Wednesday, June 24, 2015

Muerte En La 5ta Dimensión

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una última vuelta de destornillador y terminé mis goggles para ver la quinta dimensión. me los puse y vi... vi cosas que me cambiaron para siempre. di vueltas sobre mi propio eje agitando los brazos, gritando fuera de control. oh la 5ta dimensión... ohhh. al echar un vistazo me vomité todo, mi cerebro se negó a participar. por suerte sonó mi alarma a lo lejos, de regreso en la 3ra dimensión, no sé cuanto más hubiera aguantado. volteé alarmado cuando tenía ya entre mis manos lo que sólo pude suponer era el cuello de una criatura de la 5ta dimensión. lo solté con las manos en dolor, en realidad estaba ahorcando un cactus. "ok" dije perdido entre física que una vez sólo fue pura teoría. mi alarma siguió sonando, me quité mis goggles, los metí a un bolsillo de mi chamarra y fui a mi clase de karate.

"ku - ya!" y le metí un karatazo a un muchacho, se lo metí justo en la nariz, sentí en el dorso de mi mano como se rompía el puente y no estaba ni cerca de acabar, oh no, "ku ya!" eco y con la otra mano, mientras se desplomaba el muchacho, le metí un segundo karatazo en un lado de la cara. el muchacho cayó al suelo, cubierto de sangre. lo miré sin piedad parado sobre él, con los ojos muy abiertos, respirando duro, colorado, cubierto en sudor. "viva el karate" le dije para que reconociera lo que le acababa de pasar, "viva la muerte" dijo antes de perder el conocimiento y yo, nervioso, le di la espalda, necesitaba un segundo de privacidad. mis pupilas se movían rápido, de izquierda a derecha, mi mente trabajaba a marcha forzada, "un fascista" dije perdido en absoluta y completa confusión, "pensé que esos ya no existían" dije al recordar que estaba en el futuro, tiempo fantástico donde todo puede pasar, y levanté la cara totalmente aterrado. regresé la vista hacia el suelo, hacia el muchacho inconsciente. se me ocurrió colgarlo, pero la gente se congregaba a nuestro alrededor. será otro día.

subí a mi motocicleta y me dirigí a la casa de mi socia, una chinita de 1. 50, que no dice mucho, pero por alguna razón siempre pone mucha atención. ella me había dado lo que necesitaba para llegar a ser el hombre que siempre pude ser, prendió la mecha de la promesa. había algo en el aire que me inspiró, tal vez era el escape fuera de control del camión frente a mí, tal vez mi obsesión por inhalar sólo el mejor pegamento, no lo sé, lo que sí sé y por eso lo estoy contando, es que a unas cuadradas del pequeño y muy bien decorado departamento, parado en un alto, me puse mis goggles y arranqué la motocicleta. salí disparado, me subí a lo que supuse sólo podía ser la espalda de un mamut que empezaba y acababa un millón de veces y volé por el aire. me mantuve suspendido lo que pareció una década y aterricé en una figura que ponía a mi cabeza a doblarse y desdoblarse como playera en manos de obsesivo, pero en realidad estaba metido de la cintura para arriba en el vitral de una tienda de souvenires de perú. con vidrios clavados en la cara y el cuerpo, decidí rebelarme contra mí mismo y mis proyectos sin sentido, ya no podía más, los monstruos de cinco dimensiones me apretaban la panza y me decían groserías. pero, con mis dedos ya sobre los goggles, junté valor, cambié de parecer y los dejé en su lugar, si no me los dejaba nunca me acostumbraría y sería imposible hacer mi sueño realidad, mi sueño de hacer arte para la 5ta dimensión. maldita la vida.

con curitas aquí y allá, llegué con la chinita. la encontré toda drogada, había tomado peligrosa cantidad de lsd. me mordí la uña del dedo gordo con una idea en la cabeza saliendo como topo a guiñarme un ojo. la miré unos segundos, recargado contra la pared, junto a la puerta. la chinita corría de un lado a otro gritando "naai jou wêreld ek is die meisie wat wil om vir ewig te lewe" y al verla correr cerca de mí, la idea tomó control. le puse el pie, la chinita cayó cara primero contra la alfombra morada. me lancé sobre ella, la tomé de la cabeza y le puse los goggles. "mira, chinita, la 5ta dimensión!" y la chinita se paró de un salto, miró hacia delante como congelada en la tiempo, posando como portera que espera a que tiren un penal, se volvió loca y se echó por la ventana. yo me quedé ahí parado viendo atónito el departamento ahora vacío, escuchando los gritos de la gente en la calle, sintiendo la frescura de la noche. toda la responsabilidad era mía y nadie tardó en enterarse. fueron tras de mí, organizada muchedumbre, quería verme sangrar, querían justicia en forma de linchamiento y yo quiero mucho la vida y por supuesto, después de recuperar mis goggles, me di a la fuga. oh cruel destino, que será de mí.

me encontraron quien sabe como. estaba parado al borde del cráter de un volcán, ya no había escape, la gente se acercaba lentamente, con antorchas en la mano, con asesinato en la mirada, listos para acabarme, para decirme adiós para siempre y yo qué podía hacer, con magna de un lado y con inescapable justicia del otro. "paga la cuenta" decía el cielo, "paga la cuenta" decía una y otra vez. tragué tantita saliva y toqué mi pecho, quería sentir por última vez mi enloquecido corazón. al poner mi mano sobre el pezón izquierdo, sentí y recordé los goggles. si iba a morir, no lo iba a hacer en la cochina 3era dimensión que no me ha dado más que pesares y dolores de cabeza. cerré los ojos, un cuchillo en la barriga, los abrí y el mundo en la 5ta dimensión. un poco de aire y me eché a lo que sólo podía suponer era una vagina gigantesca. de regreso a la matriz, de regreso a la nada. esta es la muerte en la 5ta dimensión que se siente como derretirse en helado.

DEDICADO A THU TRAN DE FOOD PARTY