer mas caso cuando uno que quiere que lo mate me advierte algo. "tonterias" pense en ese momento, solo son gordas horribles como las miles de gordas horribles que he conocido en mis dias bailando en el tercer planeta de este hermoso sistema solar, estaba irreversiblemente equivocado.

pasaron los dias y los mutantes buscaban cualquier razon para hacer convivio. llegaba uno y recolectaba el dinero "$80" me decia estirando su desagradable mano hacia mi. yo cedia, cualquier cosa era mejor que trabajar. y ahi ibamos otra vez, a otro convivio, a vernos incomodos hasta que llegaban los mutantes malos a gritar grocerias e intimidar a los mutantes debiles que solo querian morir, sudados, hambrientos, en un cuartito horrible, a comer comida que ningun humano deberia comer, a llenarnos de grasienta mierda, a tomar coca de dieta, a esperar, a convivir con mutantes. "es esto la vida?" me pregunte viendo mis manos que estaban mas gordas de lo que recordaba, "mutantes" susurre y recorde al viejo que una vez fue flaco, recorde el cuchillo y su cuello, ahora estaba en una esquina viendo la nada con comida desbordandose de su boca, con el alma robada, "mutantes" susurre, los voltie a ver, carcajendose, atragantandose, con sus peinados ridiculos y su ropa ajustada mostrando sus cuerpos amorfos, con sus dentaduras como baghdad, sus miradas de animales, "mutantes" volvi a susurrar esta vez un poco mas alto con coraje haciendo erupción en mi corazón. vi mi plato lleno de tacos de algo que parecia papa, vi el refresco de dieta, oi la conversacion de dos mutantes peculiarmente feos, "no que el seguro, el jefe, el trabajo, mi hija, bendito dios, la familia, blah blah blah" "ah" senti un gran dolor en el pecho, abandone el convivio de mutantes y fui a mi casa a pensar en lo sucedido.

entenderan que como yo no soy un mutante me costaba mucho trabajo relacionarme con ellos. era mi gig mas dificil, yo soy buen actor, pero no tanto, tenia que pretender ser idiota todos los dias, me pregunte sobre el efecto que esto tendria en mi. una tarde recite un poco de poesia cuando se me cayo mi helado, desde entonces el mutante para el cual trabajaba sospechaba que tenia algo bajo la manga, que no era lo que aparentaba. a mi solo me interesaba el dinero y con toda razon en ese trabajo pagaban bien. yo necesitaba el dinero para poder salir del planeta a reunirme con mi amor de secundaria. la mutante me obervaba todos los dias, sospechaba que yo no era como todos los demas, este mutante empezaba a reconocer mi mascara, empezaba a desconfiar de mi. en los primero dias me escapa a comer carnitas y a recuperar lo poco de humano que tenia, hasta que un dia llegue apestando todo a carnitas, fue el dia que ya no me prohibio salir, la cosa se ponia dificil. otra mutante que llevaba en ese lugar 17 años tambien tenia sus sospechas y la oia murmurale a los otros mutantes que yo era mas listo de lo que parecia, yo me limitaba a poner cara de idiota y a jugar buscaminas. los dias de abundancia estaban por acabarse, subestime demasiado a los mutantes y ahora venian por mi, me convertirian en uno de ellos o me harian renunciar, cosa que no podia hacer porque ya no podia mas sin tener entre mis brazos a la unica mujer que he querido, tenia que salir del planeta como fuere.

un lunes los convivios se volvieron cosa de todos los dias, ya ni buscaban razon, todas las mañanas llegaban a recolectar el dinero y esa tarde ya estabamos en circulo mentiendo mierda a nuestras bocas. no me iba a dejar, empece a hacer ejercicio y a leer mas de lo normal, una de las batallas mas duras de mi vida. para mi desgracia la lider de los mutantes trabajaba en el mismo cubiculo que yo y monitoreaba mi progreso, me hablaba de mierda que solo interesa al ordinario retrasado, yo repetia lo que habia oido que ellos decian, nervioso e incomodo. me salvaba todos los dias. no podia mas, despues de un mes de convivir con los mutantes mi cerebro crasheaba, cada mañana mas gordo que la anterior, "mutante" dije quedito viendo mi panza. no pensaba en darme por vencido, los mutantes tampoco, era a muerte, entienden? a muerte.

el segundo mes de la guerra mas sadica que he conocido, ya no trabajabamos, solo conviviamos. llegabamos y directo a la sala de convivios a mirarnos y a comer. me dolia todo el cuerpo y tenia migrañas infernales. "que esta pasando?" me dije llorando en mi baño cuando con una sola nalga tapaba todo el escusado. la gordura no era todo, en cada convivio cada vez hablaba mas con los demas mutantes, me iba sintiendo mas agusto, una vez me cache esperando con ansia el convivio. tenia que acabarlo o me volveria uno de ellos. llegue una mañana a presentar mi renuncia, me dijieron "te quedas para un ultimo convivio?", tenia hambre y ya estaba acostumbrado a su comida "por que no?" me dije levantando los hombros y camine de buen humor a la sala. "donde esta la comida?" pregunte extrañado rascandome la cabeza, oi que se cerró la puerta, voltie y su lider en frente de un grupo de mutantes cubriendo la salida, me señaló "ahi", "mierda" fue mi ultima palabra, los mutantes habian decido comerme en mi ultimo convivio, lo que mas tristeza me dio fue que ni siquiera lo vi venir, iba a morir como el perro que era en ese convivio de mutantes.