Sunday, May 22, 2011

el barco de los idiotas

Era el futuro y las cosas habían cambiado. todo el sentido del humor del gobierno había desaparecido y habían hecho ilegal ser idiota. a la persona común esto le importaba poco, sólo tenía que seguir apegado a su vida y a su rutina y todo le iría bien. pero esta nueva ley eran malas noticias para nuestro amigo pompitas alonzo. tenía su desayuno en frente y un periodico en las manos. lo dobló, hizo un gesto, muy dentro de él sabía lo que esto significaba, pero su cerebro no sabía por donde empezar, no sabía que seguía y se trabó, y miró, sentado con el periodico en la manos, con el cigarrillo y cafe humeando, con el desayuno enfriándose, por su ventana. como era logico los primeros en caer, los primeros idiotas en ser buscados y ser violados con el enorme pene de la ley, eran los notorios. pompitas alonzo, el escritor de cuentos cortos y amante del combate cuerpo a cuerpo con mujeres grandes, era un idiota notorio. le dio una fumada a su cigarro, vio su tatuaje que decía "NARRENSCHIFF" y le dio un trago a su jugo de naranja. los pajaritos cantaron y la policia entró por la puerta principal, arrestaron al principie del cuento corto, como él se llama a sí mismo, y se lo llevaron a al carcel "qué mala suerte la mía" se oyó a la distancia, en el tramite del olvido, el sonido que hace el sistema cuando traga y empieza a digerir. la pequeña casita en el campo quedó en silencio. después de unos minutos, de la alacena, salió la señora Chonita. se arregló su delantal y sus grises cabellos, vio la puerta abierta, escuchó los sonidos de la mañana. se paró en el recibidor, frente a la puerta destruida, "el fin de una era" dijo solemne y se puso a limpiar.

pompitas tenía muchos amigos idiotas y tuvo un gran recibimiento cuando lo aventaron dentro del calabozo. "qué nos va a pasar?" decía escrito en sangre en una de las paredes. "estos muchachos tan exagerados" pensó pompitas al leer aquello. saludó a sus amigos, "hola que tal que hay de nuevo" y se fue sentar. el calabazo tenía un fuerte olor a pipi. todo el mundo estaba muy contento de esta repentina e improvisada reunion, había gente ahi que no se había visto en años. todo pintaba para un increíble rato y, de quien sabe donde, empezó a correr el licor. la fiesta se ponía buena. pompitas sonreía, sentado, esperando a que ese percance pasara, se convirtiera en un puntito lejano en el camino de la vida y todo regresara a la normalidad. la alegría hubiera sido encontrada en cada corazón de esa celda si no hubiera sido por un hombre flaco con traje viejo y con sombrero y un estuche de guitarra. se veía triste, sentado en un rincón. nadie lo había notado hasta que tomó su guitarra y empezó a cantar. pompitas fue el primero en darse cuenta y puso atención. su canción apenas se escuchaba gracias al barullo, pero los idiotas se fueron callando y la canción terminó reinando al ser reconocida. "aayyyy yo tenía un amorcito, era toda mi ilusión y por otro guapetón se fue y me dejó solito, y por eso yo les digo, cantando esta melodia, recordando aquel día en que ella se marchó y por eso digo yo... QUE MALA SUERTE LA MIA!" para ese entonces todos, absolutamente todos, en ese sucio hoyo con olor horrendo, se habían unido a la canción, himno de todo quien no está hecho para este mundo, y la situación aterrizó en sus conciencias y todos supieron en ese momento que su vida no volvería a ser la misma, ese, lo que tenian en frente, los próximos instantes, era el final. después de un solo de guitarra flamenca todos se quedaron callados y esperaron en silencio la siguiente movida del destino.

los llevaron a un tren. pompitas regresó a su niñez, cuando iba en la carretera y vio un camión lleno de cerdos, todos amontados, con sus nalgas de cerdo en sus bocas de cerdo, esto le dio un poco de risa y se asomó por una pequeña rendija en la puerta. el tren empezó a moverse. la gente empezaba a ponerse nerviosa. el hombre de la guitarra, juanelo, un viejo amigo de pompitas, se le acercó y platicaron sobre la situación. "no creo que nos holocausten" dijo él, muy cerca del oído de alonzo, "no, no creo" coincidió pompitas, serio, "sí, no creo". esa era la mayor preocupación. echó un vistazo a su alrededor y dijo juanelo "no creo que nos pongan a trabajar", pompitas rió y dijo "no lo digas ni de broma". los amigos se quedaron callados, sintiendo el movimiento del tren, rodeados por las personas más graciosas que habían conocido, las más sinceras y originales. "qué gran perdida para el mundo" pensó, riendo, pompitas después de brainstormear, para pasar el rato, con un viejo colega suyo, el "cabezón" gutierrez, una obra de teatro sobre cinco hermanas que lidian con los problemas de la adolescencia además de ser robots que se unen para luchar contra el calentamiento global. el buen humor era invencible y las bromas, al poco tiempo de estar en el camino, no se hicieron esperar. se podían oir las risas con el paso del tren. esas risas quedaron por siempre grabadas en la memoria de la gente de los poblados por donde pasaban. "como risas de fantasmas" años después dijo una señora mientras ahorcaba a una cabra.

fueron despertados por el sonido de las olas. la humedad se sentía en el aire. "estamos en el mar" se quejó pompitas. él odiaba la mar, el oceano intentó acabar con él ya una vez. el tren se detuvo. los soldados encargados de los idiotas los bajaron y los formaron. era un día nublado y había mucho neblina. apenas uno podía ver la mano con el brazo estirado. hacía mucho frio para ese tiempo del año. de las filas salían risas y ruido, era imposible callarlos, por eso los saldados empezaron a hacerlo todo con más prisa. la neblina se despejó un poco y un gran barco apareció frente a ellos. "EL BARCO DE LOS IDIOTAS" decía en un costado. los subieron casi corriendo al barco y zarparon. nadie sabía que pensar. "a donde nos llevan?" se oía por aqui y por allá, las respuestas no se oían por ningún lado. "idiotas" se oyó por un altavoz, ya cuando estaba muy alejados de la orilla, "este es su nuevo hogar, pasaran aqui el resto de sus vidas, recorriendo el mar, han sido expulsados de la sociedad". se hizo un silencio sepulcral. "dios santo" dijo un hombre gordo y grande junto a pompitas. el escritor de cuentos cortos se acercó a la borda y vio las olas, volteó hacia el horizonte, luego miró a sus compañeros, rió y gritó "pero que estamos esperando? que empiece la fiesta!", juanelo sacó su guitarra y la fiesta empezó. allá fue el barco de los idiotas, hacia el horizonte, hacia el olvido.

INSPIRADO POR "MADNESS AND CIVILIZATION" DE MICHEL FOUCAULT Y "QUE MALA SUERTE LA MIA" DE LOS AMAYA

Thursday, May 05, 2011

escuela para adultos

fermin acababa de jubilarse. toda su vida había sido portero y desde ese entonces en adelante no lo sería más y viviría del gobierno, de su pensión y de esas cosas que uno recibe del banco. llegó a su casa, se quitó el uniforme, lo guardó, no sintiendo nada en absoluto, y se puso a ver la tele. pasaron 6 días de tele local, su mujer estaba muy preocupada, nadie sabe que le puede hacer eso al cerebro. "fermincito, vida mía, chulada, regalo del cielo" la mujer de fermin era muy cariñosa y siempre cuando uno hablaba con ella se tardaba horas porque la maldita se pasaba diciéndote cosas como "amorcito" y "padre mio", en fin. la cosa era que su esposa quería que hiciera algo más que ver la tele. su hija marimar iba en 2º de secundaria y un día trajo unos panfletos sobre la escuela para adultos. "fermin, cielito, bebe primoroso" fermin le lanzó una mirada, advirtiéndole que se estaba cansado de su mierda "... mira, por qué no te metes a la escuela para adultos y terminas la primaria?" fermin estaba harto de estar encerrado en su casa y accedió sin mayor problema. su mujer fue inscribirlo y empezaba el lunes.

a fermin le daban miedo las cosas nuevas y no quería enfrentar la escuela para adultos solo así que un día fue con su compadre marcelino y le dijo "oiga compadre" marcelino contestó después de tomarse un trago de algún licor raro sin nombre "dígame compadre, en que le puedo servir, chingada madre?" "bueno, fíjese compadre que mi mujer me metió a la escuela para adultos", "no me chingue compadre, luego así se joden las relaciones de amistad", el compadre marcelino soltó una carcajada que sonó hasta la banqueta de frente del lugar horrendo de donde tomaban el ocio pa fuera. "chingue su madre, compadre, esto es cosa seria, por mi puta madre", los dos se quedaron todas azorados. "bueno, olvídelo, que ni es para tanto" dijo fermin, ya calmado, le sirvió un trago y luego uno para él también. se los tomaron y siguió fermin. "quería saber, compadre, por eso de que somos compadres, si usted, ya que por gracia de dios santo también está jubilado y no más se la pasa todo el santo día jalándose la verga... " fermin no encontraba las palabras y se puso colorado, "puta madre, compadre, diga lo que tenga que decir por el amor de dios que nos escupe desde las alturas o cállese y deje de andar mamado tanto pito!" fermin lo miró a los ojos "quiero que se meta a la escuela para adultos conmigo!" vomitó más que otra cosa en forma de sonido. marcelino se llenó de ternura y dijo con una sonrisa en su morena y arrugada cara "faltaba más, para eso somos nosotros los compadres, compadre o que no?". los amigos de años se abrazaron y tomaron el resto del fin de semana. el lunes siguiente llegaron a la escuela para adultos oliendo a muerte.

fermin y marcelino entraron a un salón lleno de hombres como ellos. se hicieron de nuevos amigos de inmediato. la clase empezó, les iban a enseñar, como era una escuela muy moderna y experimental, sobre algo llamado el existencialismo. que camus, que kirkegaard, que sartre, que nietzsche, que schopenhauer. los hombres, al principio, no entendían nada, pero luego, mientras pasaban las semanas y porque su maestro era el mejor, aprendieron, comprendieron todo y empezaron a ver la vida con diferentes ojos. después de la clase se iban a tomar y tenían acaloradas discusiones sobre la libertad, la vida y la responsabilidad de uno. fermin era el más avanzado de la clase y le ofrecieron una beca para irse a estudiar a Alemania, él contestó que sólo si también iba su compadre marcelino. así, marcelino y fermin empacaron sus maletas, que eran cajas de cartón más que otra cosa, le dieron un beso a su mujeres, despeinaron a sus hijos, abrazaron a sus hijas y se fueron al viejo continente. allá todo fue de maravilla, fermin y marcelino aprendieron luego luego el alemán y eran muy populares. en poco tiempo ya estaban dando conferencias y se convirtieron en autoridades de la materia. una noche después de tomar mucha cerveza en berlin, cuando los compadres regresaban a su dormitorio en la universidad, fermin volteó al cielo, sonrió, reconoció lo mucho que había cambiado y desde el fondo de su corazón supo que sin la escuela para adultos él seguiría atado a los mundanos placeres de su anterior vida, suspiró y siguió, tambaleándose, su camino de regreso.

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