me gusta emborracharme y cantar karaoke
mi vida no tenia sentido. iba por el mundo como un tren por las vias. siempre al mismo lugar, siempre lo mismo. un dia, paso algo que cambio mi vida para siempre...
de corbata y traje caminaba por la calle en automatico. dia nublado, ordinario, destinado a acabar como siempre. sono mi telelfono "bueno?" dije con el viento dandome justo en la cara. alguno se tardo mas de unos segundo en avanzar cuando la luz se puso verde y otro comenzo a tocar el claxon como poseido por una de esas señoras violadas por el destino, no me dejaba oir. me meti a la primera tienda que vi. "bueno?" volvi a decir, "quien habla? quien?", "soy yo, manuel", "manuel? yo no me llamo manuel", "oh numero equivocado" y colgo. me di cuenta que estaba en una tienda de electronicos. pasaba por ahi todos los dias y nunca la habia visto, que curioso, no? sin razon aparente recorri los pasillos. "puedo ayudarlo?" dijo un señor con un cigarrillo en la boca, una camisa de boliche abierta que dejaba ver su pecho peludo y la wife-beater sudada que parecia 3 tallas mas chica de lo que deberia. "amm no, solo veo" dije con la voz ronca. despues de un rato de dar la vueltas algo llamo me atencion, un karaoke. de inmediato en mi cabeza aparecio una escena de la pelicula "huevos de oro" de uno de mis directores favoritos bigas luna. "tengo que tenerla" dije como en trance. "oiga" voltie a ver al señor que ahora comia pollo frito de una cubeta empapada en grasa "cuanto cuesta?" pregunte lentamente sin saber que estaba haciendo. "500", "oh ok". pague y sali.
llegue a mi casa, conecte el karaoke a la tele. no sabia que los karaokes necesitaban discos "mierda" dije y lo bote en una esquina de mi sala tele. me sente a ver peliculas el resto de la tarde, me quede dormido pensando que mi sala era justo como la desee, como la de bill murray en broken flowers. a la mañana siguiente me desperto el tiembre, mi camisa y corbata estaban llenas de baba. me sorprendio encontrarme todavia sentado con la musica del menu del dvd sonando, "fue solo un sueño" dije mientras iba a abrir. "hola, señor guzman?", "no... no, aqui no vive". cerre la puerta. me quede parado en la estancia viendo mi casa, oscura, solitaria, silenciosa. suspire antes de entrar al baño, vi que estaba listo para el trabajo, sonrei arreglandome el pelo. cuando acabe vi como el brillo de mis ojos desaparecia y me dejaba poseer por la rutina. otro dia, otro peso. sali del edificio harto de todo. hice exactamente lo que hice el dia anterior hasta que pase por la tienda de electronicos. recorde el karaoke. entre con unas extrañas ganas de cantar. "tiene de esos discos pa el karaoke?" le pregunte a una señora de unos 40 años con un bebe en brazos. "no" respondio viendome a los ojos. nos quedamos viendo unos minutos sin decir palabra, "oh ok" dije al destrabarme. sali de la tienda aturdido, con ganas de tomarme un descanzo de estar vivo, cansado de sentirme tan cansado. "hay que seguir" me dije como siempre me digo. al lado de la tienda de electronicos habia un bar y a lado del bar, una tienda de discos. entre a la tienda de discos sorprendido de que le dedicaba a algo tanto esfuerzo. "tiene de esos discos para el karaoke?" pregunte serio, la amargura de años de vida se me notaba hasta en la mas corta oracion, la mas simple pregunta, la gente normalmente detecta que hay algo mal en mi hasta cuando les digo la hora y se alejan lo mas posible, pero este no fue el caso, el tipo de la tienda de disco se sintio identificado con mi manera cortante y poco amistosa de hablar, lo entendio como una invitacion para empezar una conversacion. "con que te gusta el karaoke, eh?", "como a cualquiera, tu sabes?" le dije incomodo tratando de no verlo a la cara, la conversacion fuera del trabajo mas larga que habia tenido desde hace mucho mucho tiempo. "tienes discos de karaoke?" volvi a preguntar dispuesto a mandarlo todo a la fregada y seguir mi camino. "si, alla" señalo unos discos, mientras caminaba hacia los discos señalados note que el tipo me miraba. rapidamente agarre un disco de julio iglesias, otro de the wu-tang clan y el ultimo de ministry. "si te gusta el karaoke en el bar de a lado los lunes hay tarde de karaoke, cerveza barata" lo voltie a ver, "en la tarde" repeti en mi cabeza viendo su sonrisa, "a mi me encanta tomar en la tarde y ultimamente he tenido una misteriosa obsesion por el karaoke" pense con los puños apretados. "ok, el lunes" dije aparentando ser un tipo ordinario, trate de sonreir, pero se me hizo que era demasiado. pague y sali.
llegue a mi casa, entre como kramer en seinfeld. conecte el karaoke como si a eso me dedicara y puse el primer disco que saque de la bolsa, ministry era. cante con mucho sentimiento toda la tarde, no recordaba la ultima vez que me senti tan bien, tan liberado. esa noche dormi como bebe en coma y con 0 chances de despertar. a la mañana siguiente fui a trabajar como siempre, cuando estoy en la oficina es como si escapara de mi mismo, como si hiciera un viaje astral. nunca me acuerdo de nada del trabajo. sali mas feliz de lo normal con ganas de un delicioso pollo frito. entre al lugar "hola, ruben" me dijo chamuel, el dueño y viejo amigo, no se porque me decia ruben, pero nunca le di mucha importancia, ruben era buen nombre y se me hacia gracioso que en diferentes lugares me conocieran con diferentes nombres, ademas, si un dia cometiera un crimen y la policia preguntara por mi los sacaria de onda que en el restaurante de pollos soy conocido como ruben. rei al volver a pensar esto. comi de buen humor y me llene todo de grasa.
llego el lunes. me dolia la garganta de tanto cantar, pero no era como si estuviera dispuesto a parar, estaba enganchado. vi en mi calendario que ese dia era lunes. "es hora" me dije dispuesto a llevar mi amor por el karaoke a un lugar publico. me vesti como siempre me visto y a las 3 de la tarde entre al bar algo nervioso y no muy seguro de saber que estaba haciendo. "una tan fria como el corazon de la mujer promedio" no iba a dejar que años de estudio se fueran a la basura y cada vez que ordeno cerveza lo tengo que hacer de la manera mas poetica o lo que sea. tome el vaso y me sente en una mesa lejos del escenario. dieron las 4 y nadie cantaba, la gente a mi alrededor solo tomaba callada. me tome mi 5ta cerveza y no podia mas, ver ese karaoke ahi, sin ser usado me partia el corazon, "tengo que cantar" me dije temblando sin dejar de ver el karaoke, "unas mas, no quiero ser el primero" seguia suficientemente sobrio. acabe mi decima, agarre el vaso, lo tire contra el suelo y camine decidido hacia el escenario. la gente, borracha y que hasta entonces parecia que estaban en un funeral, comenzo a aplaudir y gritar. tome el microfono, seleccione la cancion, mire a la gente que estaba casi cayendose a las 5 de la tarde, sonrei y cante, cante como nunca, la gente se volvia loca. cerre los ojos, me deje llevar. el tiempo se detuvo, no oia mas que mi propia voz y la musica de "por el amor de una mujer" de julio iglesias. la cancion acabo. abri mis ojos y la gente gritaba, se volvia loca, aplaudian y se abrazaban los unos a otros. aquel pequeño y oscuro bar en ese momento se conviertio en mi hogar. nunca me habia sentido tan bien.
ahora... despues de una vida de ser un patetico cabron sin destino ni lugar en este enorme y a la vez diminuto mundo, solo puedo decir con una sonrisa tatuada en mi cara "me gusta emborracharme y cantar karaoke" di un giro de 180º, ves? no se porque la gente dice 360º, si algo gira 360º grados termina en el mismo maldito lugar donde empezo, describe un circulo completo.
de corbata y traje caminaba por la calle en automatico. dia nublado, ordinario, destinado a acabar como siempre. sono mi telelfono "bueno?" dije con el viento dandome justo en la cara. alguno se tardo mas de unos segundo en avanzar cuando la luz se puso verde y otro comenzo a tocar el claxon como poseido por una de esas señoras violadas por el destino, no me dejaba oir. me meti a la primera tienda que vi. "bueno?" volvi a decir, "quien habla? quien?", "soy yo, manuel", "manuel? yo no me llamo manuel", "oh numero equivocado" y colgo. me di cuenta que estaba en una tienda de electronicos. pasaba por ahi todos los dias y nunca la habia visto, que curioso, no? sin razon aparente recorri los pasillos. "puedo ayudarlo?" dijo un señor con un cigarrillo en la boca, una camisa de boliche abierta que dejaba ver su pecho peludo y la wife-beater sudada que parecia 3 tallas mas chica de lo que deberia. "amm no, solo veo" dije con la voz ronca. despues de un rato de dar la vueltas algo llamo me atencion, un karaoke. de inmediato en mi cabeza aparecio una escena de la pelicula "huevos de oro" de uno de mis directores favoritos bigas luna. "tengo que tenerla" dije como en trance. "oiga" voltie a ver al señor que ahora comia pollo frito de una cubeta empapada en grasa "cuanto cuesta?" pregunte lentamente sin saber que estaba haciendo. "500", "oh ok". pague y sali.
llegue a mi casa, conecte el karaoke a la tele. no sabia que los karaokes necesitaban discos "mierda" dije y lo bote en una esquina de mi sala tele. me sente a ver peliculas el resto de la tarde, me quede dormido pensando que mi sala era justo como la desee, como la de bill murray en broken flowers. a la mañana siguiente me desperto el tiembre, mi camisa y corbata estaban llenas de baba. me sorprendio encontrarme todavia sentado con la musica del menu del dvd sonando, "fue solo un sueño" dije mientras iba a abrir. "hola, señor guzman?", "no... no, aqui no vive". cerre la puerta. me quede parado en la estancia viendo mi casa, oscura, solitaria, silenciosa. suspire antes de entrar al baño, vi que estaba listo para el trabajo, sonrei arreglandome el pelo. cuando acabe vi como el brillo de mis ojos desaparecia y me dejaba poseer por la rutina. otro dia, otro peso. sali del edificio harto de todo. hice exactamente lo que hice el dia anterior hasta que pase por la tienda de electronicos. recorde el karaoke. entre con unas extrañas ganas de cantar. "tiene de esos discos pa el karaoke?" le pregunte a una señora de unos 40 años con un bebe en brazos. "no" respondio viendome a los ojos. nos quedamos viendo unos minutos sin decir palabra, "oh ok" dije al destrabarme. sali de la tienda aturdido, con ganas de tomarme un descanzo de estar vivo, cansado de sentirme tan cansado. "hay que seguir" me dije como siempre me digo. al lado de la tienda de electronicos habia un bar y a lado del bar, una tienda de discos. entre a la tienda de discos sorprendido de que le dedicaba a algo tanto esfuerzo. "tiene de esos discos para el karaoke?" pregunte serio, la amargura de años de vida se me notaba hasta en la mas corta oracion, la mas simple pregunta, la gente normalmente detecta que hay algo mal en mi hasta cuando les digo la hora y se alejan lo mas posible, pero este no fue el caso, el tipo de la tienda de disco se sintio identificado con mi manera cortante y poco amistosa de hablar, lo entendio como una invitacion para empezar una conversacion. "con que te gusta el karaoke, eh?", "como a cualquiera, tu sabes?" le dije incomodo tratando de no verlo a la cara, la conversacion fuera del trabajo mas larga que habia tenido desde hace mucho mucho tiempo. "tienes discos de karaoke?" volvi a preguntar dispuesto a mandarlo todo a la fregada y seguir mi camino. "si, alla" señalo unos discos, mientras caminaba hacia los discos señalados note que el tipo me miraba. rapidamente agarre un disco de julio iglesias, otro de the wu-tang clan y el ultimo de ministry. "si te gusta el karaoke en el bar de a lado los lunes hay tarde de karaoke, cerveza barata" lo voltie a ver, "en la tarde" repeti en mi cabeza viendo su sonrisa, "a mi me encanta tomar en la tarde y ultimamente he tenido una misteriosa obsesion por el karaoke" pense con los puños apretados. "ok, el lunes" dije aparentando ser un tipo ordinario, trate de sonreir, pero se me hizo que era demasiado. pague y sali.
llegue a mi casa, entre como kramer en seinfeld. conecte el karaoke como si a eso me dedicara y puse el primer disco que saque de la bolsa, ministry era. cante con mucho sentimiento toda la tarde, no recordaba la ultima vez que me senti tan bien, tan liberado. esa noche dormi como bebe en coma y con 0 chances de despertar. a la mañana siguiente fui a trabajar como siempre, cuando estoy en la oficina es como si escapara de mi mismo, como si hiciera un viaje astral. nunca me acuerdo de nada del trabajo. sali mas feliz de lo normal con ganas de un delicioso pollo frito. entre al lugar "hola, ruben" me dijo chamuel, el dueño y viejo amigo, no se porque me decia ruben, pero nunca le di mucha importancia, ruben era buen nombre y se me hacia gracioso que en diferentes lugares me conocieran con diferentes nombres, ademas, si un dia cometiera un crimen y la policia preguntara por mi los sacaria de onda que en el restaurante de pollos soy conocido como ruben. rei al volver a pensar esto. comi de buen humor y me llene todo de grasa.
llego el lunes. me dolia la garganta de tanto cantar, pero no era como si estuviera dispuesto a parar, estaba enganchado. vi en mi calendario que ese dia era lunes. "es hora" me dije dispuesto a llevar mi amor por el karaoke a un lugar publico. me vesti como siempre me visto y a las 3 de la tarde entre al bar algo nervioso y no muy seguro de saber que estaba haciendo. "una tan fria como el corazon de la mujer promedio" no iba a dejar que años de estudio se fueran a la basura y cada vez que ordeno cerveza lo tengo que hacer de la manera mas poetica o lo que sea. tome el vaso y me sente en una mesa lejos del escenario. dieron las 4 y nadie cantaba, la gente a mi alrededor solo tomaba callada. me tome mi 5ta cerveza y no podia mas, ver ese karaoke ahi, sin ser usado me partia el corazon, "tengo que cantar" me dije temblando sin dejar de ver el karaoke, "unas mas, no quiero ser el primero" seguia suficientemente sobrio. acabe mi decima, agarre el vaso, lo tire contra el suelo y camine decidido hacia el escenario. la gente, borracha y que hasta entonces parecia que estaban en un funeral, comenzo a aplaudir y gritar. tome el microfono, seleccione la cancion, mire a la gente que estaba casi cayendose a las 5 de la tarde, sonrei y cante, cante como nunca, la gente se volvia loca. cerre los ojos, me deje llevar. el tiempo se detuvo, no oia mas que mi propia voz y la musica de "por el amor de una mujer" de julio iglesias. la cancion acabo. abri mis ojos y la gente gritaba, se volvia loca, aplaudian y se abrazaban los unos a otros. aquel pequeño y oscuro bar en ese momento se conviertio en mi hogar. nunca me habia sentido tan bien.
ahora... despues de una vida de ser un patetico cabron sin destino ni lugar en este enorme y a la vez diminuto mundo, solo puedo decir con una sonrisa tatuada en mi cara "me gusta emborracharme y cantar karaoke" di un giro de 180º, ves? no se porque la gente dice 360º, si algo gira 360º grados termina en el mismo maldito lugar donde empezo, describe un circulo completo.
posted by a. m. "pompitas" alonzo at 3:47 PM
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