Thursday, January 17, 2013

En la PEEPR tradition

El Ataque De Los Monstruos

Rossana y Mariela bailaban en la calle una noche estrellada de verano. Llevaban 5 horas bailando y sus juveniles y firmes cuerpos estaban cubiertos por sudor. El fuerte olor a jovencita atrajo monstruos despiadados de las profundidades del infierno. Rossana y Mariela fueron víctimas de estos monstruos, murieron destruidas por exagerada violencia. 

El Festival De La Locura

Cristina experimentaba con drogas, se inyectaba todo lo que tenía a la mano, trabajaba en una farmacia y su aburrimiento la había hecho perder el recato y la cautela. Cristina se inyectó todo y el mundo a su al rededor se empezó a derretir y transformar y las cosas dejaron de ser como eran. Llegó a un mundo mágico lleno de colores y sentía plumas acariciar su cuerpo. Se unió a un desfile de criaturas fantásticas, marchó contenta, moviendo la cabeza y los brazos, con un mueca idiota, al ritmo de la canción, comió cosas que iban más allá de su imaginación y se subió a atracciones que la hicieron sentirse más viva que nunca. El éxtasis se apoderó de ella y la euforia incrementó cada segundo. Se volvió loca de la felicidad hasta que le explotó el corazón, se le derramó el cerebro y cayó muerta en medio de la bodega de la farmacia.

El Fin De Una Era

Miriam estaba tirada en su cama con sus paredes rosas cubiertas por pósters y fotos de un robot hecho de cajas. Lloraba del placer y del dolor. De su corazón emanaba una especie de pus provocada por eso que salía de su estéreo. La emoción la zarandeaba y sentía fuego entrar por sus orejas y quemarla toda. "Dios mío!… Cristo Jesus!" gritaba con el pecho, parecía, haciéndole explosión, con las tripas de fuera, con el intestino expuesto de tanto salvaje placer. "Maldita sea" gritó orgasmeada, nunca en sus 15 años había sentido tan rico. Vio con los pelos alborotados y recuperando el aliento, su tocadiscos. Un consolador empapado y apestoso cayó en la alfombra púrpura, se movió como un pescado recién sacado del mar y poco a poco se detuvo. Miriam se limpió el sudor, mirando intimidada su reproductor de compactos, sabía lo que esto significaba.

El Humano Del Mañana

Sofia no quería a nadie y la humanidad en su totalidad le parecía una gran colección de hijos de puta. Ella no sabía lo que buscaba, pero algo muy en su interior le decía que esperara, que un día alguien llegaría, que no perdiera la paciencia, tenía que darle chance a la evolución y entonces pasaría.

El Idiota Del Planeta

Daniela miraba a su padre lamer un enchufe, caerse por las escaleras, mearle encima a un cabrón enorme, morder ancianas, cagarse al echarse pedos, ordeñar gordas y un sin fin más de idioteces extraordinarias. La pobre muchacha se miraba en el espejo compadeciéndose, es duro ser la hija de su padre.

El Laboratorio De Las Pesadillas

Victoria trabajaba en un curioso laboratorio perdido en el bosque. Su trabajo era difícil, pero ella era buena en lo que hacía. Tenía que escribir, sentada en uno de los miles cubiculos, hoja tras hoja, de 9 a 5, de lunes a viernes, cosas malvibrosas. Acaba una hoja, la metían en un contenedor y la mandaba por un tubo. No sabía a donde iban sus hojas con mierda horrible ni que hacían con ellas. Todos los días en el largo camino a su trabajo veía a la ciudad convertirse en bosque preguntándose que harán con tanta pesadilla. Siempre había querido preguntar, pero por la pena no se atrevía.

El Pito De Satanas

Norma, en el mercado que se pone afuera de su casa, compró un curioso frasco lleno de formaldehído con un extraño pedazo de carne roja deshaciéndose. Se pasaba las tardes viendo el frasco como hipnotizada, como con ganas de comérsela a pesar que era de esas personas a las que le daba asco la mayoría de las cosas, pero como fuere lo quería dentro de ella. Apenas se contenía de sacarlo y metérselo a la boca. Muchas noches se cachó a ella misma sonámbula caminando hacia el frasco, una vez despertó y ya tenía la mano dentro. Pensó en tirarlo, pero cuando estaba apunto se arrepentía y lo regresaba a su repisa. Llegó el día en que ya no podía más, sacó la carne, la sazonó sabroso, la echó en un sartén y con verduras mixtas se la comió muy contenta.

El Regreso Del PEEPR

Beatriz y Viviana jugaban dados en el callejón. Viviana casi le había quitado todo su dinero a su amiga de años cuando notaron a una multitud de muchachas caminar en trance por la calle. "¿Qué demonios?" se preguntó Beatriz totalmente confundida. Salieron del callejón, vieron el cielo nublado excepto por claro celestial a la distancia, allá hacia donde caminaban las jovencitas. Del hoyo en las nubes salía un rayo de luz que iluminaba una casita muy mona. Las mujercitas se congregaban al rededor de la casa, se agarraban de las manos y gritaban en coro algo que no se entendía. "Esto sólo puede significar una cosa" dijo Viviana viendo a la congregación. Beatriz, con los ojos en blanco, se unió a la procesión y se dirigió a la casa. "Ha empezado" susurró Viviana dejándose llevar.

El Robot De Mis Sueños

Carmen se limpió las manos llenas de grasa y aceite y vio orgullosa, fumando un buen merecido cigarro, el fruto de su trabajo.

Para escuchar "el descenso" de PEEPR da click... AQUÍ!

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