Monday, February 25, 2013

gózalo

16

en una mansión en la zona más exclusiva de todo miami, florida, sentando en un sillón hecho a la medida, en una sala totalmente blanca, diseñada por el más talentoso diseñador con vida, separada del kilométrico, imponente y verde jardín por un vidrio impecable del tamaño de una alberca olímpica, por donde entraba poderoso todo el sol de la península, con una morena anónima  guapa y nalgona echándole todas las ganas que sus años de experiencia le permitían, vestida sólo por una tanga verde fosforescente escondida como un camino rural entre dos montañas, bailando hipnótica, cada nalga independientemente superando la velocidad del sonido, moviéndose como con efecto especial de la matrix, sacando pequeños, silenciosos y sensuales pujidos, expidiendo pequeñas y deliciosas gotas de sudor que iban a estrellarse en la cara morena a pocos centímetros, algunas inclusive entrando en la boca, de hombre con cabello rapado, corte caro, con diamantes traídos de un meteorito en cada lóbulo, con ropa varias tallas más grande hecha de cáñamo del futuro, de puerto rico, salido de la nada, de los barrios pobres de san juan, músico virtuoso, establecedor de la vanguardia, considerado hasta por el más amargado, cínico y tonto como un genio, hábil y duro hombre de negocios, principal representante del género, era contra quienes competían los que jugaban ese sabroso juego llamado reggaeton, concentrado esa tarde calurosa, con los ojos cerrados, en los ritmos que caían cargados de sexualidad y ansía libidinosa, tronando en las bocinas de metros de altura en medio del lugar, parte de la búsqueda del productor para su siguiente disco y, hasta entonces decepcionado y frustrado, con el gesto correspondiente, Guzman herrera, conocido en la industria sólo como Guzman, no encontraba en el estruendo eso que tocara la fibra en su corazón que ha regalado más ricura a la humanidad que todos los chefs de la tierra juntos. por la puerta, sin ser percibida, entró michelle, una mujer sudamericana, ancha, pero no gorda, un tanto masculina, elegante, cabello teñido, ropa cara, coautora de todos los éxitos de Guzman, manager y mejor amiga desde la infancia, juntos habían salido de la miseria a la que la estadística e historia familiar los tenía condenados. michelle se sentó, viendo a Guzman escuchar con desagrado, empapado en sudor ajeno. sacó un cigarrillo fino que nadie que conoces puede pagar, se echó para atrás y fumó exhalando mucho humo. los ritmos pararon, la morena guapa nalgona, como quien ha roto récord en velocidad en la carrera de su vida, propiedad de la inercia, dejó de moverse poco a poco, y cuando por fin se detuvo, con una pequeña toalla, se limpió el sudor mientras y se fue para siempre. Guzman regresó del maravilloso mundo al que escapaba, de su interior fantástico, con una sensación desgarradora en el pecho. miró a michelle, quien estaba echada en el sillón esperando inexpresiva, absorta en sus propios pensamientos. ella no estaba preocupada, sabía que tarde o temprano encontrarían al indicado para acompañar debidamente sus versos y ritmas. se vieron unos segundos, Guzman con dolor en los ojos, michelle enternecida por su obsesivo y maniático socio. "nothin'?" preguntó michelle, dándole una palma sonora de animo, "nada" respondió Guzman perdido en el laberinto de la desesperación.

nestor mendez, un joven medio gordo y medio feo, estaba sentando en un tambo, comiendo esquites, afuera de un edificio enorme sobre una avenida congestionada, esperaba a que su hermana saliera del trabajo. todas las tardes desde que su hermana consiguió trabajo de secretaria, su madre lo mandaba a que la acompañara de regreso a su casa, no sea que le fuera a pasar algo. la hermana salía a las 5, pero nestor llegaba un poco antes, le gustaba escuchar los ruidos de la ciudad, inconscientemente acomodarlos en su cabeza e imaginar a las ratas bailar enloquecidas. si no estaba comiendo los deliciosos esquites de de doña checha, pegaba sobre sus muslos con sus palmas y flotaba hacia a la estratosfera contaminada. salía su hermana y él regresaba a la tierra, pero lo que en realidad lo anclaba a este mundo era esa quien acompañaba a su hermana, una muchacha llamada yolanda, vecina y compañera de trabajo. se le quedaba viendo, cohibido e intimidado, todo el trayecto en metro de regreso. a la hermana de nestor no le caía bien, pero nestor, cada vez que se emborrachaba, que no era seguido, dejaba a un lado su timidez usual y le decía a yolanda, en las fiestas de su complejo habitacional, acercando mucho su cara, que él la quería y que le diera una chance, pero yolanda siempre respondía lo mismo, le decía "tengo novio" y nestor lloraba desconsolado porque estaba enamorado y no podía sacarla de su cabeza. él, como era un terco en negación, todos los días maquinaba planes para ganarse el cariño tan deseado, tenía que pegar en algo y tenía que hacerlo rápido porque la vecina del 9 le dijo, mientras se fumaban un porro, que vio a yolanda ver catálogos de vestidos de boda, el corazón de nestor explotó en mil pedazos, el tiempo se acababa. se sentó en su comedor y vio hasta la mañana siguiente la pared, preguntándose en que era bueno. era su costumbre llevar un ritmo durante la reflexión y mientras más pensaba más rápido y genial evolucionaba el ritmo. salió el sol y nestor, con las manos adoloridas y con medio complejo habitacional bailando afuera de su apartamento, se dijo a sí mismo que era un bueno para nada. salió a echarse por la azotea, cosa que impidieron sus vecinos, le dijeron "nestor, eres número uno" y así fue al centro a comprarse una computadora, había leído en una revista que la única manera de hacer música sin otras personas era en la computadora, de todas maneras no tenía espacio para una batería ni paciencia para reunir una banda. era un hombre de su tiempo, bajó un poco de software y estuvo encerrado en su cuarto picándole obsesivo. nestor estaba listo, el producto de su clickeo, inspirado por el amor, era genialidad pura. quemó un demo, "nestor" escribió con plumón morado y estaba en su camino hacia la oficina de correos, cuando, en el suelo frente a su puerta, encontró la invitación a la boda de yolanda. se le quedó viendo, ahí en el suelo, durante horas, perdiendo poco a poco la razón. la tragedia no hubiera sido tan desastrosa si nestor tan sólo no hubiera malinterpretado, los meses antes de la boda, las sonrisas que pensaba le eran dirigidas o los guiños ocasionales, disparados hacia el cosmos, interceptados por el desesperado hombre. nestor, enloquecido en el aturdimiento de la colosal catástrofe emocional que se avecinaba inminente, pensaba tenía una chance y juraba, si alguien le hubiera preguntado, que yolanda escaparía con él en el último segundo, el vhs de el graduado fue encontrado en su videocastera con la cinta transparente. así, con la cabeza invadida con injustificada esperanza, fue a la iglesia con su hermana y su madre, una clara y soleada mañana de primavera y la vio parada en el altar, más angelical que nunca, más fresca, más joven y hermosa, la vio entregándole su vida a otro hombre. lloró toda la ceremonia, sentado en la última fila, rodeado de familiares y amigos explotando de alegría, sólo mariano, un primo del novio, notó la deforme empapada cara de nestor y le dijo, compadeciéndolo, a su tía marcela "como esa canción de tina turner", "mmhh" hizo la tía marcela, cansada de nunca entender las referencias de su sobrino. al final de la boda, con arroz y palomas volando por doquier, con gente aplaudiendo, riendo y sintiéndose más viva que nunca, yolanda se acercó, se paró muy cerca, levantó la vista, había lastima y piedad en su mirada, hizo una caricia en el cachete mojado, arrugado y trémulo de la cara horrizada y llena de tics, nestor sufría, con el orgullo torturado por su propia mano, con el corazón inexistente, en un segundo se le quitó toda la locura y entendió que nunca fue suyo eso que creía le robaban. corrió como loco hacia su casa y se echó un clavado a su cama, a acostarse un año entero, a estar tapado por sabanas apestosas en la oscuridad, a pensar en la muerte, a sentir el sufrimiento avasallador del cariño no correspondido. al final de la hecatombe espiritual, perdido en la ceguera de la depresión, encontró una luz a lo lejos, un brillo en la niebla súper densa de la tristeza abarcándolo todo, un rayo de esperanza que fue creciendo, entrando todos esos meses, hasta ahora percibido, por su ventana, proveniente del estéreo de mauro y beatriz, una pareja de niños de la calle bailarines, eran las letras ingeniosas y graciosas y ritmos poderosos y sensuales del buen reggaeton. nestor abrió los ojos despojado del control de su cuerpo, fue a su computadora llevado por una fuerza ajena y produjo su obra maestra. despertó con el dedo roto días después. en su escritorio un disco desvirginizado con "NESTOR" escrito en dorado. le hizo mil copias, lo escuchó caminó a la oficina de correos, una sonrisa, la primera en mucho tiempo, quedó tatuada en su cara, "por mi puta madre... lo he logrado" se dijo. lo mandó a disqueras con nombres como "Nalga de 14K limited" y "Perreo Intenso International" y, 2 días después, llegó un cheque por 1 millón de dólares, un boleto de avión a miami y una carta felicitándolo por todo su futuro éxito. nestor, viendo por su ventana, con la carta arrugada en las manos, le dijo al mundo entero que estaba listo para olvidar y seguir adelante.

nestor, vestido con un traje blanco y una cadena de oro, llegó a miami una noche calurosa de marzo. lo esperaba un chófer de 2.5 m afuera de la terminal internacional con un letrero en las manos con "NESTOR" escrito en focos de muchos colores flasheando. "cuanto lujo" dijo nestor de buen humor y fueron a toda velocidad al restaurante más elegante de todo miami, florida. ahí estaban Guzman y michelle, ansiosos por conocerlo, por empezar y barnizar con sus palabras el tallado monumental que les había llegado una tarde entre un montón de mediocridad, en esa montaña de compactos esperaba el sonido que cambiaría al mundo entero. nestor entró tímido al restaurante lleno de celebridades, que will smith, que denzel washigton. la anfitriona del lugar, la mujer más guapa que haya visto en su vida, lo llevó hasta una pareja tomando champán contentos en la terraza. "ha llegado quien esperaban" dijo la hermosa anfitriona, emanando belleza deslumbrante, "toda nuestra vida" dijo entre risas Guzman, parándose, recibiendo la mano de nestor con un abrazo. los tres tomaron y platicaron y se volvieron los mejores amigos. con la luna llena enorme sobre ellos y entre el sonido de los animales de pantano, michelle, imprudente por la champaña, preguntó a nestor sobre la inspiración de su trabajo, fue cacheteada, ella y Guzman, con una cara de absoluta tristeza, de los ojos bajos de nestor salieron chorros de miseria, revelando que en su pantalla mental el recuerdo imborrable del amor ni siquiera perdido, peor todavía, el amor que nunca pasó, que nunca fue concebido, se proyectaba en alta definición. "... lo siento" dijo michelle, arrepentida y apenada, con Guzman reclamándole con la mirada, nestor levantó la vista, sonrió la más lastimera sonrisa jamás y les contó con un nudo en la garganta su historia de terrible desamor. los tres, al final del relato, se quedaron serios, todo quien ha conocido el éxito conoce el amargo sabor de la derrota, no puedes llegar a la cima sin rasparte las rodillas y clavarte una que otra espina. por suerte, la situación se destensó con la caída de un hombre gordo que pasó junto a su mesa con una charola llena de pasteles. los tres rompieron en gradual carcajada y siguieron con los buenos tiempos. la juerga siguió y siguió por días hasta que era hora de empezar a trabajar. nestor y Guzman se encerraron en el estudio, nadie conoce el proceso creativo de Guzman, esos que tratan de imitarlo han llegado a extremos para descubrirlo, pero el fracaso continua una constante en su patética vida. michelle, durante esos días, es bombardeada con llamadas, buscando una ventana abierta en la casa de talento que es el músico conocido por todos como Guzman, michelle siempre responde riendo, con un trago de mujer en una mano y un cigarrillo en la otra, con encanto nato, contesta "que les hace pensar que yo sé más que ustedes?" a lo que los reporteros escépticos y frustrados responden "ohh como eres" y aguantan las carcajadas que siguen, pero, en este disco, la interminable insistencia de la presa por la comprensible conmoción causada por este misterioso nuevo prodigio, se volvió tan intolerable que michelle tuvo que escapar a su casa en los alpes. nestor y Guzman, exhaustos, pero felices, acabaron el último track y se sintieron como dos padres después de que su hijo ha ganado todos los premios prestigiados posibles o el EGOT, se quedaron viendo parados frente a la consola, en su mirada el cariño que se le tiene a alguien con el que se ha estado exitosamente fusionado y el respeto de dos maestros gigantes en completa igualdad. "okay" dijo Guzman, sudado y casi muerto, "let's hear it, escuchemo". le puso play y de la bocinas cantidades  imponentes de placer magnifico llenando el aire, pintando a su paso el mundo con una incontenible sensación gloriosa indescriptible, más allá del uso de palabras, escapando la realidad de este universo, trascendiendo el reino del lenguaje. toda la amargura y tristeza de nestor fue borrada de su alma, se sintió como un recién nacido, un bebé orgasmeado, vuelto un pene de 1.70 m. y eyaculando por primera vez, con un gesto deforme de placer novedoso cubriendo cada parte que lo conformaba, física o no. Guzman, con paz iluminada en el rostro, fumando un blunt y tomando cerveza hecha especialmente para él, moviendo la cabeza de arriba a abajo, se dijo que por fin había exteriorizado todo su arte y ahora podía morir tranquilo. "como lo llamamo?" preguntó Guzman cuando por fin pudo hablar, con el brazo alrededor de nestor, éste movió un poco la cabeza, bajó menos de un centímetro los ojos, recordó a yolanda, le dedicó el disco y sintió por última vez su salvaje amor. "Gózalo" dijo, olvidando por completo y volviendo a empezar.

A DAVID FOSTER WALLACE