Wednesday, December 29, 2010

TWITTER!

hola!
cansados de perderse nuevos cuentos porque no hay manera alguna de saber cuando ha salido uno nuevo? bueno, tengo la solución para ustedes envidiables lectores (hablar en plural me hace sentir mucho mejor) ahora pueden seguir este blog de cuentos increíbles por el maravilloso mundo de twitter. yay!

@m_u_n_ccpcg

genial.

más cuentos próximamente. sigan leyendo y manténganse buena onda.

adiós.

Monday, December 27, 2010

el hombre que olía a cola

mi madre, en su juventud, era medio perdida. le gustaban la fiesta, la droga y el rock n roll. no es secreto que amó a más de un hombre, yo no tengo problema con esto, no, señor. con lo que sí tengo problema es con lo que pasó una noche de verano hace veintitantos años. mi madre, como era su costumbre, fue a una fiesta con sus amigas igual de perdidas que ella. bailaron, tomaron, rieron y todo parecía igual a las incontables noches de locura juvenil bajo droga. ya acabándose la fiesta apareció un tipo que cambiaría el destino de manera drastica. el tipo nadie sabe como se llama, sólo se sabe a lo que olía. mi coautora recuerda un olor penetrante que debió alejarlo de ella, pero maldita la suerte, esa noche su mejor amiga y complice en crimen, selena, dejaba el mundo de sexo casual con desconocidos por motivo de su matrimonio próximo y así la competencia entre ella y mi madre llegaría a su fin después de esa noche. hasta el punto en que mi mamá puso los ojos en este misterioso oloroso sujeto, iban empatadas. la mujer/cárcel de donde escapé no podía permitir esto y se decidió hacer algo al respecto. sin más hombres capaces de moverse a su alrededor, todo lo que quedaba era ese hombre, ese hombre con su olor, pero hombre era el único requisito necesario para darle el triunfo. se quitó los calzones, se fumó un cigarro, inhibiendo su sentido del olfato, e hizo lo sucio con aquel que nadie recuerda sólo ella.

por cosas de la vida mi mamá salió embarazada. exactamente 9 meses después, un pequeño bebe salió por su vagina. yo fui ese bebe. mi infancia fue como la de todos los demás niños con mamá de juventud frustrada. medio olvidado, dejado al cuidado de los abuelos y sin un padre. no fui el niño más listo ni más lindo ni más rapido ni más malvado por lo que esperé una existencia ordinaria. "meh" me dije a los 5 años con mi lunchera a mi lado, el recreo que hice este descubrimiento. un tipo cualquiera, me pensaba, pero estaba equivocado, yo era especial, sí, no de la manera que me hubiera gustado, pero especial sí era. en la secundaria, aun presente, no lo noté para nada. pasaba día tras día, volteando al cielo, pidiendo prisa, pero no había ni la más minima sospecha de mi condición. no tuve ni un amigo, ahora sé por qué. las niñas me mandaban por donde venía y todo se lo atribuía a que ellos eran unos hijos de puta y yo era demasiado cool. llegó la preparatoria y empecé a pensar que este rechazo no era por lo malditos que eran ni por lo buena onda que era yo, era otra cosa. reflexionando un día se me ocurrió que no todo el mundo puede estar en mi contra porque sí, debe haber algo malo en mí. mi autoestima sufrió severo golpe y en lugar de buscar una respuesta, me recluí y traté de pasar desapercibido. mi adolescencia se iba al carajo. sin un amigo en toda la vida, sin conocer el amor, así pensé que moriría, solo como un perro. todos los días me veía en el espejo y buscaba cuidadosamente en mi cara promedio alguna pista, pero nada. le preguntaba a mi madre y ella, una alcoholica en busca de marido, amargada como viejo racista en comunidad multicultural, en lugar de contestarme o hacerme tantito caso, me mandaba a la tienda por cigarros. nada de suerte nunca. mis abuelos llevaban muchos años de muertos, nadie realmente notó su muerte. veía por la ventana y le preguntaba a la naturaleza "por qué? por qué yo?" descubriría la respuesta justo el día de mi concepción, un especialmente caluroso día de verano.

el verano en mi casa era, en lugar de vacaciones y alegría, tristeza y llanto. mi madre se encerraba a llorar en su cuarto y yo, para festejar al sol y el tiempo libre, iba por un helado. iba en el microbus, tratando de animarme, diciéndome que no estaba muerto por dentro, sudando como un hijo de puta. llegó el momento de bajarme y me levanté del asiento. una muchacha a lado de mí, unos segundos después, me agarró de la mano y viéndonos a los ojos me dijo conmovida "hueles a cola", por supuesto, yo tomé esto como un insulto, no iba a dejar que alguna desconocida me andara insultando, sólo eso me faltaba y grité indignado "tú hueles a cola!". ella empezó a llorar, se levantó y me abrazó. "ya sé, ya sé" decía entre sollozos. "nada de nervios, es de humanos oler a cola" le decía sorprendido, acariciando su cabello, tratando de consolarla. salimos del microbus y, con helados de limón en la mano, nos contamos nuestra historia. me contó que su padre olía siempre a sudor con caca, una enfermedad terrible hereditaria. ella también la tenía y había echó su vida un infierno en la tierra. su mamá se había suicidado hace muchos años y no tenía hermanos ni hermanas. yo la escuchaba atento, con el corazón latiendo duro, con una tormenta en la cabeza, "no puede ser" repetía una y otra vez. la respuesta al problema era que olía a cola, quién lo hubiera pensado? por eso nadie me quería, por eso había pasado cada día de mi vida en una metaforica isla desierta. esa muchacha y yo éramos medios hermanos, pero decidí no decir nada. tenía que conocer a mi padre, tenía que hacerle saber que andar teniendo hijos con una condición tan horrible no está bien, tenía que acabar, no importaba la consecuencias, de una vez por todas con el hombre que huele a cola.

la muchacha se llamaba dolores y nos hicimos amigos. hacíamos todo juntos. íbamos al parque de diversiones y de compras. reíamos, platicábamos y nos hacíamos compañía. podía ver en sus ojos que esos días fueron los mejores de su vida, yo sólo mataba el tiempo antes de darle muerte al causante de mis males. "oye" le dije un día tomándola del hombro al salir de una película "quiero conocer a nues... tu papá". nos sentamos en una mesa del food-court para hablar. ella se quedó pensando unos segundos, yo la miraba, muriendo en el suspenso, "ok" dijo por fin "mañana ven a comer, si quieres" me invitó contenta. y fui al día siguiente. iba preparado, con una pistola que le había robado al policia que iba a bultear siempre a mi calle. entré a su casa, sudando, expidiendo un olor que hasta ella se quejó. me sentó en un asiento de metal y me dijo "espera". fue por su papá, yo eché un vistazo. era una casa lujosa con muy linda decoración. había unas fotos en la pared, ninguna de él, todos eran de ella en diferentes lugares del mundo. oí que bajaban las escaleras y regresé a mi asiento. "hola" me dijo y extendió la mano. lo vi a la cara, se parecía mucho a mí, no había duda, el era mi padre. "maldito" susurré, estrechando su mano, "ahora o nunca" pensé y de mi chamarra saqué la pistola. "muere!" grité fuera de mí y apunté la pistola en medio de su cara. "espera! pero que haces?!" gritó el hombre. esas fueros sus últimas palabras. jalé el gatillo y le hice un extreme makeover. cayó muerto, yo me desplomé mentalmente exhausto. la muchacha se me acercó llorando "por qué? por qué lo mataste?" la miré con los ojos hinchados y, con ganas de llorar, revelé que él también era mi padre. se sentó a lado de mí y viéndome detenidamente a la cara preguntó "por qué dices eso?". le conté la historia de mi madre y lloré amargamente. la sangre para entonces ya mojaba mis pantalones. "pero... él había vivido toda su vida en peru... ahi nadie notaba el olor a cola... cuando nací nos mudamos para acá, hace 17 años... idiota!" y rompió en llanto. yo me le quedé viendo y empecé a reír. tomé la pistola y estrené cavidad, llenando a la pobre muchacha de sesos. esa tarde ya estaba en el infierno, muriéndome del aburrimiento. reflexionando al respecto, no fue por culpa, mi suicidio, sólo no podía ser el hombre que olía a cola.

Thursday, December 02, 2010

fiesta hasta el lunes

atención... que aquí llegó... el cuento re sabrosoooooon... ay... oye que se llama "fiesta hasta el lunes" y dice...

maría acababa de salir de la cárcel. se abrieron las puertas y ella, un muchacha de 22 años, morenita, linda, con expresión grave en el rostro, con un bolsa de basura en la mano, salió a la libertad. era una húmeda mañana de febrero. el cielo gris, la calle vacía. se sentó en una banca a esperar a su tío Guzmán. de uno de los bolsillos de su sudadera sacó un papel y una bolsita llena de marihuana. se armó un porro, le dio lumbre, inhaló... cerró los ojos al sentir el humo delicioso correr por su sistema respiratorio, retuvo el humo como una madre retiene a un hijo que se va a la guerra y exhaló.. al exhalar abrió los ojos y recordó su camino a la cárcel.

maría, una vez, fue una jovencita como cualquier otra. su papá era un maestro de matemáticas y su mamá era una profesora de deportes. tenía un hermano mayor, Marcelo, hijo de otro matrimonio de su papá, 8 años mayor, maría sentía una gran admiración por él porque Marcelo tenía el sueño dorado de juntar en vhs el contenido de la tele para formar una videoteca y así librar a la gente de su barrio de los comerciales sin tener que gastar en caros equipos de grabación ni perderse de sus programas favoritos. tenía también 3 hermanitas, Lupe, Lolita y Charo, ellas tenían un conjunto de salsa muy exitoso a pesar de tener las tiernas edades de 9, 10 y 11, respectivamente. la vida de maría era todo risas, todo alegría. su niñez fue el paraíso en la tierra, lleno de deporte, matemáticas, programas de tele libres de comerciales y música súper padre. todo iba de maravilla hasta que un día, en la secundaria, le empezaron a gustar los niños. como todas las niñas expuestas al bombardeo de información de la tele y el cine, fue programada con la idea de belleza de Hollywood. y así empezó su larga racha de corazones rotos. novio tras novio o le ponían el cuerno con sus mejores amigas o la trataban horrible o sólo la querían para tener sexo. toda su adolescencia, maría se encontró con ojetes que usaban su corazón como letrina. maría, al principio, pensó que sólo de ella abusaban emocionalmente estos hijos de puta, pero después de preguntarle a sus amiguitas, se dio cuenta de que a todas les tocaba por igual, a todas les pisoteaban la bomba de sangre y todas caían una y otra vez en los engaños y juegos mentales que con ellas jugaban esos desalmados monstruos súper guapos. maría estaba cansada de esa mierda y se dijo que buscaría un tipo que la tratara bien y se juró a ella misma, con un puño hacia el cielo, con coraje reventando y con los ojos llenos de lagrimas, que nunca, pero nunca volvería a ser una víctima.

una tarde, maría fue con sus compañeritos de la prepa a un bar. ahí estaba muy contenta, pasándosela bien, tomando y bailando con su clase, atesorando el momento, sintiendo la juventud explotando dentro de ella. estaba toda borracha en su mesa, balbuceando cosas sin sentido a una amiga que también sólo hacia ruido. María fue al baño y así conoció a rolando, un tipo guapo y carismático, con la sonrisa más linda que haya visto en su vida, con un brillo en los ojos que la deslumbraba y encantaba. maría cayó como civilización atrasada bajo armamento superior, platicaron y rieron el resto de la noche. cuando se acabó la increíble velada, rolando la llevo a su casa en su coche, maría no podía creer su suerte, para una de su edad el que uno tenga coche es como para una de mi edad que uno tenga un departamento. al despedirse, frente al portón de edifico, maría puso su mano en el cachete de rolando y le dio el más tierno de los besos. después de eso se volvieron novios luego luego. y así cumplieron 2 años de novios y todo era felicidad. rolando había resultado ser un tipo excelente, nadie la entendía como él, compartía sus intereses, se preocupaba por ella y la trataba como la reina que se creía. la llevaba al cine y le aguantaba el paso a la hora de tomar. maría vivía en un castillo en las nubes, su vida por fin estaba completa y se pensaba la muchacha más afortunada de la tierra. juraba los buenos tiempos durarían para siempre...

oye! Si no oigo aplausos más, yo no voy a seguir escribiendo y si yo no sigo escribiendo nadie va a gozar así que aplaudan para seguir. Ahora sí… ahora sí…

un día, maría, en la escuela, estaba muy contenta dibujando un perro persiguiendo su cola. chiflaba una tonadita que exponía totalmente su buen humor y el increíble tiempo que estaba pasando. soltaba risitas de vez en cuando y se disponía a colorear su muy bien dibujado perrito cuando... dos de sus amigas, consuelo y margarita llegaron y tiraron sobre el perro perseverante unas fotos terribles. maría las tomó, las puso al altura de su cara y vio a su querido rolando teniendo sexo con dos mujeres a las que no se les veía la cara, pero de la misma complexión que sus dos amigas. maría volteó con odio asesino hacia las dos muchachas que estaban paradas frente a ella y dijo "pero que puta mierda es esto?!". consuelo, que era la más perra de las dos, insensible como nazi, contestó, conteniendo la risa "es tu rolando teniendo sexo asqueroso con dos desconocidas", "rolando..." maría susurró, viendo hacia adelante, cayéndole el 20, con una expresión desgarradora de dolor, con todos esos momentos preciosos desfilando en su cabeza, con todas esas promesas sonando en sus oídos, con el profundo y tierno amor que una vez sintió por él convirtiéndose en el más desquiciado y brutal odio. se acordó de todos sus ex-novios hijos de puta, pequeñas calaveras aparecieron en sus ojos y perdió la razón por completo, sus amigas se fueron riéndose y disfrutando de la miseria de una que sí es capaz de amar. maría se levantó, destruyó las fotos y le demandó al cielo sangrienta venganza. era jueves y como todos los jueves rolando iría a su casa a ver alfred hitchcock presents, apropiado programa para dar muerte. fue a su casa, tomó la pistola de su padre y esperó, imaginando una y otra vez como mataría al que una vez quiso más que a ella misma, en la oscuridad, sin parpadear, viendo el reloj, siguiendo a las manecillas llegar a las 6 y sudando hasta el punto de tener que cambiarse la playera. maría volteó al reloj, dieron las 6, sonó el timbre, se preparó para el momento de la verdad, puso la mejor cara que pudo y fue a abrir. era rolando, con toda su fuerza de voluntad se contuvo de matarlo ahí donde estaba parado y lo invitó a pasar. le puso play a la videocasetera, dejó a rolando sentado frente a la tele, le dijo que iba por papitas y fue por la pistola. como un rayo ya estaba de regreso, caminó lenta y silenciosamente, sin despegar la mirada de la cabeza de su novio, con el corazón latiendo duro. cortó cartucho, apuntó la pistola justo en medio de la cabeza de rolando, ignorante de lo que estaba a punto de pasarle, "muere" dijo con los ojos muy abiertos, alumbrada sólo por la luz de la tele y "PUM!" lo mandó al infierno. la silueta de afred hitchcock se pintó de rojo, ella se quedó inmóvil, con el corazón latiendo a mil por segundo, con el brazo estirado, con la pistola humeado, ahora rolando yacía muerto en el sillón. maría, al oír la puerta abrirse, recuperó la consciencia y se dispuso a seguir con su plan. entre gritos de vecinos y con su mamá entrando, puso la pistola en su cabeza, viendo a su madre justo en los ojos, jaló el gatillo, pero no hubo el resultado deseado. fue tacleada por su madre y en el suelo se acordó que su padre tenía la pistola exclusivamente por si un día decidía suicidarse para lo que una bala bastaba. "mierda" dijo maría mientras llegaba la policía y se la llevaban a la cárcel con su vecinos viendo y su familia llorando. la sentenciaron a 5 años. como era menor de edad no le dejaron caer todo el peso de la ley y como el juez era buena onda decidió que un escarmiento de 5 años era suficiente, "para que no vuelva a matar a nadie" dijo, riendo al oír la historia completa. y allá fue maría, a la cárcel. curiosamente el centro correccional “Margarito Esparza” era muy parecido a su preparatoria y no se la pasó tan mal. hizo amistades para toda la vida, aprendió a programar, cosa que la ayudó para empezar su negocio de páginas de internet, y aprendió a robar y matar más efectivamente. ese tiempo en la cárcel fue unas de las mejores cosas que le pudieron pasar en su vida.

se acabó su porro y justo en ese momento llegó, en un cutlass azul, viejo y descuidado, su tío Guzmán. maría se subió, realmente no sabía que esperar de la gente, en esos 5 años la visitó su madre todo el tiempo, pero no estaba segura si todavía contaba con el cariño y apoyo de los suyos, cosa muy importante para ella. su tío la besó, la abrazó y le dijo que sus papás le tenía una sorpresa preparada. camino a su casa, atorados en el trafico, el tío Guzmán le contó que todos sabían por qué lo había hecho y que la apoyaban completamente. "ya era hora de que alguien les mandara un mensaje a esos hijos de puta" dijo el tío Guzmán con ganas de hacer pipi. maría sonrió y vio por la ventana, ahora podía descansar, sabiendo que su familia todavía la quería. rieron el resto del camino porque las placas del coche de adelante decían "174-MEA" y el pobre tío Guzmán no podía aguantar más. llegaron al edificio de maría. muchas cuadras antes ya se podía oír la música de la descomunal pachanga que le tenían de bienvenida. María se bajó del coche y fue recibida con sonrisas, besos y abrazos. sus hermanas, ahora grandes y guapas, tocaban la mejor salsa del mundo, acababan de ganar el mundial de la salsa, por lo que no era especulación, tenían la certeza de que su ritmo sabrosón era el más sabrosón del planeta tierra. la gente bailaba, tomaba y las risas se oían más que la música. todo el mundo extrañaba muchísimo a maría y al verla no pudieron contener su entusiasmo ni alegría. "fiesta hasta el lunes!" gritaba la gente un viernes por la tarde y así fue. maría y su familia, después de que maría hizo justicia por mano propia, bailaron y bailaron hasta que fue hora de irse al trabajo.

ESTE CUENTO NO HUBIERA SIDO POSIBLE SIN LA INCREÍBLE SALSA DE WILLIE RODRIGUEZ "BOOGALLOO AHÍ!