pise popo de perro

"muerdeme, puto!"
-algun bastardo

en el verano del 2004 caminaba a la ciudad de paris desde berlin con una mochila roja en mi espalda y una idea en la cabeza. era una mañana tan bella como la mujer que me pario. el viento sabia a gloria y mi cuerpo estaba indundado con juventud y felicidad.
ya me veia caminando entre "je t'aime's" y "je ne sais pas's" con una sonrisa de triunfo y exito perfectamente colocada en mi bello y redondo rostro con la torre eifel a unos pasos y un mundo de deliciosos crosants y cafe a otros. bellas mujeres parisinas viendo con indiferencia mientras les robaba el aire que bien pudieron haber respirado.
mientras caminaba pise caca de perro. la vi una milesima de segundo antes de poner mi pie sobre ella. la vi, se me olvido y unos metros despues me acorde como uno se acuerda de algo que no esta seguro si fue un sueño o si fue realidad. voltie y vi mi talla de zapato sobre una popo de perro pisada metros atras. hice cara de "fuck" y con asco y maldiciendo camine hacia el pasto mas cercano. en el pasto hice lo que uno hace cuando pisa popo de perro.
despues de unos minutos de estar tallando mi zapato contra el pasto como loco segui caminando tratando de recuperar el buen humor.
en el camino me encontre a un conocido del colegio, momin. momin era naturalmente desagrable, esa era su naturaleza. todo lo que hacia me resultaba inatamente desgradable, no podia soportar estar con el mas de 10 minutos y cuando supe que el hijo de puta tambien estaba caminando a paris en el siguiente pueblo compre un boleto de camion y deje para luego mi sueño de caminar de berlin a paris.
en el trayecto pasamos a lado de momin y vi como se cayo en un hoyo que habia a la mitad del camino. me rei y dormi placidamente hasta paris.
en paris no sabia por donde empezar asi que fui a un bar. en el bar pedi una botella de vino y pensando en mi futuro y en mis aventuras antes de que me diera cuenta ya me lo habia tomado todo.
pense que seria inteligente conseguir un lugar donde dormir antes de que me pusiera muy borracho y fui a un hostel, pero no cupo. tome la targeta de credito de mi papa y alquile una habitacion de hotel en un hotelucho por ahi.
mi cuarto estaba padre. redondo con alfombra roja y cobijas verdes. una ventana que llevaba a un balcon y un florero muy bonito con flores que parecian permanentes. un lava-manos, espejo y dos puertas verdes en las redondas paredes y un candelabro que parecia haber sido hecho en masa colgaba del techo.
me sente en la cama un poco triste y añorado el imaginado sentido de logro al que habia renunciado gracias al maldito de momin. momin habia cambiando mi vida y la idea era como un perro muerto a la mitad de la carretera. pero estaba en paris "animo!, alegria! venga! amistad!" me dije y me pare lleno de energia con el bar y una botella de vino en mi futuro.
llegue al bar animado y "broder, una botella de un vino bueno, pero barato!" le dije al muchacho atras de la barra. me miro unos segundos como sintiendo algo mal en la escena, pero nada de lo que pudiera reclamar. me dio mi botella, un vaso y un platito lleno de botana que no se veia muy apetitosa. me recargue sobre el bar a buscar a alguien que estuviera solo y con quien platicar. me di cuenta que el lugar estaba lleno de señores de como 40 a 50 años con las caras todas golpeadas por la vida. veian la nada con copas y botellas en frente de ellos. con cada señor otro señor que parecia haber sido hecho con el mismo molde a lado haciendo lo mismo. como que querian desaparacer, solo unos instantes dejar de existir, que no haya rastro de ellos, suspenderse del mundo, irse a medio tiempo, darse un regaderazo y volver. bien se podia ver en sus caras que el alcohol, como alguien una vez les prometio, no les daba el sentimiento deseado y su programacion no les dejaba usar drogas mas efectivas. por lo que solo veian con el corazon en la memoria el suelo con expresion de desagrado y borrachos, pero sintiendo, todavia orgullosos porque si, frustrados e impotentes, recordando cuando tenian opciones y la libertad todavia existia, otros con la miseria metida tan adentro que no parecian pensar en nada, solo eran estuches vacios, no alma, no nada.