бред
mauricio corria como loco por las calles de la ciudad. gritaba y corria, su mente se derretia y estaba apunto de embarcarse en la mas desquiciada aventura. "orate!" le grito una señora que barria la calle. en la ciudad de mauricio, la gente barria de noche, porque en el dia hacia tal calor que a todo el mundo le daba hueva todo y se quedaban en su casa tomando refresco yoli y viendo la television, viendo, entre otras coas, el programa del primo de un brode. la gente no lo sabe, pero el mundo se jode mas y mas cada segundo. la mierda se degenera a un ritmo escalofriante. justo esto acababa de aparecer en la mente de mauricio y no sabia que hacer, su mente, como supongo la de cualquiera en esa clase de situaciones, solo mandaba un mensaje: "ESCAPA! ESCAPA!" y eso era lo que hacía, escapaba, escapaba de la degeneración y de la ola de jodedez que estaba apunto de impactar y llevarse todo. una pregunta, despues de que su mente se aclaro un poquito, surgio en su cabeza "A DONDE?!" dejo de correr, ahi rodeado de la oscuridad, completamente solo, en alguna calle siempre mojada y maloliente del centro de la ciudad. se le ocurrio buscar a alguien que comparta su deseo de escape, corrio a un cafe internet y busco por toda la red a alguien que entienda por lo que estaba pasando. en unos minutos encontro a un tipo que tenia una nave espacial y decia que escapaba del lento declive de la humanidad. "eso!" grito, parandose, tirando la silla y levantando el puño en señal de triunfo. la gente de alrededor lo vio feo, "pero que sujeto tan desagradable" dijo una señora a otra señora que buscaba pornografia con pompitas alonzo. imprimio la direccion, salio del cafe sin pagar, paro un taxi, leyo "richfield 123", levanto la cabeza con los ojos reventando en esperanza, el taxista, que era un antiguo bailarin, movio la cabeza dando entender que habia entendido y alla fueron, internandose en la oscuridad de la noche, yendo a toda velocidad hacia la siguiente parte de esta aventura.
el taxi se orillo en richfield 123. era una casa enorme, las paredes cubiertas de enredaderas y el porton oxidado como dildo metalico de mujer que chorrea mucho. mauricio, como hipnotizado, se bajo del taxi, caminó timidamente hacia el timbre, pero antes, el taxista, que no toleraba mierda de nadie, menos ese dia, lo tomo del hombro y le dijo "oye tu, son 23 pesos, puss que estas pensando? diablos" mauricio, despertando del trance producido por el suspenso y la expectacion, se tardo tantito en entender lo que decia aquel gordo bigoton con un puro delgado en la boca. "ah si" dijo, mentiendo la mano al bolsillo. saco un billete de 20 pesos, "es todo lo que traigo" dijo poniendo cara de tristeza, el gordo miro primero la mano con el billete, luego la cara de pendejo de mauricio, hizo un puño y grito "toma!" un puñetazo se dirigio a toda velocidad contra el ojo de nuestro querido protagonista. en cualquier otro dia, al taxista todo este asunto le hubiera valido madre, pero justo ese dia su mujer lo habia dejado por un pastor aleman y no era la traicion lo que mas le dolia, el taxista tenia un serio problema con la gente que practicaba la zoofilia. "como pude querer a alguien asi?" se repetia a el mismo desde que se entero de la tragica noticia. mauricio cayo al suelo con el ojo adolorido, "ay!" fue lo que dijo al sentarse en el frio y duro pavimento, poner la mano en su cara y ver al taxista regresar a su taxi y alejarse. "oh la violencia" dijo ya parado, reflexionando sobre lo sucedido. se limpio el pantalon, se arreglo el cabello y voltio hacia la enorme casa en la silenciosa calle.
"una idea. es hora de salir. oh la eternidad, es donde yo pertenezco, no hay manera. uno busca, sigue buscando y se queda buscando hasta el final de lasss vueltas. yo no tengo miedo. yo soy fiel al ideal que quema dentro de mi y se que un dia me dare cuenta de que todo es mentira o todo es verdadd. aunque el corazon se seque, y aunque la esperanza se pierda, estare parado, con la frente en alto, con el corazon latiendo, porque se, se que todo pasa, todo viene y se va. es la fuerza del espiritu la que me permite moverme, aun muerto, con la flama quemando, nada podra detenerme. es el delirio, es el problema, soy la cura, la solucion, es el escape, es la salida, soy yo y corro hacia mañana, corro hacia el futuro y cae la saliva del hambre que he sentido y cae por el sentimiento que quema dentro de mi, quema por la infinita oportunidad de seguir, por eso y mas he estado preparandome para seguir, es el delirio, es la enfermedad, es todo lo que soy, para seguir, para no detenerme, para decirme un dia "mierda, mierda, no es posible" y el fracaso, tan presente como nada, insignificante bajo la enorme sombra del posible triunfo. oh mañana, oh mañana, vamos, con lagrimas bajando, con el espiritu quemado, sin razones, sin nada, yo estare aqui, parado, con la frente en alto, quemandome en el delirio"
toco el timbre. por el interfon se oyo "quiiien?" "soy yo... mauricio" dijo mauricio, pensando en lo chistoso de su respuesta "como si supieran quien soy" se dijo durante el silencio que siguio. oyo un perro ladrar, oyo los ruidos que solo se oyen en la noche. se vio a si mismo parado bajo un faro, frente a ese porton oxidado, en esa casa extraña. "un segundo" dijo la voz casi robotica. un indigena abrio la puerta. estaba vestido con un trajecito negro. hizo un ademan que indicaba lo siguiera, mauricio obedecio. la casa, silenciosa y oscura, alguna vez blanca, parecia abandonada. la pasaron por un lado y siguieron hacia la parte de atras por un camino oculto por plantas. encontraron un cuartito en el extremo de un jardin enorme, con la luz prendida. el indigena señalo el cuarto. "ok, de acuerdo" dijo mauricio lleno de suspenso y nervios, la curiosidad habia tomado lo mejor de el. caminó hacia el cuarto. al llegar se asomó por una ventana que no habia sido lavada en mucho tiempo, adentro un hombre en sus 50s, calvo, con una bata, moviendole cosas a un juego de quimica. intermitentemente, iba de su juego de quimica a una pila de libros y de ahi a un cuaderno forma francesa, donde anotaba alguna cosa. "ohh" hizo mauricio antes de tocar. "hola" dijo sonriendo con los ojos brillando cuando aquel hombre abrio la puerta. "mauricio?" preguntó el tipo, levantando la ceja, "si, soy yo", "yo me llamo nataniel" "mucho gusto" dijo mauricio al darle la mano a nataniel. el hombre no dejaba de ver el ojo morado de mauricio. en ese entonces casi nadie se metia en pelas y podias considerarte afortunado si te topabas con alguien que tuviera signos de pelea. "debe tener caracter" penso nataniel, invitandolo a pasar. al entrar, mauricio echo un vistazo al cuarto. una cama, un microondas, un refrigerador, una mesa cubierta por papeles, libros y un juego de quimica. las paredes estaban tapizadas de libros. nataniel jaló una silla y la señalo, "sientante" dijo, fue por un cuarderno. "me imagino vienes por lo de la nave espacial", mauricio lo miraba con el corazon en la mano, con lagrimas en los ojos, con un nudo en la garganta, no podia esperar ni un segundo mas para salir del planeta, podia ver la decadencia acercandose, la casa de nataniel era un cruel recordatorio de el mas grande de sus miedos. "si" penso responder mauricio, pero el sonido fue tan debil que no llego a ningun lado. "bien, debo hacerte unas preguntas primero, esta bien?" mauricio movio la cabeza de arriba a abajo. nataniel disparo pregunta tras pregunta, mauricio respondia seguro de si mismo con toda honestidad. "de acuerdo" dijo nataniel, habia olvidado lo que se suponia iba a averiguar con su interrogatorio analmente diseñado. "mmm" hizo nataniel, pasando la mano por la calva, se paro, dio unos pasos, se detuvo y miro detenidamente a mauricio, quien estaba muriendo de los nervios, ahi sentando, temiendo que no lo dejara ir. "ok... puedes venir" dijo de pronto nataniel, inmediatamente despues de decir aquello, nataniel supo que habia tomado la decision correcta. llevarian con ellos dos maquinas de escribir, toneladas de libros y papel, tecnologia que les permetia crecer vegetales mas rapido de lo normal, tecnologia para reciclar papel, al indigena chuy y a dos mujeres: viviana y beatriz, beatriz era para mauricio. salian el proximo jueves, la nave estaba en una isla noruega, en uno de los puntos mas al norte de la tierra, llamada slavbard. "ni una palabra a nadie" dijo nataniel cuando se despedian, a mauricio le parecio innecesario. siguio al chuy, el indigena hasta la calle. "adios, chuy" dijo mauricio viendo a chuy cerrar la puerta. voltio hacia el cielo, "muy pronto" se dijo lleno de esperanza.
espero el jueves comiendo las cosas que mas le gustaban. lloraba en un puesto de carnitas con un taco en la mano, balbucenado "te voy a extrañar" tirado sobre la mesa, con la boca atascada de cerdo. estaba a punto de echarse para atras, pero la cara horrible del taquero le dio el coraje necesario para seguir adelante. y alla fue, hacia el resto de su vida. paro un taxi, estaba vez el taxista era un flaco con cara de rata, con un bigote delgadito sobre el labio, vease john waters, vease little richard. "cuanto de aqui pa alla?" pregunto mauricio, recordando su ojo y el dolor, el trauma provocado, "20" dijo el taxista abriendo mucho los ojos, "20? de acuerdo". mauricio conto su cambio, tenia $23. "muy bien, vamos", levanto la vista y ahora habia cigarrillo en la boca del taxista. se sento en el asiento trasero y todo el camino vio las horribles calles de su ciudad, a la gente apestosa, ordinaria e hijaputa, los edificio en mal estado, jodidos por el tiempo, jodidos por la vida. "no hay manera" se dijo, viendo sus manos, unas ganas de llorar tremendas, como era su costumbre, le entraron. cuando la primera lagrima estaba por caer se acordo que tenia un boleto dorado y que pronto estaria fuera de ahi, levanto la vista con los ojos brillando y "Se fuerte" se dijo. el resto del camino dejo que sus sueños tomaran el control.
llego a la casa de nataniel. chuy, el indigena, abrio la puerta, estaba vestido igual que la otra noche, pero ahora tenia unos lentes oscuros. "hola chuy" dijo mauricio, pasandolo y yendo hacia el cuarto en la parte trasera. entró al cuarto, todo estaba en cajas. nataniel tenia un traje viejo, pero elegante. se saludaron, "listo?" pregunto, jugueton y emocionado, nataniel, "absolutamente" respondio, serio mauricio, "muy bien". fueron a la limosina de nataniel y manejaron hasta el aeropuerto, ahi tomaron el jet privado de nataniel y volaron hasta slavbard, noruega. en un almacen los esperaban las mujeres y la nave espacial. hasta entonces mauricio no habia pensando en beatriz, hasta se le habia olvidado, toda la emocion de escapar habia ocupado la totalidad de su CPU. al bajar del carro, mauricio sintio la nieve caer en su cara, sintio a la tierra por ultima vez. entraron al almacen. "dejenme presentarlos" dijo nataniel entre mauricio y las mujeres. "beatriz... viviana... el es mauricio" viviana sonrio, beatriz miro a su compañero para el resto de su vida. beatriz era una mujer no flaca ni gorda, un poco mas chaparrita que mauricio, blanca con las chapitas como fuego y el cabello tan negro como wesley snipes, unos ojos grises grandotes capaces de desintegrar almas. mauricio se enamoro en el acto. al verla quedo paralizado, con una mueca estupida en la boca, con el corazon trabajando mas duro que nunca, el tiempo se detuvo y nada mas importo. "es hora" dijo nataniel como cubetazo de agua helada. los cuatro, seguidos de chuy, subieron a la nave. mientras se cerraba la compuerta, mauricio le sonrio burlonamente al mundo. como preso que escapa, asi dejaba a la tierra para siempre, a volverse uno con su delirio.
A LOS RAMONES
el taxi se orillo en richfield 123. era una casa enorme, las paredes cubiertas de enredaderas y el porton oxidado como dildo metalico de mujer que chorrea mucho. mauricio, como hipnotizado, se bajo del taxi, caminó timidamente hacia el timbre, pero antes, el taxista, que no toleraba mierda de nadie, menos ese dia, lo tomo del hombro y le dijo "oye tu, son 23 pesos, puss que estas pensando? diablos" mauricio, despertando del trance producido por el suspenso y la expectacion, se tardo tantito en entender lo que decia aquel gordo bigoton con un puro delgado en la boca. "ah si" dijo, mentiendo la mano al bolsillo. saco un billete de 20 pesos, "es todo lo que traigo" dijo poniendo cara de tristeza, el gordo miro primero la mano con el billete, luego la cara de pendejo de mauricio, hizo un puño y grito "toma!" un puñetazo se dirigio a toda velocidad contra el ojo de nuestro querido protagonista. en cualquier otro dia, al taxista todo este asunto le hubiera valido madre, pero justo ese dia su mujer lo habia dejado por un pastor aleman y no era la traicion lo que mas le dolia, el taxista tenia un serio problema con la gente que practicaba la zoofilia. "como pude querer a alguien asi?" se repetia a el mismo desde que se entero de la tragica noticia. mauricio cayo al suelo con el ojo adolorido, "ay!" fue lo que dijo al sentarse en el frio y duro pavimento, poner la mano en su cara y ver al taxista regresar a su taxi y alejarse. "oh la violencia" dijo ya parado, reflexionando sobre lo sucedido. se limpio el pantalon, se arreglo el cabello y voltio hacia la enorme casa en la silenciosa calle.
"una idea. es hora de salir. oh la eternidad, es donde yo pertenezco, no hay manera. uno busca, sigue buscando y se queda buscando hasta el final de lasss vueltas. yo no tengo miedo. yo soy fiel al ideal que quema dentro de mi y se que un dia me dare cuenta de que todo es mentira o todo es verdadd. aunque el corazon se seque, y aunque la esperanza se pierda, estare parado, con la frente en alto, con el corazon latiendo, porque se, se que todo pasa, todo viene y se va. es la fuerza del espiritu la que me permite moverme, aun muerto, con la flama quemando, nada podra detenerme. es el delirio, es el problema, soy la cura, la solucion, es el escape, es la salida, soy yo y corro hacia mañana, corro hacia el futuro y cae la saliva del hambre que he sentido y cae por el sentimiento que quema dentro de mi, quema por la infinita oportunidad de seguir, por eso y mas he estado preparandome para seguir, es el delirio, es la enfermedad, es todo lo que soy, para seguir, para no detenerme, para decirme un dia "mierda, mierda, no es posible" y el fracaso, tan presente como nada, insignificante bajo la enorme sombra del posible triunfo. oh mañana, oh mañana, vamos, con lagrimas bajando, con el espiritu quemado, sin razones, sin nada, yo estare aqui, parado, con la frente en alto, quemandome en el delirio"
toco el timbre. por el interfon se oyo "quiiien?" "soy yo... mauricio" dijo mauricio, pensando en lo chistoso de su respuesta "como si supieran quien soy" se dijo durante el silencio que siguio. oyo un perro ladrar, oyo los ruidos que solo se oyen en la noche. se vio a si mismo parado bajo un faro, frente a ese porton oxidado, en esa casa extraña. "un segundo" dijo la voz casi robotica. un indigena abrio la puerta. estaba vestido con un trajecito negro. hizo un ademan que indicaba lo siguiera, mauricio obedecio. la casa, silenciosa y oscura, alguna vez blanca, parecia abandonada. la pasaron por un lado y siguieron hacia la parte de atras por un camino oculto por plantas. encontraron un cuartito en el extremo de un jardin enorme, con la luz prendida. el indigena señalo el cuarto. "ok, de acuerdo" dijo mauricio lleno de suspenso y nervios, la curiosidad habia tomado lo mejor de el. caminó hacia el cuarto. al llegar se asomó por una ventana que no habia sido lavada en mucho tiempo, adentro un hombre en sus 50s, calvo, con una bata, moviendole cosas a un juego de quimica. intermitentemente, iba de su juego de quimica a una pila de libros y de ahi a un cuaderno forma francesa, donde anotaba alguna cosa. "ohh" hizo mauricio antes de tocar. "hola" dijo sonriendo con los ojos brillando cuando aquel hombre abrio la puerta. "mauricio?" preguntó el tipo, levantando la ceja, "si, soy yo", "yo me llamo nataniel" "mucho gusto" dijo mauricio al darle la mano a nataniel. el hombre no dejaba de ver el ojo morado de mauricio. en ese entonces casi nadie se metia en pelas y podias considerarte afortunado si te topabas con alguien que tuviera signos de pelea. "debe tener caracter" penso nataniel, invitandolo a pasar. al entrar, mauricio echo un vistazo al cuarto. una cama, un microondas, un refrigerador, una mesa cubierta por papeles, libros y un juego de quimica. las paredes estaban tapizadas de libros. nataniel jaló una silla y la señalo, "sientante" dijo, fue por un cuarderno. "me imagino vienes por lo de la nave espacial", mauricio lo miraba con el corazon en la mano, con lagrimas en los ojos, con un nudo en la garganta, no podia esperar ni un segundo mas para salir del planeta, podia ver la decadencia acercandose, la casa de nataniel era un cruel recordatorio de el mas grande de sus miedos. "si" penso responder mauricio, pero el sonido fue tan debil que no llego a ningun lado. "bien, debo hacerte unas preguntas primero, esta bien?" mauricio movio la cabeza de arriba a abajo. nataniel disparo pregunta tras pregunta, mauricio respondia seguro de si mismo con toda honestidad. "de acuerdo" dijo nataniel, habia olvidado lo que se suponia iba a averiguar con su interrogatorio analmente diseñado. "mmm" hizo nataniel, pasando la mano por la calva, se paro, dio unos pasos, se detuvo y miro detenidamente a mauricio, quien estaba muriendo de los nervios, ahi sentando, temiendo que no lo dejara ir. "ok... puedes venir" dijo de pronto nataniel, inmediatamente despues de decir aquello, nataniel supo que habia tomado la decision correcta. llevarian con ellos dos maquinas de escribir, toneladas de libros y papel, tecnologia que les permetia crecer vegetales mas rapido de lo normal, tecnologia para reciclar papel, al indigena chuy y a dos mujeres: viviana y beatriz, beatriz era para mauricio. salian el proximo jueves, la nave estaba en una isla noruega, en uno de los puntos mas al norte de la tierra, llamada slavbard. "ni una palabra a nadie" dijo nataniel cuando se despedian, a mauricio le parecio innecesario. siguio al chuy, el indigena hasta la calle. "adios, chuy" dijo mauricio viendo a chuy cerrar la puerta. voltio hacia el cielo, "muy pronto" se dijo lleno de esperanza.
espero el jueves comiendo las cosas que mas le gustaban. lloraba en un puesto de carnitas con un taco en la mano, balbucenado "te voy a extrañar" tirado sobre la mesa, con la boca atascada de cerdo. estaba a punto de echarse para atras, pero la cara horrible del taquero le dio el coraje necesario para seguir adelante. y alla fue, hacia el resto de su vida. paro un taxi, estaba vez el taxista era un flaco con cara de rata, con un bigote delgadito sobre el labio, vease john waters, vease little richard. "cuanto de aqui pa alla?" pregunto mauricio, recordando su ojo y el dolor, el trauma provocado, "20" dijo el taxista abriendo mucho los ojos, "20? de acuerdo". mauricio conto su cambio, tenia $23. "muy bien, vamos", levanto la vista y ahora habia cigarrillo en la boca del taxista. se sento en el asiento trasero y todo el camino vio las horribles calles de su ciudad, a la gente apestosa, ordinaria e hijaputa, los edificio en mal estado, jodidos por el tiempo, jodidos por la vida. "no hay manera" se dijo, viendo sus manos, unas ganas de llorar tremendas, como era su costumbre, le entraron. cuando la primera lagrima estaba por caer se acordo que tenia un boleto dorado y que pronto estaria fuera de ahi, levanto la vista con los ojos brillando y "Se fuerte" se dijo. el resto del camino dejo que sus sueños tomaran el control.
llego a la casa de nataniel. chuy, el indigena, abrio la puerta, estaba vestido igual que la otra noche, pero ahora tenia unos lentes oscuros. "hola chuy" dijo mauricio, pasandolo y yendo hacia el cuarto en la parte trasera. entró al cuarto, todo estaba en cajas. nataniel tenia un traje viejo, pero elegante. se saludaron, "listo?" pregunto, jugueton y emocionado, nataniel, "absolutamente" respondio, serio mauricio, "muy bien". fueron a la limosina de nataniel y manejaron hasta el aeropuerto, ahi tomaron el jet privado de nataniel y volaron hasta slavbard, noruega. en un almacen los esperaban las mujeres y la nave espacial. hasta entonces mauricio no habia pensando en beatriz, hasta se le habia olvidado, toda la emocion de escapar habia ocupado la totalidad de su CPU. al bajar del carro, mauricio sintio la nieve caer en su cara, sintio a la tierra por ultima vez. entraron al almacen. "dejenme presentarlos" dijo nataniel entre mauricio y las mujeres. "beatriz... viviana... el es mauricio" viviana sonrio, beatriz miro a su compañero para el resto de su vida. beatriz era una mujer no flaca ni gorda, un poco mas chaparrita que mauricio, blanca con las chapitas como fuego y el cabello tan negro como wesley snipes, unos ojos grises grandotes capaces de desintegrar almas. mauricio se enamoro en el acto. al verla quedo paralizado, con una mueca estupida en la boca, con el corazon trabajando mas duro que nunca, el tiempo se detuvo y nada mas importo. "es hora" dijo nataniel como cubetazo de agua helada. los cuatro, seguidos de chuy, subieron a la nave. mientras se cerraba la compuerta, mauricio le sonrio burlonamente al mundo. como preso que escapa, asi dejaba a la tierra para siempre, a volverse uno con su delirio.
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posted by a. m. "pompitas" alonzo at 5:13 PM
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