¡Hurrah por las Anchas!
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Las mujeres anchas son un verdadero regalo del
cielo. Sé muy bien que no hay posibilidad de que alguna me voltee a ver, pero eso no frena mi pasión al verlas pasar. Al toparme con ellas, en menos de un instante, sin que pueda hacer algo al respecto, explota en mí el
deseo, me vuelvo un animal y, antes de que algo lamentable o vergonzoso pase,
miles de años de evolución frenan el impulso primitivo y me paralizo. Es
difícil de explicar lo que me hacen, lo que me pasa en el cerebro, corazón y
genitales, al presenciar este espectáculo maravilloso y repentino. Más allá de
la lujuria colosal que me provocan, al encontrármelas, me pongo contento, se
disipan las penumbras que cubren la esperanza y quedo libre
de la estorbosa venda de la pesadumbre. Cargado hasta el tope de genuina emoción,
“¡hurrah!” gritó dentro de mí, alterado “¡hurrah por la anchas!” le grito al
mundo, riendo a carcajadas, girando sobre mi propio eje, con los brazos extendidos hacia los lados, admirándolas en toda su anchura, súbitamente desorientado, sin saber qué
hacer, descompuesto, con la cabeza dando vueltas, nervioso y ansioso, suspendido
de la realidad, planeando sobre la existencia, surcando los aires del
deseo y de un segundo a otro, todo acaba. Desaparecen y ahí me quedo como quien
ha comido algo delicioso, pero diminuto, con la mente reiniciándose, recordando poco a poco quién, cómo y qué soy. No hay remedio y sigo adelante con mi
día, ahora con la memoria impregnada del recuerdo placentero de aquellas
magnificas criaturas. Empujado a reflexionar, obligado a repasar el orden de
las cosas, termino aceptándolo todo con buena actitud. Soy un adulto y he vivido lo suficiente para contar con los soportes que
previenen que me venga abajo y me tire por la ventana al ser cacheteado de vez en cuando por las duras verdades de la vida y, no dispuesto para nada
a remediar mis defectos, me es natural la imposibilidad de su cariño. No pasa nada, me repito, recuperado de la impresión, continuando con mi paseo, con la autoestima estable,
celebrando el encuentro. “Hurrah” susurro feliz y sonriente, pero, a la vez, algo cabizbajo
por lo poco que duran los encuentros. Tengo ganas de reclamo absurdo, de volverme creyente, voltear al cielo y agitar mi puño, pero
tengo más ganas aún, viéndome hasta el colmo de inspirado, de cantar una
canción de amor proveniente de la zona más noble de mi alma. Todo pensamiento
impuro, ahora que no hay ninguna alrededor, se va y en su lugar queda la
añoranza de saber poesía para hacerle justicia al sentimiento que brilla
esplendido. Quiero dedicarles versos, me gustaría contar con el ingenio para
decir algo elocuente, algo gracioso o inteligente, pero no, soy un hombre ordinario, muy de mi
tiempo y me refugio torpemente en mi teléfono y pretendo que no siento nada.
Voy y compró un helado y, bajo el poderoso sol, me planto en una banca en un parque, tratando de superarlas, pero no lo logro y al final del día, sin opciones, no queda más que
ir como condenado a la orca, a encerrarme, a llenar la alfombra de la lujuria y ansia. Me hago daño con las anchas del
internet, se me sale la baba, y acabo apestoso, tirado en el suelo, con la
respiración agitada. “Hurrah” le digo al adolorido colorado globo desinflado
entre mis piernas, “hurrah” les digo a las anchas gimiendo en el monitor y, con
un maremoto de sentimiento azotando dentro, me meto a bañar. Paso horas en la regadera, volteo hacia la
nada, sintiendo al agua tibia caer y a los males echarse para atrás un rato, cansado, sintiéndome como rata inepta y resignada en laberinto fácil de solucionar, todavía bajo la influencia de la fugaz aparición, y digo, con sentimientos extraños paseando casualmente por mi centro, solemne “hasta el siguiente
encuentro, anchas, ojalá supieran cuanto las amo y que las celebro
sinceramente, son un verdadero triunfo de la naturaleza y no... no sólo me conformo,
estoy alegre de encontrármelas por ahí haciendo lo que sea hacen las diosas en
la tierra" y ya de regreso en la inercia de la vida, no queda más que esperar a volver a encontrármelas para decir hurrah por mis muy amadas
anchas, hurrah.
A TODAS LAS ANCHAS DEL MUNDO
A TODAS LAS ANCHAS DEL MUNDO
2 Comments:
https://youtu.be/VMnjF1O4eH0
Awwww💖
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