Friday, April 20, 2012

4 20

hoy es 4 20!
feliz 4 20 a todo el mundo les desea m.u.n.
pásenla bien.

un beso y abrazo.
A.M.P.A.

Thursday, April 19, 2012

los hijos de la verga

caminaba por la calle en un bonito y soleado día de otoño, hacía frio, pero poquito, me ocupaba de mis asuntos. una muchacha pelirroja, con el cabello alborotado y lentes, flaca y fea apareció de quien sabe de donde, se me acercó y me gritó "pompita! cuentame el cuento de los hijos de la verga". cerré mis ojos, inhale ruidosamente y le dije aún con los parpados abajo "llename de cerveza". "hmm!" hizo firmando un contrato imaginario "sobres, pichón" dijo mientras me sobaba un cachete. a la mujer no le costó aceptar porque era de buena familia y tenía maldito dinero. me tomó de la mano y entramos a la taberna frente a la que estabamos convenientemente parados. como era un miércoles por la mañana el pequeño y acogerdor lugar estaba completamente vacio. la luz apenas entraba y atrás de la barra un joven agradable resolvía un crucigrama sobre los jugadores de la selección del mundial del '94. en el fondo una rocola con una colección de rock n roll de la que uno podría sentirse orgulloso. la flaca fea fue y puso buena música, nos sentamos en un taburete y el espumoso liquido llegó como si en un mar de cerveza hubiera temblado 10 grados en la escala de richter y hubiera provocado un tsunami capaz de borrar continentes. y luego, bueno, luego empecé el cuento...

era un martes en la noche y yo iba solo por ahi en busqueda de acción. me metí en bar como cualquiera. adentro sólo borrachines siempre atentos por descuentos, ese día el alcohol era 2 x 1. cuando entré, en el esenario, una banda de dos jovencitas tocando rock salvaje. solos de guitarra y bateria fuera de control. lo anterior hizo que me quedara y me enamorara, pero por supuesto sin hacer nada, a nadie le gusta el rechazo. terminaron de tocar y desaparecieron. pasaron unos minutos y al escenario subieron tres tipos que se vestían como yo y me recordaban a mí mismo, esto me sacó de onda un segundo, pero se me olvidó luego luego. agarron los instrumentos y, sin tocar una nota, los destruyeron. los borrachines voltearon alarmados, pero fuera de eso fue bastante intrascendente su acto punk. yo aplaudí encantado, haciendo "ohh". detruir los instrumentos, que la bateria, que las guitarras, que el bajo, les tomó unos 15 minutos. acabaron, cubiertos de sudor, dos ellos tomaron estuches con sintetizadores adentro, los sacaron, los conectaron, el tercero tomó un microfono y empezaron a tocar un synth punk pegadizo y melódico. la música era lo de menos, las letras fue lo que me cautivó. cantaban sin el menor rastro de pena sobre como no habían conseguido una mujer en años, sobre como eran todos odiosos y que morirían solos y que eran unos perdedores sin talento, unos buenos para nada y que más daba. cantaban inteligentemente sobre su soledad y sobre lo nefastos que eran. sus canciones que no eran sobre amor ni desamor porque no sabía el signifcado de esas palabras. la canción que más me gustó fue una que se llamaba "la madre de todos los circulos viciosos". parecía habían sacado sus letras de mi vida. terminaron de tocar y me acerqué. "como se llama su banda?!" pregunté, tenía que saberlo y me pareció chistoso como no se habían presentando ni nada. "somos... los hijos de la verga" dijo uno de ellos. en ese punto en mi vida escribía para un blog de música y, que se joda mi egoísmo, quería compartir esta joya con el mundo. "donde consigó su música?" investigué mientras cargaban sus intrumentos rotos y estuches en su camioneta, "en el internet duh" dijo uno sin detenerse y subiendose al asiento de copiloto mientras los otros dos se reían de mí. así fue como me enteré de los hijos de la verga.

la muchacha fea me miraba encantanda y me daba cerveza tras cerveza. "mantenlas viniendo" le dije tambaleandome, contento, con las chapitas tan coloradas que emitían tantita luz roja.

escribí lo mejor que pude sobre los hijos de la verga, me salió una obra de arte. "hijo de puta" me dijo mi patrón, quien era un tipo ordinario, incapaz de relacionarse con el mensaje, "que chingados es esta basura?! pendejooooo". yo lo miré con odio y lo publiqué de todas maneras, que se vaya al diablo. la gente, al principio, no opinaba nada sobre esta banda tan maravillosa, pero poco a poco, los inutiles y los no amados fueron apareciendo y reconociendo la genialidad. ahora todo quien era un perdedor sin futuro, esos en la lista de irrepoducibles, podían unirse bajo algo, podían empezar a olvidar su pena y tristeza y sentir orgullo de que nadie los quiere y que ellos no quieren a nadie. los hijos de la verga empezaron a ser populares y ganar dinero. con ese dinero organizaron un concierto en las afueras de la ciudad, perdido en el bosque. no podía perderme semejante evento, mandé todo a la fregada y fui. nunca en mi vida había visto a tanto hombre reunido, ni una sola mujer, puro raro y nefasto idiota que odiaba todo, incapaces de importales alguien más que ellos. con la peor actitud del mundo. tipos que nunca conseguía a la chica, llaves sin cerraduras, asexualidad pura. víctimas de ellos mismo. flojos, tontos y ojetes. los hijos de la verga tomaron el escenario varias horas tarde y se hubieran tardado más si no hubiera sido por las quejas en coro en extremo molestas de todos los presentes. cantaron y tocaron mejor que nunca y, al final, la muchedumbre, sin que nadie organizara nada, empezó a gritar "gracias, muchas gracias!". no había un ojo seco en todo el lugar. yo lloraba como una mujer, fue una de las experiencias más increíbles de mi vida. el concierto se repitió cada año y se le empezó a llamar el "stoner jam" por la brutal cantidad de drogas que corrían por todos lados.

terminé mi última cerveza, me paré y me fui a seguir con lo que sea que estaba haciendo. la muchacha se quedó pensativa en el taburete. leyó en el internet cosas vagas sobre los hijos de la verga y ahora sabía que era verdad. había encontrado su hogar, el lugar al que pertenecía. a pesar de que tenía vagina, por su mala actitud alejaba a todo quien intentaba poseerla. ella era una hija de la verga.

el nuevo elemento

hoy descubrí algo sobre mí. hoy me perdí dentro de mí mismo, me perdí para nunca regresar. oh, jodanse, es algo que no puedo describir, es algo sólo mio y vine aquí sólo a presumir. sólo vine a decirles que me voy, que escapé y que nunca voy a regresar. encontré la salida y me voy a ir. los dejo solos, con sus laberintos imposibles de resolver. encontré la respuesta y me voy a ir.

Wednesday, April 18, 2012

qué feliz soy, qué suerte tengo

pompitas alonzo, el escritor de cuentos cortos y mercenario desempleado, veía todo sucio y desarreglado, con ojeras y despeinado, con cara de sufrimiento, un monitor, sentado dentro de un cubículo. pompitas había perdido, fracasó en cada aspecto de la experiencia humana. la vida provó ser demasiado difícil y demandante para nuestro joven amigo y ahora el ex-escritor escapaba de la pobreza tirado de panzita sobre las olas de su empleo de oficinista, sin saber que hacía realmente, sin tener idea que significaban todos esos números que todos los días metía en la computadora. pompi, el día que sus padres se cansaron de él y lo expulsaron al mundo de verdad, abandonó la literatura, tomó su caja llena de cuentos, le prendió fuego y fue, con las chapitas vistas desde el espacio, con un pariente a pedirle trabajo. se mudó en un sucio y pequeño departamento que le dejó su abuela que lo odiaba, en un edificio que más bien parecia un cuartel de hijos de puta. el único vecino que no era una vergüenza para la humanidad era, lo que pompi veía como el último clavo en el ataúd de su dignidad, volteando al cielo, volviéndose un creyente, a reconocerle a dios que sus burlas eran las más brutales, una pequeña niña que vivía en su piso. la niña quería ser escritora y le leía sus bastante buenos cuentos a pompitas mientras éste se emborrachaba y deseaba la muerte. la pequeñuela admiraba y quería con todo su corazón a su anormal vecino, pompi le preguntaba entre dientes y con la cara arrugada por la lagrimas, "por que no tienes por lo menos 16?" y suspiraba antes de darle un trago a un asqueroso licor sin nombre. la simpatica pre-adolescente era todo el contacto que el una vez carismático hombre tenía con el mundo. de esta lamentable y patetica manera gergorio chabacano terroncio "pompitas" alonzo pasaba sus inutiles días. así, mareado por las vueltas de la vida, el menos talentoso de los heroes llegó a este limbo clase media.

"alonzo!" le gritó su jefe, despertándolo del recuento de su vida, parado atrás de una de las paredes del cubículo, enseñando la mitad de la cara y su cabeza calva con pequeñas islas de cabello. pompitas volteó a verlo con los ojos hinchados y con la miseria más notable en los ojos, con carreteras blancas en sus mejillas. el jefe, aunque era ajeno como animal a cualquier tipo de sentimiento, se impresionó por la cantidad de sufrimiento transmitida, se aclaró la garganta después de que la onda regresara y dijo "... trabaja" y se fue incomodo. pompitas regresó a meter mecanicamente los números a la computadora, pero su mente hizo lo que hacía por naturaleza; se activó la maniática búsqueda de alternativas. "podría hacer esto... no" "podría hacer aquello... no". se cansó de intentar escapar y quejarse, fue a comer su dosis diaria de carnitas, sabía que podía suicidarse lentamente por colesterol. en su juventud había escuchado por las risas un audiolibro sobre nutrición y sabía exactamente cuanta mierda meter a su cuerpo diariamente para un día solamente no despertar y evitarse toda la embarazosa situación de tener un infarto o enfermarse y empeorar su ya jodida situación. en el puesto de carnitas encontró al gordo morbido que trabajaba en el cubículo de a lado. "nalguita" le dijo el idiota que se pensaba chistoso. alonzo, en una borrachera, había cometido el grave error de contarles a sus compañeros sobre sus pasadas ambiciones artísticas y sobre su vida como pompitas alonzo, esto género hasta ese día incontables burlas. no le dijo nada a la ballena humana y se sentó a varias bancos de distancia. el puesto de carnitas estaba lleno de lo que uno, supongo, podría llamar personas, todos con la mirada perdida, en silencio, metiendo desesperadamente tacos de niño de la calle a sus hocicos podridos. pompi suprimió cualquier tipo de reflexión sobre la escena y levantó, con sus permanentes ganas de llorar, dos dedos. en un segundo dos tacos sumergidos en grasa aparecieron. el hombre roto y derrotado comió, salando con sus lagrimas, los ya casi insoportablemente salados tacos.

pompitas alonzo despertó una mañana de sábado. se tambaleó hasta su baño y contempló su cara unos segundos en el espejo. suspiró y empezó el ritual de lavarse los dientes. al abrir la puerta/espejo un extraño e inusual aire de esperanza lo acarició. en trance se asomó a su diminuto departamento y echó un vistazo. vio la cama king size, lo primero que compró y por la que tuvo que quedarse varios días sin comer, pero que amaba con todo su corazón, era la plataforma de donde salía el transbordador a sus sueño, vio su colección de figuritas de personalidades de la televisión mexicana, vio a la pequeña niña que lo miraba afuera con la cara pegada a la ventana, fascinada por ese adulto que había sobrevivido tanto siendo tan idiota, vio su bong humeante en la mesa para bong frente a su televisión de considerable tamaño conectada a su computadora llena de buen cine y televisión, vio un resumen de su vida y la aguja, por primera vez en años, se alejó de "infierno en vida" y se movió tantito hacia "no tan mal". regresó al baño con un dolor en las mejillas, cerró la puerta/espejo y vio su cara sonriente. su mente encontró la alternativa de deshacerse de la horrible actitud de fatalismo extremo, adoptada por capricho, sólo porque no su vida no había resultado como el la había planeado cuando no sabía nada de nada. no era un cochinero horrible como el pensaba. se dio cuenta de que para ser tan mezquino, flojo, amoral y estúpido lo tenía bastante bien. "debería estar muerto en un vado o ser un vagabundo" dijo y como conclusión acabó diciéndole a su reflejo "qué feliz soy, qué suerte tengo!". se acercó timidamente a su computadora, se sentó, estiró sus brazos, puso las manos sobre el teclado y terminó su novela de "ciencia" ficción "las machorras de saturno".

nuestro amigo pompitas alonzo encontró quien le curara la soledad, su novela pegó y vivió de escribir y llegó a viejito con el corazón perturbando a los demás organos de lo duro que latía.