Sunday, March 20, 2011

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visitaba a mi abuela después de la defunción de mi abuelo. había encontrado a la muerte verdadera cara a cara una vez más. mi madre empacó mi ropa, yo no hacia nada por el momento, me dijo que debía servir para algo, debía entretener a mi abuela en su mansión perdida en el bosque. no objeté, no tenía nada mejor que hacer. la vida y sus vueltas. contemplaba el camino, las afueras de la ciudad, el campo, el bosque, en busca de un sentimiento, no encontré nada, esta semi muerta vida. no importara cuanto lo intentara, mi corazón no volvería a latir. llegué y vi a aquella viejita parada frente a mí, me he educado lo suficiente, me he inmunizado tanto que esa cara de absoluta tristeza provocó nada en mí. yo lo odio todo y no recientemente, ese odio orgánico, natural, crece dentro de mí. me enseñó mi cuarto. una cama individual, un escritorio, un closet, una ventana, era todo lo que había y todo lo que necesitaba. vi el bosque enorme ante mí, sentí algo rico en mi pecho, había ganado otra vez, podía levantar mis brazos en triunfo, nada importaba, libertad completa de cualquier responsabilidad relevante. comimos esa tarde en silencio. yo seguro no era de ninguna ayuda, mi abuelo estaba muerto, su esposo de 50 años había sido sustituido por un imbécil que no hacia más que estar y consumir. le sonreía a mi abuela en señal de burla, entendía perfectamente lo que pasaba, mi madre me había mandado a vengar su niñez, yo era la herramienta de tortura. le sonreía a mi abuela, en mis ojos dicha sincera, en mi boca una mueca burlona, en mi mente una maldad parásita de lo social conocido como familia. ADELANTE! gritaba todo en mí, era mi víctima y apenas empezaba. no me daba cuenta todavía, aun cuando las sabía, las reglas bajo las que funciona todo el mundo. tengo corazón de piedra, pero estoy lejos de ser el culpable. tengo corazón marchito, pero fue sólo coincidencia, coincidí con estos hijos de puta, mi alma podrida, mi espíritu marchito no tiene nada que ver. mero chance que nos encontráramos, yo no fui hecho para este mundo o tal vez sí, tal vez sea el producto último de las circunstancias, quien sabe. todo lo que sé es que ella era mi abuela y yo era yo y allá íbamos, hacia la locura terminal, pensaban matar dos pájaros de un tiro, pensaban acabarnos a los dos, yo estaba consciente de esto y no quería darles gusto, pero utilizaban mi naturaleza para acabar con mi abuela y sabían que no podía durar mucho.

soy un bueno para nada, lo sé. pasaba las noches en la oscuridad jugando con la idea. tirado en mi cuarto en la mansión del bosque. ok, me decía, ok. dormía y soñaba con el desfile de personas que había conocido durante mi vida. que horror, que mierda. pesadilla más horrenda imposible de ocurrir. veía de cerca las circunstancias, me volvían loco. con mi abuela a mi lado, renunciando a la vida, matándonos lentamente el uno al otro, desperdicio humano. no había nada que hacer. todo estaba acabado. yo, yo, yo, pensaba en la oscuridad y la programación natural colapsaba bajo la evidencia. gastábamos existencia como flatulencias. nunca encajé, ahora era usado. sus ojos llenos de miseria, me hubiera gustado que provocaran algo en mí. estoy solo. estoy completamente solo, como en un planeta desierto. oh abuela, eres víctima de lo peor de mí, eres enemiga de alguien muy poderoso que supo utilizar cada defecto de mi personalidad, te compadezco, contrincante más difícil sería imposible de encontrar, ahora venos, sentados uno junto al otro, yo veneno, tú envenenada y todo insignificante, por los menos para nosotros, las personas más solitarias del mundo.

mi abuela se murió un día y vinieron por mí y seguí haciendo lo que hacía hasta traspasar por completo el borde de la realidad. fui instituido y no es nada de mí.

Wednesday, March 16, 2011

la escuela de comedia

"hay miles de niños graciosos en peligro de volverse serios"

maquillado y desnudo, abrí la puerta de mi casa, era el cartero. "hola cartero" le dije, el me vio de arriba a abajo, hizo una mueca de desaprobación, creía firmemente que uno no debería de desperdiciar el maquillaje cuando uno no sabe maquillarse, a mí no me importa, me hacia el gracioso y eso es todo lo que cuenta, todo debe ser sacrificado en el nombre de la comedía. el cartero me dio un sobre. lo tomé, le di una moneda de 5 pesos, "de donde sacaste esa moneda?" me preguntó el cartero, viéndome con un asco indecible, de ella provenía un olor horrendo, como de leche, pero leche del infierno. me sonrojé y no titubeé ni un segundo en adquirir la pose correspondiente. "cochino idiota" me dijo al irse, después de guardar la maloliente moneda en su bolsillo, el capitalismo nos hace víctimas a todos. regresé al interior de mi casa, los vecinos me habían amenazado con llamar a las autoridades si continuaba con mi exhibicionismo, comprenderán que no estoy en la mejor forma. removí el maquillaje y me vestí con la ropa más padre que tengo: una camisa de la banda número uno, los hijos de la verga, y unos pantalones de pana cafe que mi abuela se había robado una tarde de verano en venezuela. ah, también me puse unas chanclas color amarillo. regresé al sobre y lo abrí de un karatazo, era un maestro en karate, debo explicar. mi educación había sido excelente, comencé a pensar sentado con el folder en las manos, divagando de repente, dejando a mi mente escapar hacia el pasado. me gradué con honores desde el kinder garden hasta la preparatoria. mi carrera academica prometia sólo éxito hasta que tuve la revelación que cambió radicalmente mi vida. una tarde, caminaba a mi casa con el corazón doliente, me sentía como un completo perro, la vida era todo dolor, todo sufrimiento, sin un amigo, sin un aliado, solo como un apestoso imbecil con lepra y sida, destinado a vivir fuera de la sociedad, y luego pasó algo increíble, como mandado del cielo, luego vi a una niña gordita caerse de su bicicleta, marcar con sangre el pavimento y reclamarle a jesuscristo su injusticia. en el acto me hice popo de la risa, literalmente mierda salió expulsada de mi cola al ver eso tan gracioso. "he descubierto el significado de la vida" me dije cuando la sangre de la niña mojaba mis tenis. el resto del verano pensé arduamente en lo que quería hacer de mi vida. sabía tenia que ver con la comedia, pero, aunque desde chiquito he tenido mi gracia, no podía engañarme en pensar que podía ser un comediante de la normal, clásica manera (ya saben, por todo el duro trabajo y esfuerzo que implica). tenía que tomar otro camino. desde entonces, día y noche estudié la obra de los grandes genios. me hacia el gracioso cada vez que podía y mi habilidad fue creciendo y creciendo hasta que me volví todo un bruce lee de la comedia. estaba decidido en volverme un campeón, pero todavía no sabía como utilizar mis nuevos adquiridos poderes y la hora de regresar a la escuela se aproximaba. me vi en el espejo, hablé seriamente conmigo mismo, me dije que de esto dependía nuestro futuro y reflexioné duro en la manera de utilizar mi habilidad, tan duro que una vena me quedó marcada para siempre en la sien. "madre mia" dije con tremenda jaqueca, fracaso fue todo lo que encontré. nada de suerte. mis padres me obligaron a entrar a la universidad, ningún hijo suyo iba andar por la vida sin el derecho a sentirse superior a los demás por gastar enorme cantidad de dinero para que le jodan el espíritu y programarlo para unirse a las filas de conformistas deprimentes y deprimidos con trabajos insignificantes. yo no sabía mejor y le temía a la pobreza por lo que no presenté lucha alguna, la universidad estaba tatuada en el afeminado brazo de mi futuro, a la mierda! llegó el otoño y allá fui, a las aulas, a ver a algún baboso matar el tiempo en lo que le pagaban, rodeado de zombies horrendos con personalidades de plantas, algunos hasta se creían chistosos, yo entraba en ataques de rabia y maldecía todo, amargándome cada día más. la historia de la universidad fue una llena de tragedia. me vi obligado a escapar de todas las escuelas. la gente me decía "eres un puto y te odiamos" yo lo tomaba todo con el corazón loco contenido, pero la preocupación de un vida llena de sufrimiento me torturaba como si quisiera información vital que no poseía. mis padres, preocupados por el chisme de que uno de sus hijos era un sucio orate, me mandaron con una psicologa, la psicologa mas guapa y sexy de entre todas las psicólogas guapas y sexys, la psicologa guadalupe martinez herrera. y ella no solamente era inspiración de incontables erecciones, también era lista y propietaria de un sentido del humor excelente. notó de inmediato mi talento y también reconoció el terrible obstáculo que me separaba de mi sueño. cada sesión nos sentábamos a pensar en maneras de vencer aquel obstáculo, pero no era tarea facil. yo estaba listo para rendirme, estaba listo para meterme en un hoyo y dejarme morir, pero ella, una tarde, mientras veía muebles para gatos, encontró la manera de salvarme y descubrió la salida a este una vez inescapable laberinto. así, a la hora de la terapia, fui a despedirme y decirle que estaba resignado en ser ingeniero o lo que sea, pero al entrar la noté de mejor humor que nunca, pero con lagrimas en los ojos, anunció que tenía buenas noticias, me pidió que me sentara y me dijo, apenas pudiendo hablar por la emoción, "hay una escuela... una escuela de comedia!". me dio unos papeles y leí "escuela de comedia ROLANDO MARTINEZ para gente graciosa". no podía creerlo, las cosas empezaban a funcionar a mi favor. había una escuela llena de personas con humor en el corazón. entrenaban a tipos como yo para utilizar su gracia a su provecho, para hacer el cuento corto, piensen la escuela del profesor xavier de los x-men. prometían convertirnos en amos y señores de este arte tan menospreciado. esa misma tarde apliqué para entrar y luego fue sólo cuestión de esperar.

mi mente regresó al presente, al sillón con el sobre en las manos, había anochecido, lo que me desconcertó un poco, con gran esfuerzo puse mi atención de nuevo en el sobre, saqué una hoja, la subí hasta la altura de mi cara, "ohhhh" hice, el suspenso era brutal, mi corazón latía como el de un colibrí, en letras rojas hasta abajo de la hoja decía "RECHAZADO..." me quise morir, recordé el revolver que mi padre tenía bajo su almohada, decidí acabarlo todo, pero por suerte seguí leyendo, decía "no, sólo bromeamos, bienvenido a la escuela de comedia Ronaldo Martinez. muchas felicidades". solté un gritito de alivio, cuando recuperé la calma en mi cara se dibujó una sonrisa enorme, volteé hacia la ventana, volteé hacia un futuro brillante. allá iba, a la escuela de comedia.

INSPIRADO POR LA COMEDIA DE RODNEY DANGERFIELD

Thursday, March 10, 2011

2 cuentitos

QUISIERA SER UN ASTRONAUTA

vi mi reloj, eran las 6 59 de la mañana. se activó mi despertador, salieron éxitos de de los 60's, 70's y 80's, las mismas canciones día tras día, canté las letras que me sabía a la perfección, permanecí acostado, cantando sin sentimiento, unos minutos. me puse mi overol naranja y salí hacer el chequeó de rutina. todo como siempre. apreté unos botones y salieron unos huevos con jamón en una charola de metal, la tomé y fui a sentarme a una mesa de plástico junto a una ventana con la persiana cerrada. dejé al aroma entrar, cerré mis ojos y recordé esas mañanas soleadas, desayunando, me gustaba pensar que era más feliz entonces que ahora, pero la memoria trajo a la tristeza amarga que era la constante en esos días, deseé no haberme sentido tan miserable, deseé regresar a esa cocina, lo deseé tanto que al abrir lo ojos tuve la diminuta esperanza de encontrarme en la casa de mi niñez, de donde escapé un día para nunca regresar, si hubiera sabido lo que sé ahora, ahi me hubiera quedado. desayuné sin ánimo, atento al silencio que reinaba. abrí la persiana y contemplé por millonésima vez el infinito y oscuro espacio, con pequeños puntos de luz aqui y a allá. "quisiera ser un astronauta" sonó en mi cabeza y volví a ese día que decidí, harto de todo y ansioso por escapar de la sociedad, salir de la tierra y trabajar, completamente solo, en una estación espacial en algún punto recondito del universo. tomé mi guitarra y le canté a toda esa basura que odié y a toda esa gente que no toleraba, ahi, perdido en el espacio.

CENANDO CON LA SUEGRA

yo odio a la mamá de mi novia la choni. era una señora muy hija de puta. el papá de la choni se había suicidado cuando ella tenía 7 años y yo no lo culpo para nada. con todo esto en mente recibí una llamada un día que le disparaba a un grupo de alces que caminaban frente a mi ventana. "Putos alces!" les gritaba para que no hubiera confusiones. tomé el telefono, extrañado porque nadie me hablaba al número de la casa. era mi suegra, quería ir a cenar conmigo. "no sé, tengo mucho trabajo" ella sabía que yo vivía del esfuerzo de mi difunto padre y que no trabajaba. "pero tengo cosas que hacer!" terminé gritándole, pero ella era muy terca y no había como convencerla, utilizó todos los trucos y accedí sólo para que se callara. llegué justo a la hora acordada movido por una de mis manías. era un restaurante elegante y conocido por la buena comida. ella no había llegado y tuve que esperar dos horas para que llegara, para ese entonces ya me había comido todo el pan y habían tenido varias veces que mandar traer más cerveza. llegó y me dijo "quiero que quede claro que te odio y quiero que sepas que sé que no eres bueno para mi hija y que eres un retrasado" "hola señora mia como está?" respondí, haciéndome el gracioso. toda esa tarde recibí insulto tras insulto entre explicaciones de porque una persona como yo no debería ni conocer a alguien como su linda la choni. sólo aguanté el castigo porque a cada rato iba al baño y sacaba una foto de la choni. "oh choni" le decía a la foto "dame fuerza para terminar de cenar con tu mamá" y como ella era buena onda me dio todo el coraje que necesité para no agarrar a cachetadas al monstruo de donde había salido. "fue un placer!" le grité, exhausto, cuando se fue. "cenando con la suegra, eh?" me dijo un mesero que sentía toda la compasión del mundo por mí, "así es, compañero". suspiré me levanté y fue a hacerle dulce amor a la hija de aquella maldita arpía.

Wednesday, March 02, 2011

Impotente ante la muerte

fumaba un cigarrillo acostado en mi cama, oyendo rimas y ritmos magistrales. no me acordaba cuando fue la ultima vez que salí de mi pequeño y sucio cuarto sin ventanas así que tomé la decisión, cuando se acabó la última canción del disco, de dar una vuelta. me puse mis zapatos, mi chamarra, suspiré y salí a caminar. mientras caminaba, pensaba en como nunca pasaba nada nunca, mi vida tenía la vista de un carrusel, "que mierda" dije al entrar al bar que frecuentaba. el bar estaba vacío, sólo vi a Rodriga, una amiga que trabajaba en el bar, sentada a en una mesa pegada a la pared opuesta a la barra, llorando duro. sobre la mesa un pequeño vaso y una enorme botella, paraba el llanto sólo para tomar un trago. "qué pasa Rodriga?" le pregunté, acercándome, movido por la compasión, extrañado porque Rodriga era la persona más alegre que conozco. ella me había aguantado, de buen humor, alguna vez veces hasta participando, incontables discursos borrachos, éramos grandes amigos. levantó la cara llena de lágrimas y mocos y, no imaginándome lo que seguía, gritó "Alberto está muerto!", se sirvió un trago, se lo tomó y escondió la cara entre sus brazos. Alberto era su novio, yo no lo conocí, pero sí había escuchado mucho de él. trabajaba de noche y dormía de día, era velador de una fábrica de galletas, por lo que me había contado Rodriga, parecía un buen sujeto. fui a la barra, tomé un vaso y le hice compañía. "qué le pasó?" le pregunté después de tomarme un trago, su veneno de elección era whisky barato. sin limpiarse la cara me contó, entre llanto y pausas de tomado, que lo habían atropellado saliendo del cine, lo habían dejado irreconocible. yo me creía un tipo muy duro y con corazón de piedra, pero ver así a alguien que te importa es muy difícil. yo, aunque escribo mucho al respecto, soy un extraño a la muerte. nadie que me importe se ha muerto por lo que no supe que decir, supuse que lo mejor era quedarme callado, acompañarla mientras tomaba las penas para afuera. muy pocas veces en mi vida me he quedado sin hablas, ésta fue una que no voy a olvidar. tampoco estaba acostumbrado a tratar temas tan serios como la muerte de un ser querido, nunca me había sentido tanto como el simple payaso sin maquillaje que soy, no la persona más profunda del mundo ni la más sabia, no competente para el consuelo, no apto para las palabras de aliento. "qué hacer? qué sigue?" me pregunté en el fuero interno, viendo con cara de tristeza a la pobre Rodriga deshaciéndose frente a mí, me sentía un completo inútil, me daba pena alguna vez haberme pensado ingenioso. no podía imaginarme lo que haría si alguien que quisiera tanto como ella a él se muriera de repente, como tomaría la noticia. la idea de que el mundo seguía girando, de que había gente contenta, me torturaría, pero era imposible, ni con la imaginación más poderosa podría decirlo. y ahi seguimos los dos, una mujer, joven y linda, llorando amargamente, y yo callado, ahora viendo hacia adelante, tomando de cuando en cuando traguitos del vaso con whiskey, queriendo decir algo, pero el miedo de decir alguna idiotez irreparable me lo impedía. con los ojos hacia adelante, oyendo, como en trance, los gritos inconsolables de una de mis pocas amigas, vi, en la oscuridad junto a la barra, a la muerte que me miraba, escondida, y reconocí su seriedad, lo definitiva, lo intransigente, lo injusta que es y su brutal efectividad a la hora de desgarrar. "está muerto" no dejaba de sonar en mis oídos. "la muerte" susurré, viéndola, inmóvil, todos los problemas de la vida se volvieron nimiedades. "mierda" susurré con el corazón retorciéndose. la muerte no dejaba de mirarme, una sensación horrible crecía en mi estomago. de pronto, se empezó a acercar, mi corazón latió a mil por hora. mi boca se secó, mis manos se mojaron, me dolían los ojos de los abiertos que tenía, mi cerebro colapsaba. sacaba pequeños "ah's", incapaz de mover mi cuerpo, ella seguía con la cabeza sobre los brazos. la muerte venía hacia mí y yo no podía hacer nada. completamente impotente, impotente ante la muerte.

A JUANI