Monday, December 03, 2012

sufrimiento perpetuo

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el cientifico contreras estaba tirado en una banca en un parque con niños, perros y enamorados comiendo helados muy contentos, con el botón del pantalón abierto y la panza de fuera. rascaba con fuerza su guch y veía con la cara deforme por aturdimiento placentero el cielo atardeciendo y la copa de los arboles moviéndose por el viento. para el espectador superficial el cientifico contreras parecería un vago sucio sin nada que aportarle al mundo, este juicio no podría estar más alejado de la verdad. mariano contreras era una eminencia del conocimiento y tenía el cerebro trabajando a todo lo que daba, atrás de esa cara de retrasado complicados procesos mentales explotaban como los astros, en su cabeza cadenas de ideas inimaginables se formaban y cobraban vida. sacó su mano de sus pantalones, la puso abajo de su nariz y olió con todas sus fuerzas, marcándosele las venas en las sienes, colorándosele y mojándosele los ojos y con tantita sangre bajando de sus fosas. el poderío y la plenitud absoluta del olor a guch fue eso que empujó todo el proceso intelectual a un final espectacular. "eureka!" gritó, saltando de la banca con los pantalones en los tobillos, llevando su olorosa mano hacia el cielo y provocándole el vomito a miles de angeles. tomó de su saco de pana café un poco de purell, se lavó la mano y caminó fuera del parque muy decidido, no había tiempo que perder, mierda.

la puerta del laboratorio se abrió con violencia. la joven del aseo concha gritó del susto y tantita leche le salió de sus espectaculares tetas, sus mejillas se ruborizaron dandole una aspecto encantador. "concha!" gritó el cientifico contreras ya colocándose sus gafas de protección, ya con su bata puesta y sus guantes protectores bien acomodados. "lo he logrado, concha! por mi puta madre que lo he logrado" "yo le dije cientifico que lo iba a lograr, si usted además de guapo es súper listo" concha abanico con sus pestañas al ocupado hombre de ciencia, éste no notó nada y la espectacular mujer, que sólo quería amar, recordó con tristeza que selena estaba equivocada. se quedó parada perdida en la tristeza y en la tormenta hormonal que exigía satisfacción. el cientifico contreras estaba inclinado sobre una mesa como esas donde ponen los cadáveres de la morgue, taladrando sólo años de educación saben que. "listo!" gritó cubierto de sudor. concha se acercó tímida y vio a un tipo regordete y bajito, pálido como si estuviera muerto. "pero cientifico..." dijo concha no sabiendo que pensar, llevando sus dedos a sus carnosos y colorados labios. el cientifico, respirando duro y con una mueca, veía a su creación, en su mente se celebraba un desfile colosal de posibilidades.

el cientifico contreras colocó a su robot en medio de su laboratorio personal muy bien iluminado y muy limpio porque concha ramirez se enorgullecía de su trabajo. "bueno, concha" le dijo emocionado a la muchacha que sólo tenía lugar para una persona en su corazón, "¿lo prendemos?", concha sólo movió la cabeza de arriba a abajo con los ojos fijos en el pene tamaño regular del robot, preguntándose por qué, si alguien iba a crear a una persona, le daría ese aspecto, ¿por qué no guapo? ¿por qué no fuerte? concha no entendía. el cientifico corrió como un niño hacia el robot con aspecto humano y lo prendió. se oyó el sonido de cuando una computadora vieja se prende, poco a poco abrió los ojos y movió lentamente su cabeza de izquierda a derecha. sus pupilas se calibraron, la boca se abrió y cerró unas cuantas veces y el robot, a quien llamaremos alberto, empezó a gritar como a quien es torturado exageradamente. "qué demonios..." se dijo el cientifico sorprendido viendo en el suelo al desnudo gordito, retorciéndose y gritando como loco, concha tenía las manos en sus orejas y la cara fruncida. el hombre que jugó a dios se acercó alarmado y lo apagó. "no sé que habrá salido mal" se dijo viendo el inerte cuerpo tendido sobre el frio suelo.

jorobado sobre una mesa alumbrada por una lampara, mal rasurado, desaliñado y con días sin dormir, el cientifico, después de haber checado toda la matematica y la ciencia y esas cosas que no entiendo, descubrió un fatal error. todo lo que hacia ser a su robot, lo que le daba vida, también le producía una tremenda y desgarradora cantidad de dolor. un segundo de conciencia y alberto era invadido por sufrimiento perpetuo. "que mal" se dijo el decepcionado cientifico contreras, fumando un cigarrillo fino, sabía que no había nada que arreglar, desde la base su proyecto estaba condenado al fracaso. se limpió una lagrima que corría por su mejilla, tomó su chamarra y en el patio, al dirigirse a la salida a tomar su derrota afuera, pasando frente al cuarto de servicio, vio a la voluptuosa concha encuerda bailando y cantando una melodía pegajosa. el cientifico se quedó contemplando maravillado hasta que la sensual muchacha lo notó. "que no le de pena... ¡venga a disfrutar!" gritó concha riendo contenta con sus senos meneándose con la mitad del cuerpo salido por la ventana. y así disfrutaron días hasta que uno se aburrió del otro.



2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

La cabeza caerá primero.

1:53 PM  
Anonymous Anonymous said...

Rockeas duro.

1:53 PM  

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